17 oct 2019

UNIÓN Y FIDELIDAD PARA NO ADULTERAR-7º MANDAMIENTO


PRINCIPIO DE UNIDAD Y FIDELIDAD PARA NO ADULTERAR-SÉPTIMO MANDAMIENTO-SER UNO SOLO.

No cometerás adulterio. Éxodo 20:14, Levítico 20:10, Deuteronomio 20:18, Mateo 5:27-28

El que comete adulterio es falto de sentido común; el que lo hace destruye su alma. Recibirá heridas y desprecio, y su maldad no será borrada. Proverbios 6:32-33.
Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán una sola carne, Génesis 2:2, Marcos 10:7-9 y Efesios 5:31.
Ustedes han oído que se dijo: No cometan adulterio. Pues YO les digo: Todo el que mira a una mujer para desearla, ya cometió adulterio con ella en su corazón, Mateo 5:27-28.  No se priven el uno al otro, excepto de común acuerdo y por cierto tiempo para dedicarse a la oración, y luego  vuelvan a juntarse en uno para que no caigan en tentación y lazo del diablo, 1 Corintios 7:5. Parafraseado
Por lo general hablamos de la unidad cuando nos referimos al Cuerpo de Cristo, su nación santa, pero la unidad tiene un trasfondo mucho más amplio, profundo y espiritual que viene desde el hogar; cuando el Creador formó al hombre y la mujer, lo primero que les dijo fue: el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán una sola carne, Génesis 2:2, una sola carne es la unidad compuesta por dos, luego les dijo, multiplíquense, lo cual implicaba tener hijos, asi surje la unidad colectiva de la familia compuesta por esposo, esposa e hijos; desde el AT. El SEÑOR instruye a su pueblo con el principio de unidad y fidelidad en el hogar al ordenar: NO COMETERÁS, NO COMETAS ADULTERIO: recuerden lo que se los dije desde el principio cuando formé la primera pareja; así que esposos y esposas permanezcan unidos y sean fieles para que conservar mis principios y vivan mis mandatos de SER UNO, porque la unidad de la familia se sustenta en la fidelidad de los cónyuges, la confianza de los hijos y la fe de todos los miembros en su Creador, ¡Que todos me busquen y me miren para que sean salvos, porque YO SOY Dios; y no hay otro! Isaías 45:22. 
El mandato de NO cometerás adulterio se hace extensivo hacía varios principios y fundamentos más, y que son eternos: la santidad a Dios, fidelidad y respeto al cónyuge, lealtad y unión en la familia y fe obediente de todos, empezando por el grupo familiar; desde allí se refleja a Dios hacia toda la sociedad para preservar la vida, conservación del diseño del hogar, el orden y seguridad social entre muchos otros, para finalmente ser salvos, ¡Que extraordinario es nuestro Dios! Él siempre nos premia con paquetes completos. Todos oraban y rogaban a Dios continuamente, en unión con la mujeres, con Miriam la madre de Jesús y sus hermanos. Hechos 1:14.
El Creador formó el primer hogar en el Jardín del Edén, para que el hombre y la mujer permanezcan juntos hasta la muerte, vemos en el NT al SEÑOR Jesucristo hablando con los discípulos y la multitud acerca del divorcio y les dice: ¿No han leído, que El que los hizo al principio, varón y hembra los hizo y dijo: el hombre dejará padre y madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne?  Así que no son ya dos, sino uno solo; por tanto, lo que Dios juntó, NO lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Jesús les respondió: por la dureza de su corazón, Moisés les permitió separarse de su mujer; pero en el comienzo no fue así, Mateo 19:4-8. Dios hecho Hombre ratifica la perpetuidad de la unidad y fidelidad del matrimonio para salvaguardar los lazos familiares que conservan la sociedad  equilibrada y en orden; por lo tanto, la intención de este Mandamiento: NO Adulterarás, es conservar la unidad del vínculo matrimonial; todos, desde el hogar, Formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a los demás. Romanos 12:5
Se quiera aceptar o no, todos somos uno en Dios, así que cuando un hombre y una mujer se casan, son uno, no solo se juntan sus cuerpos en uno, sino que la relación vá más allá, es interna y espiritual porque se ligan sus almas en uno; todos sabemos que la vida espiritual es densa, compleja y muy profunda, por eso la unión marital liga almas y une vidas en uno; es por eso que la pareja ya no son dos, sino una sola alma, unidos por el amor que los llevó al matrimonio para que en esa unidad haya multiplicación y vida,  y von Cristo en el centro, hay comunión recíproca, estrecha y única, para ejecutar y cumplir este mandato de no adulterar por infidelidad. Génesis 1:28; Y YHWH ha atestiguado entre ti, hombre, y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No los hizo el SEÑOR uno, habiendo en Él abundancia de Espíriru? ¿ Y por qué los hizo uno? Porque busca descendecia para Dios Cuídense, pues, en su espíritu y no sean desleales con la mujer de su juventud...Malaquías 2:14-16.
