4 oct 2020

ARMAS, ARMADURA Y GUERRA


ARMAS Y ARMADURA EN LA GUERRA ESPIRITUAL

El SEÑOR ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su indignación, y esto es obra del Eterno, YHWH de los ejércitos, en la tierra de los caldeos, (Babilonia)Jeremías 50:25.

Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. 2 Corintios 10:4.

Y esta es la palabra que el SEÑOR dio a Zorobabel: No es con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho YHWH de los ejércitos, Zacarías 4:6.

Ahora es el momento en que el pueblo de Dios debe enfrentar la guerra entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, vivimos una frontal guerra espiritual donde los demonios y los ángeles pelean por las almas, pero también el Padre Eterno está separando la cizaña del trigo, las ovejas de las cabras, los hijos de los advenedizos y lo santo de lo profano, por lo tanto debemos conocer el arsenal bélico espiritual que nuestro Varón de Guerra nos ha preparado. Esas armas no son físicas ni de este mundo, son espirituales, son divinas, perfectas y poderosas en el Omnipotente Creador y Salvador; esas armas Dios nos las ha dado para que enfrentemos, luchemos, resistamos y destruyamos toda fortaleza espiritual maligna que ataca y se opone; NO peleamos en confrontación cuerpo a cuerpo, peleamos en el poder del Todopoderoso Dios, vivo, real y verdadero, contra todo lo que se opone a lo santo, el bien, la verdad, la vida, la justicia y la libertad, Porque No tenemos lucha contra carne ni sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12.

Nuestra batalla es continua contra las fuerzas invisibles y oscuras del maligno que se mueve en los aires y a través de seres humanos que no tienen al Espiritu Santo, ellos quieren imponer su manipulación totalitaria y malvada que daña a su antojo a la humanidad imaginando que podrá robar la gloria y el gobierno que solo le pertenece a Dios, pero ese inicuo ignora que tiene límites y que el Creador le permite ciertas cosas, solo para cumplir sus propósitos divinos y lo dicho en su palabra. Por lo tanto, nuestra guerra espiritual no se gana por la fuerza ni el poder humano, sino por la fe que actúa bajo la presencia poderosa del Eterno en su pueblo, no se trata de qué tan poderoso es el humano, ni cuánto ejército tiene una nación, lo único que necesitamos es al Omnipotente con su poder y su dirección. Pues, aunque somos seres humanos en la tierra, NO luchamos como lo hace el mundo…2 Corintios 20:3. Luchamos a la manera del Dueño del universo. 

Dios no nos trajo a este mundo indefensos, Él es nuestro mayor escudo protector, también es quien comanda las filas de su ejército, somos armas de guerra en su poderosa diestra, y nos ha dotado de armamento espiritual protector para la batalla que haciéndonos guerreros valientes que enfrentan con valentía y sabiduría cada pelea; existen tres clases de armas de guerra: a) las armas de Dios, b) nuestras armas humanas, y c) las armas del enemigo. Nuestro Dios usa saetas de valiente contra el cobarde enemigo, Salmos 7:13; saca sus instrumentos de indignación contra el mal, Isaías 13:5, destruye la oscuridad con el resplandor de su presencia Habacuc 3:11, y nosotros somos saetas de valiente en las manos de nuestro Todopoderoso Dios, Sabaot Gibor, el Varón de Guerra, Él dice: Ustedes me son como martillo, como armas de guerra; por medio de ustedes, despedazaré y destruiré muchos reinos, Jeremías 51:20

1. El Eterno saca su arsenal en momentos de guerra y juicio contra el mal y nosotros somos parte de ese arsenal cuando fuimos lavados en la preciosa y bendita sangre del Cordero de Dios, desde nuestra posición de hijos, redimidos y soldados en Cristo somos entrenados como guerreros valientes junto al Capitán de las huestes para ser los embajadores del su reino, para permanecer listos para la batalla, porque sabemos que la armadura es para proteger, pero la sanre de Cristo en nosotros es para detener el infierno. Él SEÑOR pelerá por nosotros porque hemos sido santificados y lavados de pecado en su sangre, y  la maldad le indigna; Cristo nos hace partícipes de la familia de Dios y su victoria, por eso nos instruye para que aprendamos cuándo y cómo movernos usando sus armas. El Varón de Guerra pelea usando diferentes armas que nos permite acción y participación para victoria. Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla, Isaías 13.4. Él cuenta el número de sus estrellas (sus ejércitos) y a todos llama por su nombre…Él no se deleita en la fuerza del caballo, no se complace en la agilidad del hombre, Él se agrada de los que lo reverencian y esperan en su misericordia…Salmos147:4 y 10-11.

