18 jul 2017

LECCIÓN # 24-INTERCESIÓN- DISCIPULADO A LAS NACIONES


LECCIÓN 24. RECURSO SACERDOTAL PARA PONERNOS A FAVOR DE OTROS- LA INTERCESIÓN

La intercesión como sabemos y creemos es el ejercicio espíritual más sagrado, es espiritualudad audaz, privilegio de valiente hijos de Dios y guerreros de su reino, pero también es una enorme responsabilidad para los soldados discípulos de Jesucristo; es además el más alto y mayor disfrute que nos conecta en estrecha e íntima comunión con el Gran Varón de Guerra, el Dios creador, YHWH de los ejércitos, Éxodo 15:2.

La palabra Intercesión no existe en la biblia pero se relaciona con el ruego y la suplica de alguien que se humilla ante alguien que tiene poder para salvar; desde el hebreo significa clamor de rendición total de un soldado que se ve atrapado en medio de la guerra, y escondido en un agujero, solo y sin esperanzas de vida, entonces en un acto de angustia, arranca la rama de un árbol y envuelve en ella una tela blanca a manera de bandera y la levanta desde su escondite gritando "me rindo", suplico ayuda, tengan piedad de mi, Génesis 18:23-33.                                                                                         Cuando intercedemos, suplicamos y rendimos nuestra voluntad a Dios para que se haga la suya; Interceder es cuando oramos en medio de gemidos y suplicas angustiosas ante el trono de Dios para implorar su favor y su intervención sobrenatural por algo o por alguien; en el griego da la idea de ir más allá de los límites y en un acto osado aproximarse al Rey para hacerle una petición urgente. Entonces podemos definir la intercesión como la acción de pedir algo con humildad y súplica apelando a la gracia de Dios para que intervenga milagrosamente y nos rescate de un peligro o una necesidad urgente que supera nuestras circunstancias y expectativas de vida. La intercesión traspasa el plano natural para llegar a lo espiritual de Dios con el propósito de obtener una respuesta a una necesidad que se escapa de lnuestras manos y los alcances humanos. Salmos 40.

La intercesión implica humillarse delante de Dios a favor de los hombres, las naciones y la tierra, con una oración persistente, consagrada, diligente, específica, apremiante y santa pero llena de fe y confianza suplicando su gracia a favor de otros o de sí mismo, cuando desesperadamente tenemos un peligro o una necesidad que solo puede ser solucionada por la intervención extraordinaria y sobrenatural del Dios Todopoderoso. Deuteronomio 9:25-29.

La intercesión se concibe como un acto de amor y clamor imparcial e incondicional por justicia y misericordia divina que hace un mediador, intercesor y atalaya, que conoce y reconocese el poderío y grandeza de nuestro Creador, por eso se rinde y inclina en humildad reverente de adoración delante de Aquel que todo lo puede por y para nosotros para resolver conflictos y recibir su gloriosa y milagrosa ayuda en casos que requieren especial atención, e intervención supernatural de Dios porque Solo Él los puede resolver mientras clamamos, adoramos y nos santificamos para Él. Colosenses 1:3.

En tiempos de Ezequiel, el pueblo de Israel estaba andando en sus propios caminos y como bien le parecía a cada uno, Jehová Dios deseaba que hubiese alguien que intercediera a favor de su pueblo para que se arrepintieran de su mal camino, se volvieran a Dios y no perecieran en loa juicios, esto es intercesión. Porque cuando Dios anuncia juicio no es para que nos paremos impávidos a esperar que sucedan, sino para que pongamos el nombre de Dios en alto, prediquemos su palabra y adoremos en santidad clamando por su bondad que salva y libera. Salmos 88:1-2, 119:147-149.

Dios lo expresa así: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de Mí, a favor de la tierra, para que YO no la destruyese; y no lo hallé. Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira, los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová el Señor.” Ezequiel 22:30-31 En este último tiempo el Señor está buscando en medio de su pueblo, hombres y mujeres que con fuerza y vigor levanten vallado, cobertura contra el mal, avivamiento y despertar espiritual de las gentes hacia Dios, para que haya resolución de problemas, santidad y poderoso mover de Dios a favor de la iglesia, la familia, las naciones y el mundo; esto agrada a Dios porque Él anhela que sus hijos den a luz sus planes en la tierra a través del clamor y la súplica continua. Efesios 6:18.