La fidelidad sustenta la unidad, el respeto y el orden desde la cada, asi que para que haya unidad, fraternidad y lealtad en la Congregación de YHWH, hemos de empezar por la familia, allí es donde Dios quiere enfocarnos para profundizar a cerca del principio de unidad y fidelidad cuando diceNo Adulterarás;” ya que la infidelidad y la traición rompen el todo de la unidad en todos los ámbitos de la sociedad, y pasan de ser UNO SOLO, a volverse un conjunto de fragmentos y pedazos, porque la privacidad de la intimidad se violó y pudrió el vínculo de la paz y la pureza, con engaño, traición y mentira. Procuren mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Fuimos llamados a una sola esperanza, porque hay un cuerpo y un Espíritu. Efesios 4:3-4. 
El adulterio y la fornicación son como brujería que encanta y seduce las almas débiles, lee Proverbios 6:20-35, y verás las consecuencias de esta iniquidad contra el templo del Espíritu Santo; el adulterio quiebra el tesoro de la santidad, la unidad y la fidelidad con que el Creador que fundó la familia para presevar la vida, pues la traición y el engaño en el matrimonio cortan la cohesión del hogar, y divide, no solo las vidas, sino las almas, rompiendo el amor y los lazos de unión, trayendo sufrimiento y daño integral a todos los miembros de la familia afectada. De manera que sí un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 1 Corintios 2:26.
Desde el comienzo de los tiempos, Dios pensó extraordinariamente en el principio de UNIDAD y fidelidad,  atributos propios de su divinidad, para que fueran vividos y obedecidos por todos los seres humano, especialmente por su pueblo santo: 1) para tener comunión con Él, 2) para crear compañerismo entre esposos, hijos, y hermanos, por eso cuando vió al hombre, pensó en darle su compañera y complemento para ayuda y soporte mutuo en unidad. Luego, Dios el SEÑOR dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer a alguien que sea una ayuda adecuada para él, Génesis 2:18. Creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Él los creó: varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios…Génesis 1:27-29. Dios creó a dos para que fueran UNO.
El hombre y a mujer casados deben ser un todo completo por el resto de su existencia; la unidad y fidelidad serán como un cordel de tres dobleces que impedirán que se separen o se divorcien, porque amar a uno solo, es un privilegio que vence toda sombra de adulterio y otros muchos males de la familia; la razón de NO ADULTERAR es crear unión, y cohesión siendo UNO; en la unidad conyugal y fidelidad de la familia se sostienen y cultivan todos los demás principios bíblicos que multiplican bendición y fomentan paz, estabilidad, progreso, seguridad, gobierno, autoridad, acompañamiento, compañerismo, fraternidad y ayuda mutua, en el correcto y normal avance de la humanidad. Es en la familia donde empieza el principio de la unidad y lealtad entre la raza humana para que se extiendan no solo a la nación de Dios, sino en toda la sociedad en general. Para que todos sean UNO; como Tú, oh Padre, en Mí, y YO en Ti, que también ellos sean UNO en nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste, Juan 17:21.
La unidad es un todo indivisible en completa cohesión, al cual ni le falta ni le sobra nada, está full y en plenitud; en el latín la palabra es unitas, lo cual designa algo con las mismas propiedades y de la misma naturaleza, algo único e indivisible; ahondemos más en el término yendo al origen, el fundamento real del todo, Dios mismo, Porque YO y el Padre somos UNO, Juan 10:30. El Creador es el origen y fundamento de la UNIDAD, YO en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfectos en unidad…Juan 17:23.