Las armas del Eterno son celestiales, Él envia a sus ángeles guerreros al mando de Miguel para combatir contra los demonios, en una batalla de huestes espirituales, como lo enseña la Palabra: Así como a las oraciones de Daniel se le opuso el príncipe de Persia durante 21 días, también nosotros encontramos oposición y tenemos que batallar,ñ pero Miguel acudió para pelear a favor del siervo de Dios, Daniel 10:12-13. El NT narra que El Arcángel Miguel luchaba contra el diablo por el cuerpo de Moisés, pero Miguel no se atrevió a proferir palabra contra el maligno, solo dijo: Él SEÑOR te reprenda, Judas 1:9. En el libro de revelaciones se narra una gran batalla en el cielo entre Miguel y sus ángeles que luchaban contra el dragón y sus demonios, al final, éstos fueron vencidos, no prevalecieron, fueron sacados de los aires para ser lanzados a las profundidades, Apocalipsis 12:7

2. Cuando los hijos del Padre nos ponemos en línea de batalla, allí debemos usar las armas que Él nos ha dado, entonces oramos, alabamos y adoramos, y se efectúa una guerra en los aires entre huestes espirituales del bien y del mal, produciéndose una confrontación entre la luz y las tinieblas; de tal manera que debemos estar alerta para luchar en la batalla transada que hay contra el enemigo desde el Huerto del Edén, lo cual nos obliga a conocer la palabra y prestar atención a lo que ella nos enseñá: Sean sobrios y velen, porque su adversario el diablo como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; y a él deben resistir firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en sus hermanos en todo el mundo, 1 Pedro 4:8.

Enfrentamos una guerra advertida que no podemos evadir mientras tengamos vida; debemos estar alertas siendo prudentes, sensatos y templados; despiertos y atentos, conscientes de que hay un enemigo cerca que nos quiere destruir, su arma es robarnos la fe, haciéndonos dudar para apartarnos del Padre Hebreos 3:12, y debemos tener cuidado porque hoy más que nunca hay guerra. Porque el SEÑOR está airado contra las naciones, y su enojo está contra sus ejércitos; las ha destruido por completo, las ha entregado a la matanza, Isaías 34:2

Entre las armas del enemigo está quitarnos la fe de muchas formas, con desánimo, incredulidad y apatía; cuando el enemigo devora, es cuando lograr apartar al creyente no solo alejándolo del Cuerpo de Cristo, sino de la presencia de Dios, debido a que ese creyente no enfrentó la guerra, se dejó atacar y retrocedió, así, muchos son sacados de su llamado y de su propósito de vida; pero nuestro Padre celestial nos ha dado armas de guerra que debemos poner a funcionar. He aquí YO les doy potestad (poder y autoridad) para hollar (pisar y humillar) serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo y nada los dañará. Lucas 10:19.

Estamos en guerra contra la serpiente, que ataca mucho más cuando estamos en el fuego de Dios; su ataque viene de muchas formas, con ofensas, provocaciones, rechazos y palabras sutiles engañosas que entran como veneno; quizá alguien que conocemos y sabemos que ha hablado bien puede ser usado en contra y habla mal, ofende y miente inyectando su veneno, también con chisme, celos y envidia, esas son armas del enemigo. Los escorpiones, son representación de demonios que salen de las profundidades, pican e inyectan su veneno mortal como lo dice Apocalipsis 9:3-10. Son ataques fugaces pero letales queriendo debilitarnos porque sabe que somos verdaderos guerreros en la brecha, pero solo los nacidos de nuevo, sellados y llenos del Espíritu Santo tenemos una voz de autoridad y poder efectivo para atacar y vencer porque conocemos a Dios y estamos conectados a Él, por lo tanto las huestes de maldad se someterán y se irán, de lo contrario a muchos les podria pasar lo de los hijos de un tal Esceva, Hechos 19:11-20. Bendigan al SEÑOR, todos ustedes sus ejércitos, porque son los que le sirven haciendo su voluntad, Salmos 103:21.

