14 abr 2017

CLAMOR DE DIOS DESDE LA CRUZ


EL CLAMOR DE DIOS DESDE LA CRUZ DE CRISTO ES PARA BENDECIR AL QUE CREE. 

Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a YHWH, que Él lo libre…Salmos 22: 7-8.

Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre Mí su boca como león rapaz y rugiente. He sido derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes. Salmos 22:12-19. 

El amor consiste, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él Padre nos amó mucho más, al enviar a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados1 Juan 4:10.

En la cruz el santo de los santos murió por un mundo pecador, Él gimió de dolor y angustia, su sangriento sacrificio fue un hecho fuertemente espiritual que afecto lo terrenal; fue el padecimiento del justo por los injustos, algo tan profundo que ni hasta hoy logramos comprender; todo el dolor que el Inocente y Santo Hijo del Hombre padeció al estar colgado de la cruz, lo mereciamos tú y yo, alli en el madero, el Dueño del universo desplegó su amor esparciendo perdón para salvación, limpiando con su sangre los pecados de la humanidad; este gran martirio del Hijo de Dios, el Padre nos lo revela más y más cada día, para que el Salvador reciba la adoración que merece con todo nuestro ser; solo Él es digno, rindámonos totalmente a Cristo porque Él lo dio todo para librarnos del infierno. La vida no alcanza para agradecer a Dios tanta bondad y misericordia en el martir del Calvario al darnos libertad y vida salvándonos de la muerte eterna con su resurrección, así nuestro Cristo es el Portador directo de las Buenas Nuevas de Salvación. Isaías 61:1-3.  

 

El clamor de Jesús en el madero de su cruz son palabras cargadas de perdón salvador, son un llamado al arrepentimiento para que todos se vuelvan a Él y abandonen su pecado para alcanzar misericordia, renunciando a nuestra propia justicia, y que sea el Padre celestial quien nos retribuya; es un clamor para que nos negamos diá a dia al yo soberbio y seguir con humildad y santidad al crucificado, y recordar continuamente que Él resucitó, haciendo todo para salvarnos, darnos vida y proporcionarnos paz, seguridad y esperanza; Jesús es la fuente de nuestro consuelo para tomar fuerzas en el dolor y vivir las pruebas con gozo, luchando nuestras batallas y haciendo real el ministerio de la reconciliación. Bendito el Dios y Padre de nuestro SEÑOR Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Cristo de los muertos. 1 Pedro 1:3.


La denigrante muerte de la cruz de Cristo es narrada por los cuatro discípulos denominando a Jesús en su sacrificio con el nombre de Hijo del Hombre, el Dios Espiritu haciéndose visible en forma humana para ofrendarse a favor a muchos con su santa humanidad, derramando su sangre para limpiar pecados y quitar la culpa; sus palabras pronunciadas mientras agonizaba en el madero, despiertan emociones encontradas en el corazón de los hombres, tanto para los que creemos que lo amamos, como para otros que no creen y lo rechazan a pesar de la crueldad de su sacrificio, y de haber sido tratado como un criminal con implacable violencia; pero así debía cumplir la voluntad y justicia del Padre, a favor de los hombres, para traer luz y vida al mundo y hacer el camino hacia el Padre. Isaías 9:1-2; Y el amor de Cristo nos constriñe pensando, que si uno murió por todos, entonces todos morimos; y si por todos murió, los que viven ya no viven para sí mismos, sino que vivimos para aquel que murió y resucitó por nosotros. 2 Corintios 5:14-15.

 

Él Padre nos amó de la tal manera, que envió a su Hijo para que fuera ofrecido como el Cordero limpio, perfecto y santo a favor de los sucios e ingratos, rebeldes y soberbios pecadores. Jesús padeció en la soberanía del Padre en manos de los poderosos malvados gobernantes y religiosos de su época, así el Hijo de Dios, fue por la via dolorosa al calvario y a morir; Él fue afrentado vil e injustamente, sufriendo la traición de uno de sus amigos, pasando la vergüenza de la desnudez y el oprobio de la sangrienta crucifixión. Este magno evento que quebró la historia en dos, es tan poderoso, que hasta el día de hoy seguimos descubriendo sus detalles para dilucidar y comprender todo con la ayuda del Espiritu Santo. Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:5-6.