La brecha es un espacio vacío, un abismo que separa la gente de Dios, el vallado es un muro de contención espiritual que protege, trae liberación y salvación, el vallado es un cerco o una pared que resguarda y sirve para esconder, proteger y ayudar al que está en peligro, desesperación o problemas. Ese vallado o cerco invisible está hecho a base de santidad espiritual, oración, ayuno, velada y guerra espiritual en autiridad divina para mantener a los enemigos fuera y que la viña del SEÑOR se multiplique y crezca para que esté segura y firme caminando de la mano de Jesucristo; porque nuestra seguridad física depende de nuestra espiritualidad y el poder de permanecer en la brecha haciendo vallado. Y antes que clamen, responderé YO;mientras aún hablan YO habré oído...Isaías 65:24-25.

La oración intercesora envuelva, levanta y edifica un muro de contención espiritual a manera de torre fortificada alrededor de los hijos de Dios y de aquellos por quienes se intercede; la intercesión es como construir puentes  que unen  las familias, las ciudades, las naciones y el mundo para que se lleve a cabo a voluntad divina y se manifieste su gloria por encima de toda tiniebla y maldad. Pero si ese vallado, ese cerco, ese puente o pared se rompe a causa del pecado y la iniquidad, será una puerta abierta por donde el enemigo entra para hacer estragos. Nehemías 4:7-8. El diablo sabe cuándo este cerco de protección divina está sobre alguien, eso fue lo que sucedió con Job 1:10 por eso el enemigo no podía tocarlo ni hacerle ningún daño. Job rogaba y clamaba continuamente con sacrificios y ofrendas de fe e integridad  delante de Dios para poner su familia en manos de Dios, suplicando perdón.

El propósito de la intercesión es traer el cielo a la tierra mediante nuestra espiritualudad y vida santa para que la intervención todopoderosa de Dios venga sobre lugares, personas y circunstancias determinadas. Toda la intercesión es oración, pero no toda oración es intercesión. Los atalayas o intercesores son columnas fuertes en el reino y la casa de Dios y pueden tener o no el ministerio profético. Por lo general el intercesor ora y hace guerra, pero no necesariamente profetiza, aunque es conveniente aclarar que Dios es soberano y Él se glorifica como quiere. Lucas 18:1.

La intercesión debe hacerse sobre la base del conocimiento de Dios y su Palabra porque debe ser guerra espiritual con su palabra, por eso dice: Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, Efesios 6:17, estos elementos son eje del ministerio de un intercesor que aboga, interviene e intercede colocándose a favor de una situación de conflicto para que haya una respuesta favorable de parte de Dios. Jesús intercedía todo el tiempo y aún lo sigue haciendo ¿por qué no hemos de hacerlo nosotros? Por lo cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos, Hebreos 7:25 y 1 Timoteo 2:5.

Nuestro Señor Jesucristo, el Soldado de la cruz es el mayor intercesor, la Simiente de la mujer y el eterno Hijo de Dios. Él fue el pionero intercesor y capitán de nuestra salvación, colocándose entre Dios y los hombres, muriendo en la cruz. Ahora sigue intercediendo por nosotros ante el Padre como nuestro gran Sumo Sacerdote, sentado en su trono de gloria, Romanos 8:32; aquí en la tierra nuestro intercesor es el Espíritu Santo de Dios con nuestra oración. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras.” Romanos 8:26. (DHH).

La obra completa del Calvario es la mayor intercesión inexpugnable, ha sido y será por la eternidad el concluyente golpe de victoria divina que aplastó la cabeza al enemigo de las almas. La batalla de la cruz fue ganada en el campo de la oración intercesora del Getsemaní, por eso es necesario interceder para que Dios actúe. “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”  Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros, Santiago 4:7-8. Una forma de someternos y obedecer a Dios es interceder por otros.