3. Los hijos de Dios y ciudadanos del reino de los cielos, contamos con un arsenal de armas de guerra y elementos de protección para la vencer en la batalla. Entre ellos mencionemos algunos: a) la oración, b) la alabanza, c) la adoración, d) el silencio reverente ante Dios, e) la palabra revelada y confesada, f) El Espíritu Santo y el ejército celestial, g) La sangre de Cristo derramada para limpiar todo pecado y quitar toda culpa, rompiendo toda acta de decretos en contra, h) La Santa Cena que se celebra y recuerda la sangre del nuevo pacto, y i) El poderoso nombre de Jesucristo, y j) La armadura de Dios, entre otras.

a. La oración es la principal arma de guerra del creyente porque con ella se libera el poder del Altísimo y Él actúa, y mucho más cuando oramos en lenguas, oramos la voluntad perfecta de Dios. Tenemos que orar todo el tiempo, pues sin oración no podemos vivir una verdadera vida de fe obediente y en victoria. La oración es parte de nuestra comunión con Dios, así obtenemos respuesta a muchas cosas; cuando intercedemos a favor de otros en el espiritu, vemos milagros; es en oración que atamos al enemigo y confesamos los pensamientos del Padre proclamando su palabra consignada en la Escritura, Clama a Mí, y YO te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3. Pidiendo al Padre en el nombre del Hijo y conforme a su voluntad, Él lo hará, Juan 14:14

Invocaré a YHWH… y seré salvo de mis enemigos, Salmos 18:3. Invocar al SEÑOR es clamar en medio del ataque y surte efecto en el combate porque nos alineamos a lo que Dios dice como lo enseña el Padre Nuestro en Mateo 6:13. Todo lo creado le pertenece al Eterno y ha dado dominio a sus hijos, y aunque el hombre perdió esto con el pecado en el Huerto, el SEÑOR Jesucristo lo recuperó librando una batalla encarnizada con el enemigo al vencer la tentación, el pecado, y ser crucificado en el madero y dejando la tumba vacía, así le fue dado todo principado, autoridad, poder y señorío, Efesios 1:21.

Satanás ya está vencido, nuestro Rey Jesucristo lo venció una vez y para siempre, nosotros vivimos su victoria y afirmamos su misión cumplida atendiendo a su palabra cuando oramos en fe, atamos y echando fuera al hombre fuerte. Por lo demás, hermanos míos, fortalézcanse en el SEÑOR y en el poder de su fuerza. Efesios 6:10. Él nos guardará del mal, 2 Tesalonicenses 3:3. Colosenses 1:13-14 y 2:15

b. La alabanza y la adoración son armas de guerra muy efectivas, Pero a media noche orando Pablo y Silas, cantando himnos a Dios, los presos los oían; entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudieron, y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron…Hechos 16:25-27.

Para vencer los obstáculos del enemigo y sacarlo del camino es necesario ser adoradores en espíritu y verdad, porque nuestros cimientos vienen del trono de Dios, pues es allí donde se proclama 24/7, santo, santo, santo, Isaías 6:3-4, y proclamar esta verdad es reconocer que hay una guerra. Somos templo del Espíritu Santo, casa de Dios que trabaja por su reino, por lo tanto, estamos en guerra 24/7 para que su reino se ensanche y se establezca en justicia sobre la tierra. Josafaf se postró rostro a tierra, y todo Judá y los moradores de Jerusalén, se postraron delante de YHWH y adoraron…Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, YHWH, puso contra los hijos de Amón y de Moab, en el monte de Seir, sus propias emboscadas, que habían tramado contra Judá, y se mataron los unos a los otros, 2 Crónicas 20:18 y 22

Unido a la oración, la alabanza y la adoración tenemos poderosas armas de guerra que debemos usar y mantener día y noche, es la razón por la cual el Padre celestial sigue buscando intercesores y adoradores, puesto que estas dos armas derriban muros y abren el entendimiento de muchos hacia el evangelio; cuando adoramos hay revelación y surge el lenguaje celestial para que se lleve a cabo aquello que el Eterno desea hacer y su gloria sea manifiesta, porque los hijos de Dios son guerreros y estamos en el reino de la luz enfrentando siempre la oscuridad, y Cristo es la Luz del mundo. Solo Tú eres el SEÑOR. Tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos con todo su ejércitoNehemías 9:6. YO hice la tierra y cree al hombre sobre ella. YO extendí los cielos con mis manos, y di órdenes a todo Mi ejército, Isaías 45:12.

c. El silencio es una gran arma de guerra, Josué mandó al pueblo diciendo: ustedes NO gritaran, ni se oirá su voz, ni saldrá palabra de su boca, hasta el día que yo les diga…Josué 6:10. Durante seis días el pueblo de Israel estuvo rodeando a Jericó, solo hasta el séptimo día gritaron, el silencio fue la estrategia divina para debilitar, aterrar y vencer a los enemigos para tomar la ciudad, así también vemos que el grito que alaba a Dios es también un arma de guerra, pero estas armas de guerra espiritual solo funcionan cuando son direccionamiento divino a través de sus profetas.