Unidad en el original hebreo es Ejad, los idiomas modernos no son el origen de las Escrituras, son el hebreo y el arameo, con su primera traducción al griego del Nuevo Testamento, por cierto, con algunas falencias. YHWH, Elohim, Ejad es el Creador, Deuteronomio 6:4; un solo Dios indivisible, completo, perfecto y en plenitud. Un Dios en la manifestación de Padre, de Salvador y del Espíritu Santo, Emanuel Dios con nosotros. Para que todos sean uno; vomo Tú, oh Padre, en Mi, y YO en Ti, que también ellos sean uno en nosotros...YOen ellos, y Tú en Mi, para que sean perfectos en unidad. Juan 17:20-23.
En Dios mismo se genera el concepto de unidad indivisible; por lo tanto, la familia conformada en el orden de Dios entre un hombre y una mujer es una entidad completa y única que debe salvaguardarse en la unión de sus miembros, hechos UNO, una unidad originada en completud sin que le falte, ni le sobre y mucho menos se le agregué un intruso a causa del adulterio. ¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? Entonces, ¿por qué nos comportamos deslealmente unos con otros, profanando el pacto...Malaquias 2:10.
Ejad del hebreo expresa una unidad colectiva, en unión estrecha e íntima, un todo cohesionado en un solo Dios y nosotros como familia, un todo en una sola naturaleza humana, así como la unidad divina prescinde del espacio y es totalmente indivisible, la familia también tiene su espacio y es unidad indivisible y perdurable mientras haya vida; en el Dios único se sustenta el Todo de la familia y se aprecia la unicidad con que Dios nos creó, individualmente en personalidad y carácter, pero unidos para permanecer juntos sorteando esas diferencias, Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir, pero el cordel de tres hilos no se romperá, tan fácilmente, Eclesiastés 4:12
Es en unidad y fidelidad familiar que resistimos todos los embates del mundo y las complejidades propias de la existencia humana, estando juntos a pesar de todo. Dios ama la unidad porque es Uno, nos ordena fidelidad porque Él es fiel, pero satanás trabaja en la división, la traición y el engaño; pero la unidad con fidelidad son como muralla infranqueable al adversario, porque ese intruso no resiste el amor y la pureza en la unión que hace la fuerza contra todo mal, ayudándonos la confianza y la fe obediente, teshuvá, para Dios, y de unos a otros con bondad, sensibilidad, respeto, justicia y misericordía. Y no solo porque somos nación, sino también para reunir en uno a todos los hijos de Dios que están esparcidos por la tierra. Juan 11:52.
NO ADULTERAR es no separación ni divorcio, es no traición, mentiras ni engaño, porque la familia debe permanecer en Dios en un todo completo que perdura, porque tiene identidad propia, sentido de pertenencia recíproco y cohesión sanguínea y afectiva en sus componentes, todos en la familia sanguínea poseemos una misma naturaleza de genes, una misma pluralidad, conjunto y propósito definido como núcleo de la sociedad, que debe sembrar, cosechar y cultivar la confianza mutua. Ya no importa ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque estamos unidos a Cristo Jesús, y en Él, todos somos uno. Gálatas 3:28.
La fidelidad no es una obligación, es un privilegio y un deleite, porque todos los integrantes de una unidad familiar poseen el mismo apellido, comparten un ADN, tienen un parecido físico y los hijos poseen el mismo origen de padre y madre, a excepción de un segundo matrimonio por fallecimiento de alguno de los cónyuges o adopción de un hijo. Dios quiso que el hombre y la mujer fueran UNO para tener hijos como fruto del amor que los une en uno con su Creador, A MÏ me pertenece todo ser humano, lo mismo el padre que el hijo. Pero aquel que peque morirá, Jeremías 8:4
Adulterio es iniquidad que provoca desastres espirituales y generacionales, es  un atentado a la moral y un atropello a la unidad y la cohesión del hogar; una familia unida en Dios, proporciona sentido de vida personal, proyecta horizontes de progreso a sus integrantes estando juntos y crea estabilidad a todo nivel. El principio de unidad que empieza en Dios pasa de generación en generación, la base sobre la cual reposa la conservación y prolongación de la civilización humana. Y por Cristo, el cuerpo entero se ajunta muy bien mediante la unión de las partes; y cuando cada miembro funciona bien, todo va creciendo y edificándose en amor. Efesios 4:16.