 

La lucha de Jesús en el calvario y el propiciatorio de la cruz, fue una terrible y encarnizada guerra espiritual contra satanás, sus demonios y todo el infierno, que al momento de su crucifixion atacaron con saña como grandes ordas del maldad que se alegraban con su martirio creyendo que lo habian vencido; pero Cristo fue el elegido para ser el Portador del justo juicio de Dios contra el ladrón, salteador, mentiroso y homicida, El Rey de gloria peleaba con colosal fuerza nuestra batalla, y sus palabras dieron testimonio de su gallardía, amor, poder y grandeza divina; porque todo en Él estaba cargado de misericordia, valor y entrega total, por aquellos que amaba y había creado a su imagen y semejanza. Isaías 42:1-9 y 60:3; A fin de conocerlo, por el poder de su resurrección y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejantes a Él en su muerte. Filipenses 3:10.

 

Las palabras de Cristo en la cruz, afectaron eternamente el mundo natural y espiritual, son oraciones superlativas de poder y autoridad que seguiran interfiriendo en lo terrenal y lo eternal,  despertando la fe, y afianzando nuestra confianza y esperanza en Dios, con el fin de que nos comprometamos y responsabilicemos reverente y obedientemente con Dios y ser verdaderos santos y seguidores que lo representamos como faros de luz, y antorchas encendidas por su amor, para alumbrar las tinieblas del mundo con la luz del Espiritu. Isaías 62:1-12, Juan 8:12.


Conozcamos cada uno de los siete clamores del SEÑOR, que pronunció mientras agonizaba bajo agudos dolores, el asedios de los demonios y el silencio del Padre, porque cargaba nuestros delitos, pecados y culpas en su santo cuerpo llagado; pero en medio de su gran agonía el santo Hijo del Hombre intercedía al Padre por la redendición de la raza humana. Isaías 42:1-4.


1. Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, Lucas 23:24. 
Es una súplica intercesora al Padre por el perdón de nuestros delitos y desobediencia, cumpliendo lo profetizado en Salmos 22:18; con esta palabra Jesus hace realidad el perdón del Padre a favor de la raza humana; el Hijo renuncia a hacer su propia voluntad para hacer la del Padre, justificándonos en Él, para evitarnos la ira del Padre y el justo juicio por ser pecadores; Cristo renunció a sus derechos de Dios, y se hizo Hombre para derramar gracia redentora sobre nuestras vidas con amor incondicional. Siendo Dios, sabía que los humanos que lo martizaban, no entendían quién era Él, ni discernían lo que estaban haciendo; eran seres movidos por las fuerzas de la oscuridad que aprovecharon el momento para ensañarse contra el santo Hijo de Dios. Sobre mis ropas echaron suertes…Salmos 22:7-8 y 12-18.

 

2. De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso, Lucas 23:43Es una declaración salvadora para el malhechor crucificado que se arrepintió, reconociendo su pecado y su necesidad de Dios, por eso pidió a Jesús que se acordara de él, reconociendo que era el Salvador; así en su agonía el SEÑOR le aseguró la vida eterna con palabras cargadas de ternura y perdón y mirándolo a los ojos con infinita compasión; Cristo salva y abre las puertas a la vida eterna, porque siendo el Dios omnisciente, sabía y veía lo que se anidaba en el corazón de aquel hombre, por eso, tuvo misericordia para responderle a su súplica y arrepentimiento genuino. Y se cumplió lo que dice:..Derramó su vida hasta la muerte y fue contado con los pecadores...Isaías 53:12.