El grito de guerra no es hacer bulla y alboroto, es gritar fuerte la grandeza del SEÑOR: santo, santo, santo, digno, digno, fuerte y grande, maravilloso es nuestro Dios. También hacemos guerra cuando adoramos con los instrumentos y hacemos sonar el shofar; la adoración y el sonido de los instrumentos le molesta al enemigo y huye, así ocurría cuando David tocaba el arpa, y el espíritu inmundo dejaba de atormentar a Saúl. 1 Samuel 16:14-23. Cuando toquen el sonido prolongado del shofar (cuerno de carnero), y oigan el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y la muralla de la ciudad se vendrá abajo…Y sucedió que cuando los sacerdotes tocaron el shofar y la trompeta, dijo Josué: ¡Griten porque el SEÑOR nos ha entregado la ciudad! Y la muralla se vino abajo…y tomaron la ciudad. Josué 6:5, 16 y 20.

d. La Santa Cena también es un arma de guerra, porque recuerda el cuerpo molido del SEÑOR por nuestros pecados y su sangre derramada para limpiarnos de toda culpa, lo cual ahuyenta al adversario; ante el recordatorio de la sangre, el enemigo huye porque la sangre es ofrenda santa que Hijo dió al Padre por la humanidad; al tomar la cena nos examinamos y nos purificamos para que el SEÑOR se agigante en su pueblo que celebra con fe obediente, 1 Corintios 10:14-22. La sangre de Jesucristo es la señal sobre nuestra frente de que somos hijos de Dios, y así como la sangre en los dinteles de las puertas en las casas hebreas fue puesta una sola vez para defenderlos del ángel de la muerte, nuestro Salvador se sacrificó por nosotros y derramó su sangre una vez y para darnos vida abundante y eterna porque en la,sangre está la vida, el enemigo no nos puede tocar ni quitar la vida, porque Jesucristo Rey le arrebató las llaves a ese que tenía el imperio de la muerte. Si no comen la carne ni beben la sangre del Hijo del Hombre, no tendrán vida en ustedes...Juan 6:53-59.

e. La palabra escrita en la Biblia, confesada y puesta en práctica es otra arma de guerra poderosa; la palabra es la voz del Padre con sus instrucciones, mandatos, promesas, que también contiene advertencias y sentencias contra el mal y que nosotros debemos confesar cuando hacemos guerra espiritual. Así será la palabra que sale de mi boca; NO volverá a Mí vacía, sino que hará lo que YO quiero, y será prosperada en aquello para lo cual la envíe, Isaías 55:11. Confesando la palabra, fue como el Divino Maestro venció al enemigo en la tentación diciendo: Escrito está. 

La guerra espiritual tiene armas de ataque y armas de defensa, sea para hacer retroceder al enemigo o para destruirlo, pues con ellas podemos golpear el mundo de las tinieblas como cuando suena el shofar y los instrumentos y nos humillamos arrepentidos suplicando al Padre por su perdón y misericordia al tiempo que lo exaltamos, otras veces es el sonido suave y bajo de los instrumentos y la música, con lo cual se atormenta al enemigo y sale corriendo. También es importante conocer al enemigo y sus artimañas para poderlo enfrentar, nosotros NO podemos atar al diablo, solo el Eterno lo atará al final de los tiempos como lo dice Apocalipsis 20:1-3.