Familias unidas, son familias ligadas en amor y fidelidad, fortaleciendo los lazos afectivos que aseguran buenas y estables relaciones en todos sus miembros, promobiendo el avance y el progreso juntos. El que comete adulterio no tiene entendimiento; destruye su alma el que lo hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrente no se borrará, Proverbios 6:32
Las relaciones sexuales según el orden divino están establecidas dentro del matrimonio, porque la ligadura que se crea entre los cónyuges es profunda, no mera unión física; el sentido y la magnitud del sexo matrimonial es sagrado e inviolable, eso hace a la familia indivisible si conserva la fidelidad; la biblia compara el adulterio con el pecado de idolatría, uno, por infidelidad humana y el otro, por deslealtad con Dios; Dios abomina tanto la idolatría como el adulterio con carácter de juicio. Estas iniquidades han traído graves consecuencia a la humanidad a través de la historia postrando y acabando la vida de muchos seres humanos, impidiéndoles alcanzar el propósito de vida para el cual Dios los creó; el adulterio y la idolatría han acarreado disciplinas terribles de parte de Dios tanto para las familias, como para las naciones en diversas épocas. Honroso sea el matrimonio en todos, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios, Hebreos 13:4. Lea los libros del AT y podrá corroborarlo.
La familia es la colectividad más pequeña pero la más importante unidad de la raza humana, es el núcleo del trabajo en equipo, donde todos deben estar siempre dispuestos a limar sus asperezas mediante el perdón, la amabilidad del acuerdo y el diálogo; la familia es la primera escuela donde nos entrenamos para lograr arreglos que conserven firme el principio de vida, el pacto matrimonial, la paz de las naciones y la libertad de toda sociedad humana sobre la tierra. En el núcleo familiar se cultiva el espíritu de unanimidad para desarrollar sentido común, compromiso y espíritu responsable en la sabiduría de Dios, encaminándonos con propósitos y objetivos claros en el cumplimiento y desarrollo de nuestros roles y encomiendas. Tengan el mismo sentir unos con otros; no sean altivos en su manera de pensar, sean condescendientes con los humildes. No sean sabios en su propia opinión. Romanos 12:16.
La unidad forma un bloque protector de defensa contra la división que ejercen los ataques, la guerra, las diferencias, y la desunión que quiebra la debida funcionalidad y competencia de cada miembro en la familia. Unidad es ese cordel de tres dobleces que menciona Eclesiastes y como el ancla de un barco, sostiene firme la nave para que no se hunda y manteniéndola fuerte en la roca contras los fuertes vientos y violentos oleajes del mar del mundo. Así que, procuremos lo que contribuye a la paz y la edificación mutua. Romanos 14:19. 
La unidad y fidelidad familiar están en la presencia de Cristo como centro de cada hogar. Dios es el termostato que conserva la temperatura familiar frente al clima de la diversidad y la individualidad de seres complejos y variados pero que se pertenecen el uno al otro, al estar en un solo cuerpo, si es que conyruimos nuestra casa sobre la Roca, Mateo 7:24-27. En conclusión, sean todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde. 1 Pedro 3:8.
El adulterio lleva soberbia, mezquindad y egolatría, y ademas de dividir, romper los corazones y destruye a las personas involucradas, que divagan entre la verdad y la mentira, entre la carne y el espíritu, y entre lo bueno y lo malo, entregando y cediendo todos sus haberes al ladrón que entra y asalta, Proverbios 6:20-33; el adulterio suplanta al verdadero por un extraño; el pensamiento narcisista desplaza al Dueño para satisfacer lo propio de cada adúltero que ignora a Dios, cambiando al cónyuge y desplazando a los hijos, rompiendo la reputación y el buen nombre de la familia porque contamina los templos vivos del Espíritu Santo, Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son cada uno de ustedes, 1 Corintios 317.
Infidelidad es como andar a tientas y el adulterio es condenado y juzgado por Dios desde todo punto de vista, y si hay impureza sexual se contamina y salpica todo alrededor, acarreando caos enbtoda la atmosfera; la sentencia vontra esta iniquidad es muerte; antiguamente era cumplido al pie de la letra y se lapidaba a los adúlteros hasta morir, Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adultera indefectiblemente serán muertos, Levítico 20:10. Hoy la gracia nos sostiene y nos da tiempo para el arrepentimiento, el cambio de vida y el abandono a estas impurezas groseras, pero no se confíe ni se descare, hágalo YA.