Así como Dios busca adoradores, también busca atalayas intercesores y soldados que vivan en santidad y conserven su investidura de autoridad y poder, teniendo puesta la armadura de Dios para que el enemigo salga huyendo.Yo he buscado entre mi pueblo a alguien que los defienda; alguien que se ponga entre ellos y Yo, y que los proteja como una muralla; alguien que me ruegue por ellos para que YO no los destruya. Pero no he encontrado a nadie.” Ezequiel 22:30, (BPT). Interceder es defender, impedir la entrada de un intruso y expulsar a un usurpador para poner límites al mal.
En Números 16:41-50 hay un gran ejemplo de oración intercesora: cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón; Jehová habló á Moisés diciéndoles que se apartaran de la congregación para consumir al pueblo en un momento. Pero estos dos hombres piadosos se echaron sobre sus rostros y Moisés le dijo a Aarón que tomara el incensario y colocara fuego con perfume en el altar para hacer expiación por ellos; porque el furor divino había salido de delante de la faz de Jehová y la mortandad había comenzado.
Entonces tomó Aarón el incensario (oración intercesora) como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación: y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo: y él puso perfume, (santidad y consagración) e hizo expiación por el pueblo (súplicó perdón). Se puso entre los muertos y los vivos y cesó la mortandad. La intercesión nos pone en la línea de batalla entre el cielo y la tierra, entre la vida y la muerte y entre el bien y el mal para que la mano de Dios libere bendición mediante la confesión de pecados y de la Palabra, con la declaración de sus promesas, en el nombre y la sangre de Cristo por el poder del Espíritu Santo.

En la oración intercesora o intercesión, tomamos autoridad sobre el enemigo para combatirlo y vencerlo usando armas celestiales dadas por el Señor a su Iglesia. Esto obliga a Satanás a entregar lo robado y soltar a quien ha esclavizado. La lucha espiritual nos da la victoria, aunque el diablo trate de desbaratar los propósitos y planes de Dios para el avance del Reino. ”Tú como buen soldado de Jesucristo, debes estar dispuesto a sufrir por él. Ninguno que milita se enreda en los negocios del mundo, a fin de agradar a Aquel que lo tomó por soldado”. 2 Timoteo 2:3-4.

La intercesión es la más noble de todas las oraciones porque hay desprendimiento de nuestras propias necesidades, para interesarnos en el dolor y las aflicciones del prójimo. Desarrollamos santidad, amistad y una relación íntima con Dios; tenemos el privilegio de interceder y ponernos a favor de los demás porque sentimos carga profunda por aquellos que están sin Cristo, por los que sufren o por situaciones específicas que vemosvo vivimos y el Señor nos pone en el corazón el querer como el hacer, Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno de su vida por sus amigos, Juan 15:13.

Interceder equivale a la oración sacerdotal, son los sacerdotes quienes establecen puentes entre Dios y el hombre y eso somos toda la Iglesia como lo dice 1 Pedro 2:9; la Intercesión es el ministerio que experimenta una necesidad continua y apremiante de ofrecer a Dios oraciones a favor de muchas necesidades de esta tierra. Esta carga es una combinación de amor, compasión, gracia y misericordia con lo cual el Altísimo ha privilegiado a su pueblo al considerarlo real sacerdocio. Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” 1 Pedro 2:9 (BDLA)

Hoy le corresponde a la Iglesia tomar el lugar de Moisés, Abraham, Nehemías, Esdras, Daniel, Ester y otros siervos de Dios del AT para impedir juicios y castigo por causa del pecado; consagrando nuestra vida, santificando el alma, avivando el espíritu y rogando delante de Dios continuamente y sin cesar para que haya perdón, restauración, salvación y despertar espiritual en medio de un mundo que cada día más anda en tinieblas y en la maldad de su corazón. 

Interceder es permanecer en la presencia de Dios no solamente en el momento del conflicto sino también fuera del tiempo del conflicto, es decir, que la intercesión también debe ser una oración preventiva no sólo curativa. El intercesor debe conocer por qué va a clamar a Dios, cerrar brechas, hacer camino, no abandonar la guerra, estar dispuesto y preparado para luchar y defender. Dios quiere contar con valientes soldados disponibles, para quitar el juicio, sanar la tierra y arrebatar las almas de las garras del maligno. Veamos algunos ejemplos de intercesión: Números 14:19; para escapar del peligro, Hechos 12:5-12; para que vengan las bendiciones, 1 Reyes 18:41-45; para invocar el poder del Espíritu Santo, Efesios 3:14-17; por sanidad, Santiago 5:14-16; por perdón, Esdras 9:5-15, por los gobernantes, 1 Timoteo 2:2; por crecimiento espiritual, Colosense 1:10-11; por los pastores, 2 Timoteo 1:3-7; por las misiones, Mateo 9:38; por la salvación de otros, Romanos 10:1-4; por adoración a Dios, Salmos 67:3-5, entre otros.