 

3. Mujer, he ahí a tu hijo-hijo he ahí a tu madre, Juan 19:26-27Era una frase provista del amor protector que cuida y protege, y fue a favor de su madre Miriam y Jesús con la carga de su dolor no se olvidó de la que lo dio a luz; así cumplía el SEÑOR su obediencia al Quinto Mandamiento de honrar a los padres, dejándonos el magnífico ejemplo y recordatorio de lo que Él enseñaba; y  a pesar del suplicio de su muerte unido al ataque de los demonios que lo oprimían violentamente, se ocupó del cuidado de su madre, encargándosela y confiándosela a su discípulo amado, Juan; a pesar de la insoportable prueba que padecía el Cordero santo, se dirigió a su prójimo con suavidad y dulzura para recordarnos que el amor protege y cuida hasta el final. Tenemos a Dios, el Grande Salvador que da ejemplo a los pecadores como tú y yo, pues el cuidado de los padres está antes que la ofrenda a Dios, Mateo 15:3-7.

 

4. ¡Eli, Eli, lama sabactani! ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has desamparado? Marcos 15:34Esta frase era una súplica y un clamor de ayuda al Padre, un grito de angustia apremiante salido de los labios del santo Dios; y aunque las tinieblas estaban en el climx de su satánica fiesta, el Padre y el Hijo permanecian juntos, solo que Abba Padre no respondía porque sabía y veía a su Santo Hijo cargando toda la maldad e iniquidad de una raza caída que debía ser levantada, por eso guardó silencio, y con la oscuridad, se encerraba la ira y juicio del Padre contra el pecado, pero ambos, Padre e Hijo, actuaban en función de su fidelidad, para que se llevara a cabo el plan redentor, en el sacrificio perfecto y sustitutivo de Cristo, que tomaba nuestro lugar en el madero de la cruz. Isaías 53:3-7. Y Cristo debia padecer, y ser el primero en la resurreccion de los muertos, para anunciar luz a su pueblo y a los gentiles. Hechos 26:23.

 

El SEÑOR Jesús soportó el peso de la ira del Padre a causa del pecado de los hombres para satisfacer el corazón del Padre y traer reconciliación con Él por su misión redentora completada en su resurrección y sscención. Esta es una palabra profetizada en Salmos 22:1-2, donde Jesús literalmente sintió la quietud y silencio del Padre, porque Abba Padre no soportaba ver tanta  maldad y vergüenza en los vejámenes de la raza humana, pero Jesucristo seguía confirmando que el Eterno era su Padre, aún en el padecimiento de su cruz, al mismo tiempo hacía efectiva la profecía que dice: YHWH quiso sujetarlo a padecimiento, poniendo su vida en expiación por el pecado...Isaías 53:10-12.

 

5. Tengo sed, Juan 19:28-30, Era un clamor en búsqueda de alivio a su agonía y dolor profundo, se cumplía lo profetizado en Salmos 69:19-21 revelando la condición física y humana del Hijo del Hombre en este encarnizado suplicio de afrenta y oprobio; y más que su humanidad, sus palabras develan su conocimiento de las Escrituras en todo lo profetizado respecto a Él, Me dieron hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre. Salmos 69:21.


En este clamor se revela el clímax del dolor y la copa de la angustia bajo el padecimiento que tuvo que soportar el bendito Hijo de Dios, para llevar a cabo su obra expiatoria y sustitutaiva por nosotros pecadores, y todo fue planeado por el Padre al instante que el hombre pecó. Porque Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho; y con su obra, justificará mi Siervo Justo a muchos, porque ha llevado sobre sí mismo las iniquidades de ellos. Isaías 53:11. 

 

6. Consumado es, Juan 19:30Esta palabra es proclamación de victoria salida de la boca del Rey victorioso e invencible; en las tempranas horas de la tarde cuando nuestro SEÑOR agonizaba, pasaba por momentos de intenso dolor, para da cumplimiento a la más sublime promesa de redención de Génesis 3:15. Su excelso y magno sacrificio estaba Anulando el acta de decretos que había contra nosotros y que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, despojando a los principados y a las potestades malignas, exhibiéndolas públicamente, y triunfando sobre ellas en la cruz. Colosenses 2:14.