Así como el adorador de ídolos se engaña en su fe, traiciona el amor a Dios y rompe la unidad de su comunión con Él, así el adúltero y la infidelidad engañan a su poseedor, haciendo pedazos lo más valioso que tenemos en la tierra después de Dios, la familia; sólo con la ayuda de Dios y Cristo en el centro de nuestras vidas y el altar familiar, podremos permanecer unidos y firmes en el hogar, ¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? Entonces, ¿Por qué nos portamos deslealmente unos con otros, profanando el pacto…? Malaquías 2:10.
Debemos luchar como familia para no dejarnos dividir, fragmentar, alterar ni destruir nuestras vidas, oremos juntos  y compartamos juntos, eso es unidad. La unidad y la fidelidad son principios poderosos para lograr grandes objetivos en la vida. Son la razón por la cual Jesús formó su pueblo, que no solamente fuera unido sino perfecto en unidad, Hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez en Cristo, Efesios 4:13.
La unidad y la fidelidad hablan el mismo lenguaje, se conserva el dominio propio, en unidad del Espíritu, nos enfocamos más en nuestras acciones, y en todo damos gloria a Dios, fuente de unión, vida y libertad; la familia y el pueblo santo unidos, traerán la gloria de Dios a la tierra, los hogares serán como pedacitos de cielo en la tierra, llenos de luz y las tinieblas no tendrán cabida, porque la unidad sustenta santidad, y da testimonio de vida, porqye todo brota de Dios a nuestro corazón por el Espíritu Santo…Cuán agradable es que habitemos juntos y en armonía, Salmos 133:1.
Al adulterio y la infidelidad, miles de personas los toman a la ligera ignorando que el matrimonio es sagrado y que su grave falta traerá graves consecuencias, desbordadas, Como caballos bien alimentados, cada cual relincha tras la mujer de su prójimo. ¿No habría YO de castigar esto?  Dijo YHWH, Jeremías 5:8-9.
La biblia compara el adulterio al fuego que quema en el seno; una chimenea es hermosa en la casa porque nos da calor y alegra con su tibieza el ambiente que se respira bajo el techo del hogar, pero si el fuego se sale de su lugar, va a provocar un incendio que quemará toda la casa; esa linda chimenea es el matrimonio, el Eterno ordena que los esposos mantengan el fuego ardiendo en el altar, unidos y leales. Por eso Dios amonesta en toda la biblia contra el adulterio: ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre las brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; no quedará impune ninguno que la toque, Proverbios 6:27-29.
El pecado sexual resulta atractivo a los sentidos, pero su fin es amargo y trágico. Trae maldición y muchas personas corren el riesgo de quedarse atrapados en la perversión del mundo sin Dios, dañando sus emociones y sus pensamientos y viviendo en confusión y angustia. Con la iniquidad del adulterio se esfuman las bendiciones y llega la ruina total; el arrepentimiento podría llegar demasiado tarde cuando la familia ya está destruida, el hogar derrumbado y los corazones hechos pedazos.  ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No cometan error, ni se engañen; porque ni los fornicarios, ni los idólatras, ni adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni lo borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de los cielos, 1 Corintios 6:9-10.
Toda impureza sexual es dardo letal del enemigo para destruir el magnífico plan de Dios para la creación y el ser humano, por eso se han levantado tantas ideas y movimientos que atentan contra la unidad y estabilidad de la familia y la esencia vital de las personas. El Creador estableció el matrimonio de manera legítima para dar seguridad y estabilidad a la gente; esposos permanezcan unidos al plan de Dios, puesto que la familia es el fundamento sobre el cual se edifican hogares sanos y se construye buen tejido social con principios morales, seriedad, compromiso y responsabilidad; no se deben fundar familias solo por asuntos de cultura ni por meras inclinaciones sexuales, la visión, concepción y edificación de la familia es visión naturalista divina. Y si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no puede mantenerse en pie, Marcos 3:25.
La familia debe construir metas y sueños comunes, celebrar juntos, reconciliarse pronto cuando han surgido conflictos, glorificando al Creador y esforzándonos por mantener la paz y la armonía del hogar, Porque ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para ser posesión de Dios, con el fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a su Luz admirable…1 Pedro 2:9.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.