26 mar 2019

AMAR ES HONRAR SU NOMBRE


AMAR A DIOS ES HONRAR EL NOMBRE DE CRISTO

Y Él nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como Él nos mandó, 1 Juan 3:22-23
La importancia del nombre de nuestro Cristo, está en obedecer los mandamientos del Padre, hacer lo que a Él le agrada, que creamos en el nombre de su Hijo y que nos amemos unos a otros.  Dios nos provee y nos da lo que le pedimos si hacemos todas estas cosas conforme a su voluntad, no como se nos ocurre o nos parece. Al creer en el nombre de Jesucristo, lo aceptamos como nuestro sumo sacerdote, profeta de Dios y nuestro rey.
El nombre, no se refiere solo a una distinción personal, el nombre involucra la naturaleza y carácter de una persona y lo que ella es en esencia, El nombre de Jesucristo encierra toda la grandeza del Eterno Creador omnipotente, su amor, su gracia y su salvación, por lo cual debemos creer en su nombre, lo cual significa confiar y aceptar que Jesús es nuestro Rey, el que gobierna y dirige toda nuestra vida y circunstancias; también Él es nuestro Sacerdote, que intercede y pastorea, en el original hebreo sacerdote es Kohjen, sacerdote y Kohjen Ja-gadalo, sumo sacerdote, significa el encargado de realizar las cosas sagradas a favor del pueblo el cual es apartado por YHWH, en latín es pontifex traducido como puente o cuidador de puentes, y si no estamos sobre el Puente, Cristo, estaríamos en el vacío del abismo, Deuteronomio 28:1-14.
1. Honrar y amar el nombre de Cristo es aceptarlo como nuestro Sacerdote. Jesús es nuestro Gran Sumo Sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que hemos profesado, Hebreos 4:14. Jesucristo, no solo es sacerdote, es el Gran Sumo Sacerdote que nos ama e intercede por nosotros ante el Padre, Cristo es el puente vivo, Aquel que reestableció y concilió nuevamente la comunicación humana con su Creador, la cual se había roto a causa del pecado, esa es la razón por la cual, el único medio y la única persona que puede acercarnos y unirnos al Padre, es Jesucristo, Él es el único Puente de acceso por amor a través de su cruz; no es por obras ni buena moral, es por amor y fe a todo aquel que acepta al Hijo de Dios como Señor y Rey de nuestra vida.
Es a través de Jesucristo que podemos discernir entre lo bueno y lo malo, Él nos fue dado por el Padre como el estándar y base fundamental no solo de nuestra fe, sino de la totalidad de nuestra vida; sin Cristo las personas están perdidas, por eso el mundo está desorientado y no saben si ir al norte, al sur, al oriente o al occidente, vagan como ovejas sin pastor, Mateo 9:36.
Quitar a Cristo es quitar al Padre de en medio, por lo cual la sociedad anda sin valores morales, sin principios espirituales ni objetivos humanos correctos; quitar a Dios hace que las personas obren por instinto, por impulso, por deseos o bajas pasiones; eso ha propiciado las guerras y la violencia; Jesucristo es nuestro puente a la vida recta, moral y justa que lleva a la salvación en Él, Él debe permanecer en los hogares, en los estamentos del Estado y en la sociedad, así que no caigas en el vacío de la mentira y la banalidad del mundo, Jesús le contestó: Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre que me envió; ¿por qué me pides que muestre al Padre? Juan 14:9.
2. Honrar y amar el nombre de Jesucristo es aceptarlo como el Gran Profeta, Y las multitudes contestaban: este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea, Mateo 21:11. El pueblo al ver a Jesús haciendo milagros y señales reconoció a Jesucristo como profeta, Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: un gran profeta se ha levantado entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo, Lucas 7:16.
Al hablar de Cristo como profeta, es decirle a todo el mundo que pueden acercarse a Él para encontrar la respuesta a su vida y razón de ser de sus existencia, es Cristo quien nos puede direccionar para saber qué hacer o hacia dónde ir en un momento definido; es necesario buscar y acercarnos a Cristo por lo que Él es y representa para la vida humana y el universo creado por el Padre, pues Dios habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postrero días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien así mismo hizo el universo, Hebreos 1:1-2.
Y en otra parte dice: A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios, Juan 1:11-12, Por título y poder de Dios podemos ser sus hijos en Cristo para hacer lo que al Padre le agrada, esa es la vida a la cual nos llamó el Señor y el Espíritu Santo nos guía, nos aconseja, nos redarguye y nos da convicción de lo que es de Dios y lo que no es, Cristo nos dirige como profeta en sus enseñanzas y ejemplo de vida.
La palabra al referirse a Cristo y calidad de vida que debemos llevar, dice que hemos sido rescatados de nuestra vana manera de vivir…con la sangre preciosa de Cristo como un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor a nosotros, y mediante el cual creemos en YHWH, quien lo resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que nuestra fe y esperanza sean en Elohim, 1 Pedro 1:18-21. Aceptar a Jesucristo y creer en Él como nuestro Profeta, implica buscar a Dios en el lugar secreto para tener la revelación de nuestras circunstancias y la razón de nuestros problemas y pruebas, porque Dios sigue hablando a todo aquel que le quiere oír. 1 Juan 1:23.
