15 mar 2017

DIOS TE ANHELA, SÚBE AL MONTE



DIOS NOS ANHELA ARDIENTEMENTE

Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacía Mí; los acerqué a mis mejillas como si fueran niños de pecho; me incliné a ellos para darles de comer, Oseas 11:4.

Y YO, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a Mí mismo, Juan 12:32. Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, quiero más que me conozcan, no que me ofrezcan sacrificiosOseas 6:6.

Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es nuestro culto racional, Romanos 12:1.

A veces decaemos, nos entristecemos y desánimamos porque la vida es de valientes que confían en su SEÑOR, pero debido a que no buscamos a Dios c9n perseverante pasion como Él lo merece y nosotros lo necesitamos, y no por no correr a sus brazos, no adorar como solíamos, por no cumplir nuestros encuentros diarios con Él, hoy vemos a muchos creyentes debilitados, pobres en la fe, dudando de sus oraciones y de la palabra, pareciera que el fuego santo que los hacia arder se les  extinguió, sin embargo recordemos lo que Él nos dice: Estén gozosos, oren sin cesar, den gracias en todo…no apaguen el Espíritu. No menosprecien las profecías; examínenlo todo y retengan lo bueno. Absténgase de toda especia de mal. Y el mismo Dios los santificará por completo; y todo su ser, espíritu, alma y cuepo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo…1 Tesalonicenses 5:15-24. Pero hemos lo contrario.  

Si abandonamos el pecado ¿por qué reincidir? Los tiempos no están para ser cristianos tibios que vuelven atrás y divagan entre Dios y el mundo, es tiempo de amar intensamente a Dios y establecernos en su familia. ¿Por qué todavia son de doble ánimo? Porque no deciden buscar al SEÑOR para implorarle su fuerza y poder para ser verdaderos hijos del reino, determinados y seguros en su fe; somos ovejas de su prado, no podemos salir del redil y mucho menos olvidar al Buen Pastor que nos ama y anhela con amor eterno, y nos prolonga sus misericordias, Jeremías 31:3. Porque los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán, y no sw fatigarán Isaías 40:31.

Buscar a Dios y permanecer en su presencia es cuestión de amor sincero, es cuestión de decisión por su Espíritu que reina en nuestro ser, no en nuestras propias fuerzas, ni como se nos ocurra, deseemos verlo y oirlo de manera personal y real, pero nos conformamos con nuestros monólogo imaginando que está arriba y lejos de nuestro alcance, por eso lo descuidamos a menudo; necesitamos subir al monte de su gloria, y como el ciervo brama por las montañas buscando agua, anhelar ardientemente ver al Alto y el Sublime todas las veces día a día. Moisés fue requerido siete veces por Dios para subir al monte, y cada vez que subió fue con un propósito diferente y con un mensaje y una misión determinada; también Lot fue llamado al monte pero la superficialidad de su espíritu y su avaricia lo llevaron a quedarse en Zoar, que significa lugar pequeño, eso nos enseña que Lot era conformista y de mediocre esfuerzo con su corta visión espiritual, por eso al final su salvación se vio afectada y limitada, casi al borde de perderla al rodearse de impureza sexual e incesto en el lugar que escogió para vivir; asi le sucede hoy a muchos cristianos, se han hecho tesoros en la tierra y han ido olvidando los tesoros de arriba, Mateo 6:19-34

Pero Abraham escogió el monte, sabía que allí estaría más cerca del Amado que nos anhela continuamente, Él Padre desea que subamos al monte de su presencia, para acariciarnos con su tierno amor, endulzarnos con la miel de su palabra, liberernos de lo nefasto y fortalecernos con el toque de su diestra; El Amado quiere que vayamos ante Él con adoración espontanea, con cántico nuevo, todo eso que brota de un corazón apasionado por su Rey, por Aquel que siendo Dios se bajó a la pequeñez de un hombre para mostrarnos y entregarnos su amor entrañable. Él nos anhela celosamente por eso nos dio a su Espíritu que ha puesto dentro de nosotros, Santiago 4:5.