La intercesión desarrolla crecimiento espiritual y liberador a favor de alguien o algo, para ir en contra las fuerzas del mal y obligando al malo a retroceder, entregar los cautivos y soltar los presos y los estancados; el intercesor desarrolla el don de discernimiento identificando la presencia de lo extraño, de lo malo, la raíz y las causas por las cuales algo no va bien o las cosas no funcionan ni encajan, Dios nos da revelación cuando oramos en el Espíritu y con la Palabra.

El enemigo atrapa, cautiva, subyuga, vence siniestramente, usurpa los límites, roba lo que no le pertenece, domina y esclaviza a sus víctimas como la serpiente que acecha y envuelve a su presa, esto sucede cuando hay actas de decreto contra nosotros; ese reptil poco a poco se enrosca alrededor para envolver, ahogar y tragar a su presa, con siniestras quijadas que se abren como un abismo de oscuridad y muerte, así el maligno devoraría los esfuerzos del hombre si Cristo no hubiera hecho la mayor Intetcesión y su iglesia no orara.

Esta es la escena de la guerra espiritual expresada por Jesús: “El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; pero YO he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10

El nombre y la sangre de Cristo, la adoración santa y la armadura del cristiano nos dan poder para desligar y dar libertad atando y desatando, derribando, arrancando y destruyendo porque Cristo nos dió poder y autoridad para hollar serpientes y escorpiones en la tierra mientras Dios lo hace en el cielo. Así es que en el nombre de Jesucristo de Nazaret tendrán que caer estruendosamente los baluartes, obstáculos, muros e impedimentos del enemigo y tendrá que dejar ir libres las almas y soltar lo robado. Esta intercesión tiene mucho más poder cuando se alaba y se adora, se dice que cuando se canta y se adora, se ora tres veces. 2 Crónicas 20:17-22Cristo ya nos ha capacitado, nos ha dado toda su autoridad, respaldo y las armas necesarias para interceder, vencer y alcanzar victorias. Efesios 6:10-18.

No estamos indefensos pero tampoco podemos ser indiferentes ni neófitos en la Palabra, es necesario conocerla, viviría, obedecerla y confesarla contra todo mal, Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis porque los espíritus se os sujetan, sino regocijaos que vuestros nombres están escritos en los cielos. Lucas 10:17-20.
Algunas guías básicas para la intercesión son: tener siempre a mano la Biblia, tener el llamado, tener corazón de soldado de Cristo, apartar tiempo y un lugar tranquilo, acostumbrarnos a los períodos de silencio y no tener temor de las pausas, orar en el espíritu para que la mente no se distraiga, leer versículos claves en voz alta que nos ayuden a interceder, tener a mano una lista de peticiones y necesidades para interceder y clamar al Señor por ellas. A Dios le gusta que le pidamos porque nos cumple sus promesas. Podemos orar con los salmos o con las palabras que el Espíritu Santo nos inspire, se pueden citar oraciones de siervos de Dios escritas en la Biblia, quizá Él Señor nos dé una oración profética, o una palabra propicia y oportuna para el momento, Salmos 25:9, Juan 16:13, Romanos 8:26

Se deben confesar palabras de bendición, atar y desatar, De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra, acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” Mateo 18:18-19. Debemos ser guiados por el Espíritu Santo, si no estamos seguros, mejor callar y quedarnos quietos, Dios nos dará la certeza y firmeza para hacer lo que Él quiere.

Resumiendo podemos decir que la intercesión es fundamental para el avance de la obra misionera y evangelística; Dios llama a interceder para que nos interpongamos contra el mal, Isaías 59:16; Dios quiere personas despiertas que invoquen su nombre para apoyarse en Él, Isaías 64:17; Dios busca hombres y mujeres que hagan vallado de protección y se pongan en la brecha a favor de la tierra y sus habitantes, Ezequiel 22:30.

El propósito de la intercesión es vencer potestades espirituales, derribar principados y potestades, destruir gobernantes de las tinieblas, arruinar huestes espirituales de maldad en la regiones celestes, arrebatar almas, edificar vidas y plantar el reino de los cielos en la tierra, Efesios 6:10-12; para que la multiforme gracia de Dios sea dada a conocer y que haya despertar espiritual con la predicación del Evangelio y el testimonio, haciendo que el Señor sea glorificado.

Debemos interceder diariamente para que el Señor envíe obreros a la mies, Mateo 9:37-38; por los misioneros, 1 Tesalonicenses 5:25; por las ciudades y las naciones, Génesis 18: 16-33, y por la salvación de las personas, 1 Timoteo 2:1-14. Tengamos en cuenta la oración de Jesús en Juan 17 para interceder con sabiduría.