3. Amar y honrar el nombre de Cristo es hacerlo nuestro Rey, Ahora, delante de Dios, que da vida a todo lo que existe, y delante de Jesucristo, que también hizo buena declaración y dio testimonio ante Poncio Pilato, te mando, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, lo cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y único soberano, Rey de reyes y Señor de señores, 1 Timoteo 6:13-15.
Jesucristo siendo Rey, dio testimonio del amor de Dios, ese es el mandamiento al que Pablo se refería al hablarle a Timoteo cuando dijo que guardara el mandamiento sin mácula, porque amar además de ser acción y voluntad es un mandato divino, que ratificó Jesús cuando dijo: En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si se tienen amor unos a otros, Juan 13:35. Al amor es esencia del evangelio, base de la fe y principio absoluto y eterno del verdadero seguidor de Cristo. ¿Porque el amor? Porque si hay amor, hay piedad, hay contentamiento, hay fe, justicia, paciencia, mansedumbre y todo lo bueno que nos enseña la palabra que debemos hacer; el amor es el catalizador más fuerte que da vida, impulsa los cambios y mueve el universo, el amor no es un mero sentimiento pasional de temporada ni una emoción del momento; hemos conceptuado mal el amor porque la mayoría de la gente se ha basado en lo que dice el mundo y no lo que dice Dios en su palabra, Los esposos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo, Efesios 5:28.
El amor es capacidad para tomar decisiones, por lo tanto amar es una decisión, un acto de la voluntad, por eso el amor mueve el universo y sustenta la vida. 1 Corintios 13  describe las acciones del amor, pero el amor es muy profundo en su sentido más amplio, es la razón por la cual Dios siendo Rey se hizo siervo y manda a los esposos amar a sus esposas, porque el amor es acción, Deuteronomio 6: 1-5 y Mateo 22:37-39; el amor es la base fundamental de toda relación, quien se ama a sí mismo, puede amar a otros, porque lo malo que no quiero para mí, no lo quiero para otro; por lo tanto ni un hombre ni una mujer deben entablar una relación con alguien que no se ame a sí mismo pues su vida será un fracaso.
a. Amar es sustento y cuidado, Porque nadie aborreció jamás su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como lo hace Cristo con su Iglesia, Efesios 5:29. El sustento consiste en alimentar y nutrir, así como hacemos con una planta o un árbol al cual queremos ver lindo, dando fruto y floreciendo continuamente; para eso, lo regamos, abonamos y colocamos químicos que maten las plagas y no le puedan tocar ni dañar, con el propósito de llevarlo a la madurez, mantenerlo fuerte, seguro y estable.
Por lo tanto la palabra nos enseña que sobre la base del amor debemos cuidar y sustentar empezando por nosotros mismos, para crecer y madurar integralmente como lo hizo Jesús nuestro Rey, Lucas 2:52: En sabiduría, estatura, gracia para con Dios y los hombres. La sabiduría implica estudiar y capacitarnos porque nunca dejamos de aprender. Al amarnos nosotros mismos crecemos en estatura es decir, que cuidamos nuestro cuerpo en lo qué comemos y cómo vivimos, porque cuidar nuestro cuerpo es cuidar el templo del Espíritu Santo y por lo tanto nuestra salud, como buenos administradores de la gracia de Dios, 1 Corintios 3:17.
b. Amar es desarrollarse en gracia para con Dios y los hombres, Tener gracia es cultivar un ambiente de paz y armonía, Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos, Romanos 12:18. No podemos convertirnos en el motivo del conflicto, cuidemos nuestras relaciones personales siendo irreprensibles; así que si nos amamos a si mismos amamos y honramos el nombre de Cristo cumpliendo con todas estas instrucciones de la palabra.
c. Amar es cuidar, Cristo siendo Rey nos amó hasta hacerse siervo, vino para guardarnos de la condenación, protegernos del pecado, del maligno y de nosotros mismos. Amar es resguardar y proteger, hacer que una persona no reciba daño, poniéndola en un lugar seguro, como la gallina protege a sus pollos para que no estén en riesgo ni sufran ningún daño, Mateo 23:27. Cristo como Rey vino a salvar lo que se había perdido, nos sacó del lodo cenagoso y nos estableció sobre la Roca de sí mismo, para protegernos y que no suframos daño no solo en esta tierra, sino en la venidera, Apocalipsis 2:11.
Amamos protegiendo y proveyendo, cuidando y alimentando, resguardando y nutriendo, eso es amor, y eso es aceptar el poder del nombre de Jesucristo e nuestras vidas, proyectando lo que Él es, siendo maduros en Él y para Él. Honramos al Padre amando al Hijo y amando como Dios ama. Tanto el esposo como la esposa tienen necesidades que cada cónyuge debe proveer, no solo material, sino emocional y espiritualmente. Amén
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.