Dios nos anhela porque Él sabe que al subir al monte de su presencia recibiremos su bendición, seremos transformados y nos hacemos más fuertes para soportar todo en esta tierra, especialmente recibir su cobertura para ser librados de todo lo que se mueve en el mundo de las tinieblas…Israel acampó delante del monte. Moisés subió a Dios, y YHWH, lo llamó desde el monte…Éxodo 19:1-5. En el monte Dios le recuerda a Moisés cómo los sacó de Egipto y las señales que hizo para liberarnos del yugo de faraón. La cercanía a Dios nos forma un corazón agradecido y humilde que recuerda de dónde nos sacó el SEÑOR, lo cual nos permite conservarnos limpios cuidando de no caer.                                                               
¡Qué Dios tan grandioso y maravilloso tenemos! Él es quien nos busca y sale a nuestro encuentro como el padre del prodigo, porque anhela que permanezcamos en su casa y entronado en nuestro corazón, cuando el hijo volvió en sí de su necedad, y el padre lo vió a los lejos, corrió y se echó sobre su cuello, lo beso y se alegró tanto que hizo una gran fiesta y mandó darle la mejor ropa, colocándole un anillo le devolvió su dignidad, su posición y su autiridad, Lucas 15:20-24. El amor divino nos anhela, y aunque muchos hayan vuelto atrás Él quiere volver a tenerlos en su regazo para darles su cuidado. Mateo 11:28-30.

¿Cuándo fue la última vez que viniste ante Dios sin usar tus razonamientos, sin hacer peticiones, sin reclamos, incluso sin melodías, solo para estar en silencio en su presencia y disponible para oirlo y deciŕ: Habla que tu siervo escucha, heme aquí, envíame, yo te obedeceré? Isaías 6:8.
                                                                   
Asi como el padre y el hijo se acercan mutuamente, para decirse que se aman, sin pedir nada, del mismo modo Dios anhela que nos acerquemos a Él para expresarle nuestro amor con tiempo disponible para Él. Nuestro Creador es el Dios de paz que desea susurrar a nuestro corazón las más bellas palabras. Él viene, nos encuentra y nos acerca a su palpitante corazón como la madre que acaricia a su pequeño con la cabeza en su pecho y sentado en sus rodillas. Nosotros no estamos conscientes de la profundidad de ese amor, andamos confundimos, de prisa y a las carreras, pero Dios siempre está ahí, esperando que nos fijemos en Él y le confiemos todo. Jesús está deseoso de atendernos, escucharnos y  consolarnos. YO me manifesté a aquellos que no preguntaban por Mí, para poder ser encontrado por aquellos que no me buscaban. YO dije: ¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy! Me revelé a una nación que no me llamaba por mi nombreIsaías 65:1.

¡Qué Dios tan misericordioso y maravilloso al amarnos de tal manera! Nos busca sin que nosotros lo busquemos, siendo Dios del universo sentado en su trono, se inclina para extendernos su mano y sacarnos del hoyo de nuestras locuras. Él Padre no solo desea oír nuestra voz y escuchar nuestras peticiones, oraciones y quejas, lo que más desea Dios es escuchar que le digamos cuánto lo necesitamos porque lo amamos y no sabemos vivir sin Él, Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a Él le agrada. Así es como debemos adorarloY no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser, de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto, Romanos 12:1

Por más que nos esforcemos en hacer sacrificios y hacer muchas cosas para Dios, eso no es lo que El pide, Jesús anhela la amorosa compañía de sus amigos, la devoción y honra de sus hijos, la entrega y atención de sus discípulos que lo buscan a cada instante, que le consultamos todo, lo tenemos en cuenta a cada paso y lo adoramos intensamente por lo que Él es para nosotros, Lo que YO quiero de ustedes es que me amen, no quiero que me ofrezcan sacrificios, Yo quiero que me conozcan como DiosOseas 6:6.