Coloquémonos entre Dios y los hombres, entre el cielo y la tierra y en el lugar del otro, identifiquémonos con sus problemas, Romanos 9:2-3, seamos disciplinados, deleitemonos en la oración y hagamos de ella un estilo y forma de vida; persistamos hasta hallar respuesta, Isaías 62; intercedamos sin cesar, seamos inoportunos ante Dios a tiempo y a destiempo. Amén.

“¿Piensas que no hay nadie que interceda como debe ser? Entonces, sé tú esa persona” — Oswald Chambers.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.

REFUERZO 25- RECURSO SACERDOTAL PARA PONERSE A FAVOR DE OTROS

1. ¿Por qué se debe interceder? 1. Timoteo 2:1

2. ¿Qué dice acerca de la intercesión Santiago 5:16

3. ¿Por qué es importante para la Iglesia de Cristo interceder? Juan 11: 34-38. Haga un
      resumen con sus propias palabras.

4. De qué se admiró Dios en:

a.     Isaías 59:16.

b.     Isaías 57:1.

5. ¿Qué sucede cuando hay oración intercesora? Joel 2: 18-19

6. ¿Por quienes nos exhorta Dios interceder?

a.     1 Timoteo 2:1-2.

b.     2 Tesalonicenses 3:1.

c.     Santiago 5:14-16.

d.     Mateo 5:44.

e.     Colosenses 1:9.

f.      Hechos 12:5.

7. ¿Qué se obtiene a través de la oración de otras personas? Hechos 12: 4-11

8. ¿Qué significa que Moisés alzara las manos a Dios? Éxodo 17: 8-13.

9. ¿Cuál es el requisito que el Señor pide a los intercesores? 1 Timoteo 2:8.

10. ¿Por qué razón el Señor no escucha una oración?  Salmos 66:18.

11. ¿Qué sucede cuando nos deleitamos orando? Salmos 37:3-6.

12 ¿Cómo es la oración de un justo y qué logra? Santiago 5:16.

13 ¿Qué promete el Señor cuando oramos? Salmos 34:15-17.

14. ¿A quién debemos clamar?  2 Crónicas 20: 5-7 __________ Efesios 1:17 __________
      Lucas 23:42_____________  Hechos 4:24 ___________

15. ¿Qué debemos hacer para ser verdaderos intercesores?

       a. Colosenses 3:1-3.

  b. Filipenses 3:7-8.

16. ¿Cómo debe vivir el intercesor delante de Dios? Colosenses 1:10 y  1 Pedro 1:15

17. ¿Cómo debe ser el intercesor? Efesios 5:17.

18. El intercesor debe amar a las personas y sentir carga por sus necesidades. Escriba los
      siguientes versículos:

      Gálatas 6:2.

      Santiago 5:16b.

19. ¿Dónde debe permanecer un intercesor? Juan 15:5-7.

20. ¿Cuál fue la autoridad que Jesús nos dio en Lucas 10:19-20?

21. ¿Cuál es la obra del Espíritu Santo a nuestro favor? Romanos 8:26-27.

22. ¿A qué se nos exhorta en 1 Timoteo 2:1?

23. ¿Qué hace Cristo por nosotros según lo enseña Hebreos 7:25?

24. Jesús intercedió específicamente en Juan 17, con base en eso responda lo siguiente:
a. ¿Qué pidió al Padre? v. 3.
b. ¿Por quién rogó? vv. 9-10.
c. ¿Cómo pidió por la unidad? vv. 11b, 22-23.
d. ¿De qué pidió Jesús que fuéramos guardados? v. 15.
e. ¿Por quién más rogó Jesús? v. 20.
f. ¿Estaba usted incluido en esta oración?
g. ¿Por qué está seguro de la anterior respuesta?

25. ¿Qué clase de oración fue la que hizo Moisés en Éxodo 32:11?

26. ¿Cuál fue la forma de actuar de Mardoqueo para interceder a favor de su pueblo?
      Ester 4:8.

27. ¿Cuál fue el resultado del ayuno y oración intercesora de Mardoqueo y el pueblo?
       Ester 6:1.

28. ¿Cuál es la palabra que se usa en la Biblia para intercesión? Ester 7:3.

29. ¿Cómo recompensa Dios a sus siervos que interceden? Ester 8: 4-5.

30. ¿Cuál fue la fiesta y cuál el resultado en Israel de la intercesión de Ester 9:16-26?