Tomando nuestra autoridad en Dios, podemos atar y echar fuera a los principados, potestades, gobernadores, huestes espirituales de maldad y al hombre fuerte, esto es confrontación y guerra espiritual entre Dios y el diablo, el Eterno coloca las estrategias de guerra espiritual en nuestro espíritu, así como lo hizo con Josué para tomar a Jericó y con Josafat para vencer los enemigos como lo narra 2 Crónicas 20. No teman ni se amedrenten delante de esa multitud tan grande, porque no es nuestra la guerra sino del Eterno,  2 Crónicas 20:15b

Por mucho tiempo hemos creído que la armadura de Dios es un arma de guerra, pero NO ES ASÏ, la armadura es un instrumento de protección para la guerra, dado por Espíritu Santo, llenos del Epiritu mantenemos cubiertos nuestro cuerpo integral; no es lo mismo defendernos que atacar y protegernos, por eso habla de vestirnos como lo hacía el guerrero antiguo en las batallas, ellos lo hacían de manera física, nosotros espiritualmente. Vestidos de toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las asechanzas del diablo…Efesios 6:11-18. Es un traje de protección que debemos llevar siempre.

Ceñidos los lomos con la verdad, Un soldado o un guerrero que miente y engaña no puede hacer la guerra, pues el enemigo tiene un espacio por donde atacarlo, andar en la verdad nos da protección. Y vestidos con la coraza de la justicia, esta debe ser una continua característica del verdadero guerrero, es por eso que NO TODOS guerrean, porque hay que estar vestidos apropiadamente, el mentiroso, el falso, hipócrita y de doble ánimo son injustos, lo cual los hace vulnerables al ataque del enemigo. Efesios 6:14

Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz, el apresto es un elemento que da consistencia y firmeza a un tejido, es un tratamiento que se le da a una tela para que sea firme, consistente e ilustre y se complementa con el calor y la presión, así tendrá la funcionalidad adecuada, como es el caso del almidón. De ahí que el SEÑOR diga que viene por una novia sin mancha y sin arruga; esto nos enseña que tener y vivir el evangelio nos hace aceptos, aptos e ilustres en el reino de los cielos, permitiéndonos caminar en paz y Con Pasos Firmes en Dios para soportar el calor de las pruebas y la presión del enemigo. Efesios 6:15. Por eso el Rey dijo: dichosos los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios, por lo tanto el Padre peleará por ellos. Mateo 5:6.

Sobre todo, tomen el escudo de la fe, para que puedan apagar todos los dardos de fuego del maligno, nuestra fe y confianza en Dios nos protege de los dardos del enemigo. Efesios 6:15. Y tomen el yelmo de salvación y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. El yelmo es el casco que protege la cabeza de los motociclistas y ciclista, si se llegan a golpear les protegerá el cráneo y el cerebro evitándoles la muerte; de igual manera estar seguros de nuestra salvación y posición en Cristo, nos protegerá del espíritu acusatorio y condenatorio del enemigo. Ser salvos nos permite la santificación y permanencia en el reino, porque la salvación se hace con el lavamiento en la sangre y el agua de la palabra para ser regenerados, Efesios 5:26. Esto nos hace estar seguros de la acción protectora del Ángel de YHWH que nos libera del ángel de la muerte. Isaías 59:17.

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, concentrando el pensamiento en ello, con toda perseverancia y súplica por el pueblo escogido, Efesios 6:18. Versión hebrea. Este texto lo que nos recuerda es que somos templo del Dios viviente, y que debemos mantener encendido el fuego en el altar obedeciendo la palabra de Levítico 6:12. La oración es fuego en el altar que nos mantiene encendidos en el fuego del Espíritu; somos sacerdotes que queman la leña de nuestra naturaleza humana, muriendo cada día al yo y con el pensamiento puesto en el SEÑOR; la súplica ante el Padre es humillación, sujeción y sometimiento a Él para que huya el enemigo como lo dice Santiago 4:7.

Entonces vemos claramente que el Armadura de Dios NO ES UN ARMA DE GUERRA, es el vestido y traje de protección de los guerreros para ser guardados diariamente y podamos enfrentar las batallas, con la certidumbre y seguridad de la protección y ayuda del Varón de guerra que cuida a los suyos. Cantaré yo a Elohim, porque se ha magnificado grandemente; echando en el mar al caballo y al jinete. YHWH es mi fortaleza y mi cántico, Él es mi salvación. Él es mi Dios y lo alabaré. YHWH es varón de guerra: Adonai el Todopoderoso es su nombre. Éxodo 15:1-3.

¡Gloria al Eterno Padre celestial, es un privilegio ser guerrero bajo la dirección del Varón de Guerra y Capitán de las huestes en el fuego del Espíritu! ¡Santooo, Aleluya!

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.




https://youtu.be/u2daGji_gWw