Cada día Él viene y se acerca a nosotros y ni siquiera lo notamos, nuestro poderoso y tierno Dios está constantemente acercándose y llamando nuestra atención. Él merece un lugar exclusivo y especial de encuentro, pero más que eso, Él quiere que notemos que permanece a nuestro lado y camina hombro a hombro porque es nuestro amigo mejor conocido y sabemos que podemos contar con Él en todo momento. Dios desea revelarse, advertirnos, enseñarnos y contarnos muchas cosas. Pero nosotros no tenemos tiempo ni espacio para Él, y muchas veces lo dejamos esperando. Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Pecadores, limpien sus manos; y ustedes los de doble ánimo, purifiquen sus corazonesSantiago 4:8.

El Padre desea una entrega total e incondicional, donde le permitamos ser nuestro tierno Padre celestial, nuestro Hermano y nuestro amigo;  Aquel que quiere siempre hacer cosas grandes y pequeñas para vernos felices, saciados y que nada nos falte. Encontrémonos con Él y adoremos; Job estando en su dolor, se postraba y adoraba a su SEÑOR, ¡cuánto más nosotros que somos redimidos, reconciliados en Cristo y bendecidos a cada momento!, Job 1:20; si no lo buscamos ni damos gracias, es porque nos falta verdadero amor y carecemos de un corazón agradecido, Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre e fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura, Hebreos 10:22.

Anhelemos intensamente estar cerca de Dios, que Él nos toque, que nos hable y nos diga lo qué debemos cambiar, lo qué debemos hacer o dejar de hacer. Limpiémonos de toda especie de mal por amor a Él, démosle arrepentimiento y un estilo de vida acorde a un hijo que lo honra, un amigo fiel que acompaña y un discipulo obediente a su SEÑOR; no hagamos que el Señor se disguste con nosotros para luego tratar de acercarnos a Él mecánicamente o por acallar la conciencia, Así que el Señor dice: este pueblo dice que me pertenece; me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de Mí. Y la adoración que me dirigen son solo reglas humanas, aprendidas de memoriaIsaías 29:13.

Como nosotros, tambien Dios anhela abrazos, hablarnos, sonreirnos, darnos mucho más de lo que le pedimos, cambiar nuestra vidas y circunstancias, para que vayamos a los rincones de la tierra y lo representemos, pero esto no sucederá a menos que subamos continuamente al monte de su presencia para buscarlo con ansias, con pasión e intenso amor; hagamos que esta palabra se cumple hoy en nosotros, Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo su corazón, Jeremías 29:13.

Estando en el monte de su poderosa presencia, Dios nos toma entre sus gigantes y fuertes brazos y nos levanta como las águilas llenando nuestra vida de Aliento, fe y esperanza para que nuestro espíritu permanezca en las altas y cálidas corrientes de su gloria; permanecer en el monte de Dios, nos trae cántico nuevo y palabra profética no solo para otros, sino para nosotros mismos; se nos amplia la visión y se nos abre un panorama de nuevas expectativas y una vida repleta de sueños y cosas nuevas; no desmayaremos, su palabra  se hará carne y recobraremos fuerzas,  nos sentiremos como guerreros valientes y firmes aunque la batalla arrecié, porque los que confían en el Señor son como el monte de Sión, que no se mueve, sino que permanecen para siempre, Salmos 125:1.

Toquemos el corazón de Dios con nuestra fidelidad y entrega, busquémoslo como busca piedras preciosas el minero en el socavón de la mina, como a un tesoro; la gloria de su presencia descenderá y nos santificará haciendo que los demás sean también santificados;  nuestro entendimiento se abrirá y nuestra visión se expandirá, para darnos cuenta que definitivamente sin Dios no podemos vivir, Si no hubiera estado YHWH por nosotros, cuando los hombres se levantaron contra nosotros, vivos nos habrían tragado…nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; habrían pasado sobre nosotros las aguas impetuosas. Bendito sea el Señor que no nos dejó por presa….Salmos 124.


Subir al monte de la presencia de Dios nos protege y libera del enemigo, del peligro y las tormentas y nos guarda de la muerte, Salmos 91:7, y dice:...Tú que me levantas de las puertas de la muerte, para que cuente yo todas tus alabanzas...Salmos 9:13-14. porque Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacía Mí; los acerqué a mis mejillas como si fueran niños de pecho; me incliné a ellos para darles de comer, Oseas 11:4 


Mg. MEHC, sierva del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.