 

Consumado es fue la expresión más importante de Jesus estando en la cruz, Él aseguraba y completaba su obra, destruyendo la muerte, sobre la cual, hasta ese momento el adversario había tenido derecho para destruir las almas. Jesús hacía justicia venciendo toda obra del maligno, limpiando al pecador y dejando la puerta abierta para tener acceso al Padre y su reino. Asi quedó plenamente satisfecho de su sacrificio y su vida entregada; Cristo marcó un nuevo comienzo con el pacto de la gracia, en un aC y dC. y los salvados recibimos la herencia de la vida eterna, Colosenses 2:14-17 y Hebreos 9:16. Por tanto, YO le daré parte con los grandes, y con los poderosos repartiré el botín, por cuanto derramò su vida hasta la muerte. Isaías 53:12.


7. Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu, Lucas 23:46
. La oración final de consumación total de su entrega a favor de los pecadores habia sido hecha. Jesucristo padeció y murió como ningún otro ser humano, y fue asesinado por hombres impíos, Hechos 2:23; el Padre lo envió a morir en la cruz y lo sujeto a padecimiento, Isaías 53:10; el Hijo voluntariamente entregó su vida y dio su cuerpo a los verdugos, por aquellos que amó y ama eternamente con generosidad, onfirmando así las palabra de Salmos 31:5: y 
Como raíz de tierra seca, no hubo hermosura en Él, ni esplendor ni atractivo para que lo desearamos. Él fue despreciado y desechado entre los hombres, como varón de dolores, experimentó el quebranto; y escondimos el rostro de Él, porque fue menospreciado y no lo estimamos. Isaías 53:1-3.


Su palabra final En tus manos encomiendo mi Espiritu, fue para expirar finalmente su vida humana, concretando el pacto redentor en sí mismo; para que quien lo reciba, cambie el pecado por santidad, camine con Cristo a la luz de su palabra y tenga vida eterna. Jesús sufrió y murió con sumisión, pero con determinación y fuerza de Espiritu, teniendo pleno control sobre la hora de su muerte; su sacrificio era la única vía de salvación y camino al Padre para la raza humana. Por medio de violencia y de juicio fue quitado; y su generación ¿quién la contará? Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de su pueblo fue herido. Isaías 53:8.


En 
Mateo 26:28, Jesús anunció el derramamiento de su sangre para limpiar todo pecado y llevar a cabo el mejor Pacto; por eso nació, vivió, sufrió, murió y resucitó en función de la raza caída que no podía salvarse por sí misma; en su sacrificio no hubo nada absurdo ni inesperado, todo en Él estaba escrito y profetizado y que todo se cumpliera según lo dicho por los profetas desde la antigüedad; su calvario era la consumación de algo planeado y preparado por el Padre para tomar lo que le pertenecía por derecho propio, desde la creación, pues Él era El Artífice Creador. Ahora ¿cuál es nuestra respuesta a esta colosal obra de nuestro Dios?

 

La puerta al Padre quedó abierta en Jesús, y con su cruz Cristo vino a ser el puente que comunica y conduce a los redimidos al lado del Padre, Él es la Luz en el camino que ilumina y muestra a la humanidad quien es su Dueño original; Jesús nos reconecto con el Padre rompiendo el velo del abismo que nos separaba pues no había acceso al lugar santísimo; y con el Aliento de Vida de su Espíritu nos selló como propiedad absoluta de Dios; su obra máxima en la cruz y la tumba vacía nos otorga vida y victoria, Y fue dispuesto con los ricos en su muerte. Isaias 53:9 -10. 


Amén, gloria al Eterno Dios de amor por los siglos de los siglos. Aleluya! A Él sea todo honor, todo el imperio, reconocimiento y acciones de gracias por los siglos de los siglos. Amén.


Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.