¡NO ES SOLO TU FUERZA DE VOLUNTAD!
Esta es la palabra del Señor a
Zorobabel: No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el
Señor de los ejércitos. Vano para salvarse es el caballo, Zacarías 4:6.
La grandeza de su fuerza a nadie podrá
librar, he aquí el ojo del Señor sobre los que le temen, sobre los que esperan
en su misericordia, para librar sus almas de la muerte, Salmos 33: 17-19.
Amo la palabra de Dios con todo mi
corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi propia
mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí, Romanos
7:22-23.
Algunas
personas creen y aman su fuerza de voluntad, la estiman como su amiga para vencer
debilidades en su vida, solucionar problemas y seguir a flote sobre muchas
situaciones de su vida, han creado una mentalidad de auto-suficiencia y supremacía
que solo ellos se la creen.
Y
claro, la fuerza de voluntad suena como algo grandioso pero no es suficiente ni sirve si no estamos en Cristo; a través de la
formación se nos ha querido inculcar que todos tenemos suficiente fuerza de voluntad
para combatir las tentaciones, los vicios que apresan a muchos, y para abrirse
camino cuando ellos decidan poner fin a una debilidad o a algo que los esclaviza, creen que solo con toda su fuerza de voluntad podrán
abandonar todo esos demonios que los dominan, es posible que en algunos
casos muy esporádicos y no tan graves situaciones funcione, pero será por un breve tiempo, no para cantar
victoria porque volverán a flaquea porque hay aguijón en la carne siempre, y el Eterno ha dicho: Mii gracia es todo lo que necesitas; para que mi poder se muestre plenamente en tu debilidad. Por lo tanto, reconozco que soy débil, así, el poder de Cristo reposará sobre mi, 2 Corintios 12:9.
Hoy Dios quiere que sepamos que nuestra fuerza de voluntad solo funciona cuando
las cosas marchan bien, pero que también es cierto que la fuerza de voluntad será
la primera en abandonarnos cuando nos sentimos agotados, débiles e impotentes ante las pasiones que batállan en nuestro cuerpo, y que gran parte de nuestros
problemas, en la mayoría de los casos, se resuelven con un milagro de parte de Dios, ahí la
fuerza de voluntad no cuenta porque los problemas se agigantan en nuestras fuerzas, pues somos limitados, débiles y vulnerables ante la opresión y asedio del maligno, por lo tanto, Sometanse, a Dios, resistan al diablo, y huiará de ustedes, Santiago 4:7.
Nuestra
fuerza de voluntad no es suficiente para resolver problemas, ni vencer la debilidad del pecado, porque dentro de nosotros mismos hay una guerra transada
por el resto de la vida, es una lucha entre lo que éramos antes y lo que somos
ahora que Jesús salió a nuestro encuentro, ahora la carne sigue tirando para
abajo, pero el espíritu tira para arriba, es lo que nos enseña la Escritura en Romanos
7 y 8.
Cuando
una persona, sencillamente no quiere hacer algo, ni se dispone para vencer
algo, su mente y su corazón le darán suficientes razones para no hacerlo,
al mismo tiempo sus emociones se pondrán
de acuerdo con su falta de voluntad, argumentando miles de cosas para que dejarse vencer por la carne, considerando inalcanzable su victoria y en cambio, viendo deseable su debilidad, Santiago 4:1-2.
A
nuestra alma compuesta de mente, voluntad y emociones, le gusta mucho dirigir
nuestra vida, pero Dios en su palabra dice, que debemos ser guiados por su
Espíritu, Porque si viven conforme a la carne, morirán; pero si por
el Espíritu de Dios hacen morir las obras de la carne, vivirán. Porque los que
son guiados por el Espíritu de Dios, esos son los hijos de Dios, Romanos 8:13.
Dios
en ninguna parte de las Escrituras nos enseña a ser guiados por la fuerza de voluntad,
al contrario, nos exhorta a vivir siendo dirigidos y aconsejado por el Espíritu
de Dios; lo que si es cierto es que los necios se burlan del pecado y se enojan contra la santidad y la disciplina divina, en las personas rectas lo que hay es buena voluntad y disposición para ser gobernados, corregidos, cambiados y dirigidos por Dios, Proverbios 14:9. Tanto la corrección como la buena voluntad son
necesarias y vitalmente importantes para una vida exitosa; pero la fuerza
de voluntad humana no será suficiente para vencer la debilidad de la carne que
esclaviza, el vicio que aprisiona, la pasión que seduce guiada por poderes malignos y mucho menos vamos a tener segura el alma para
la eternidad. Jesús fue muy claro en este aspecto
cuando dijo: YO SOY el árbol, y ustedes son las ramas. El que
permanece unido a Mí, y YO unido a él, da mucho fruto, pues separados de Mí,
ustedes nada buena pueden hacer, Juan 15:5.
No
será tu fuerza de voluntad lo que te ayudará en ese problema, será tu
determinación en buscar el socorro de Dios lo que finalmente vencerá, si le entregas a Cristo todos tus asuntos, eso SÍ te traerá solución y podremos encontrar una salida para comenzar de nuevo, y seguir en la lucha diaria, pero definitivamente será solo Dios quien nos permitirá la victoria apara llegar a la meta de la pureza y la santidad; esa es la razón por la cual Pablo escribió: todo lo puedo lograr en Cristo, porque solo Él es quien me da las
fuerzas, Filipenses 4:13. Es Dios quien produce en nosotros así el
querer como el hacer, por su perfecta voluntad, Pues Dios, según su
bondadosa determinación, es quien hace nacer en nosotros los buenos deseos y
quien nos ayuda a llevarlos a cabo, Filipenses 2:13.
Entonces la
fuerza de voluntad no nos resuelve los problemas ni nos impide pecar porque nuestra debilidad de la carne está latente debido a la naturaleza caída. El hecho de querer ser mejores personas
y hacer lo bueno poniendo todo el empeño para lo posiblemente bueno, no nos asegura que vayamos a tener éxito ni obtener el cambio que anhelamos, Por lo tanto seamos pacientes y afirmemos nuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca, Santiago 5:8. Enraícemonos en YHVH y su palabra de vida.
Quizá la fuerza de voluntad funcione durante un breve tiempo, pero nos cansaremos, caeremos y perderemos todos
los esfuerzos realizados hasta ese momento. Debemos acudir a Cristo, decidir tener una nueva naturaleza y caminar con Pasos Firmes en Dios, lo cual demanda consagración para morir al viejo hombre. Cada vez que aflore tu debilidad,
el pecado, tentación y el vicio, tendrás que correr a crucificar ese viejo
hombre, vivir en el Espíritu y recordar que necesitamos depender de Dios y por lo tanto te humillas a Él, Jesucristo fue claro al decir: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niégüese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sigame, Mateo 16:24.
Así
que nuestra fuerza de voluntad es solo un intento temporal, ningún poder humano vence las dificultades, debilidades de la carne y asedio del pecado, mucho menos ganamos la
salvación; solo el poder del Eterno Dios reinando en nuestra vida vencerá para darnos la victoria. ¿Qué
pasaría, si en lugar de recurrir a tu fuerza de voluntad en momentos de
necesidad, corres a Dios? Jesús lo dijo: Vengan a Mí todos los que están trabajados y cansados, y YO los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de Mí, que SOY manso y humilde de corazón; Y hablarán descanso en sus almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga, Mateo 11:28-30.
La fuerza de voluntad sin Dios es soberbia y autosuficiencia, pero depender del Eterno y permanecer en Cristo, es humildad y sujeción de un alma que reconoce su necesidad del Padre Eterno. Dios extenderá su mano, te levantará y liberará su poder para que tengas nuevas fuerzas cuando decidas obedecer su palabra, solo
así activamos el poder del Espíritu y las cadenas que aprionan se romperán, Invócame en el día de la angüstía; te libraré, y tú me honrarás, Salmos 50:15.
Nunca será esto posible en la fuerza de voluntad humana y personal, tampoco será usted el que reciba el reconocimiento, sino
Dios. Es con Dios que desbaratamos ejércitos y derribamos
muros, Salmos 18:29.
Esta es una de las lecciones más importantes que tenemos que
aprender, si queremos ser personas de éxito en la vida nueva que
Jesús nos ofrece al morir en la cruz; Anulando el acta de decretos que había contra nosotros, que estaba en nuestra contra, Cristo quitó de en medio, todo derecho legal que el enemigo tenía contra nosotros, Y lo clavó en la cruz, Colosenses 2:14.
Una gran lección con base en el evangelio para confrontar el
pecado, Dios se manifiesta en personas decididas a amarlo y complacer su dulce y fiel corazón al obedecerlo, siguiendo sus instrucciones y renunciando a si mismos para lograr
grandes transformaciones de vida y no creer que por nuestra astucia ni por nuestra
fuerza voluntad somos vencedores, sino con el poder del Dios viviente. Jeremías 33:3.
Dios envío al profeta Elías donde una viuda que esperaba comer las últimas migajas para echarse a morir, porque Dios no va
al lugar de auto-suficiencia y arrogancia, sino donde hay necesidad, pobreza de espíritu y humldad. Donde hay uno que lo busca de corazón, Él proveerá de su gloria donde hay enfermedad, llevando medicina, donde hay depresión, llevará alegría, pero especialmente vendrá sobre
aquellos que reconocen su necesidad de Él para pedir socorro, Salmos 121.
Ama
a Dios y créele, Él es el único Dios que ofrece poder para tener libertad, vida eterna y vida abundante con fruto, exito, provecho y
productividad, solo Él Creador hace realidad los imposibles humanos, Jesús dijo: ¿No
te he dicho que si crees, verás mi gloria? Juan 11:40. Somos más que vencedores en Cristo
Jesús... Romanos 8:37.
Mg.
MEHC, hija del Dios vibo, real y verdadero y servidora de su reino.
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