14 feb 2017

DIOS SÍ RESPONDE-HAZ LO QUE TE CORRESPONDE


¡DIOS SÍ RESPONDE, HAZ LO QUE TE CORRESPONDE! 

A gritos clamo ayuda al Señor y Él me contesta desde su monte santo, Salmos 3:4Amo al Señor porque oye mi voz y mis suplicas, Salmos 116:1 

Y todo lo que pidamos lo recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. 1 Juan 3:22. 

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados, Romanos 8:28.

A diario pasamos por momentos, unos mS  difíciles que otros, y lo que tanto hemos pedido y anhelado en oración pareciera que no llega o no es como lo esperamos, entonces nos preguntamos: ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Por qué no me llegan esas bendiciones que anhelo? Y es que a veces solemos tomar malas decisiones y de pronto nos vemos envueltos en las consecuencias. Entonces gemimos delante del Eterno Dios, tratando de encontrar una salida y una respuesta al cambio de acontecimientos; nos sentimos confundimos, solos y la fe se debilita, pero la verdad es que Dios está ahí, en silencio, mirándonos y oyéndonos, porque Él nunca nos abandona, porque Él se manifiesta a través de su palabra para darnos y consuelo, dirección, devolviendo sentido a nuestra vida, diciendo: ¡Ríndase a Mí! ¡Reconozcan que YO SOY Dios! ¡YO estoy por encima de todo, estoy por encima de toda la tierra, quédense quietos y seré exaltado! Salmos 46:10.

Las pruebas la mayoria de las veces son trato de Dios y la demora en la respuesta a nuestros ruegos, es aprendizaje a la paciencia y el saber confiar en Dios; me pasó así, entre 2011 y 2014 me encontré frente a la más dura realidad debido a las decisiones de mi corazón, fue un tiempo demasiado duro en mi vida, casi enloquezco, duré clamando más de dos años, pero la claridad en mi camino no se veía; grité, gemí, y peleé en oración, sin embargo, tuve que esperar más de tres años para ver la salida; en ese tiempo el Eterno usó a dos salmistas adoradores que yo ni conocía, depronto sonaban sus canciones, y sabía que era Dios hablándome, enviándome mensajes precisos de consuelo, aliento y esperanza en cada nota y yo rompía en llanto. En el día de la angustía te invocaré, porque Tú, oh Dios, me responderás. Salmos 86:7.

Eran años de sin salida humana en que yo debía aprender a esperar y confiar en Dios, era la forma en que Dios me preparaba para volver a encausarme en sus propósitos y que yo dejara de centrarme en mi misma; el Padre santo obra perfecto y para el bien de los que lo amamos, pero no podemos dejarlo en segundo plano, debemos atender y obedecer, permaneciendo en su presencia para cumplir sus planes, porque Dios no ama y nos guía, pero si no hacemos lo que nos corresponde, pues no veremos la respuesta ni la salida. YHWH, oye mi oración y llegue Ti mi clamor. No escondas de mi tu rostro en el día de la angustia; inclina a mi tu oído. El día que te invoque, apresúrate a responderme. Porque mis días se ha consumido como humo, y mis huesos cual tizón están quemados. Salmos 102:1-3.

Es Dios el único que hará que nuestras peores circunstancias se reviertan en bendición para nuestro bienestar, aunque en muchas ocasiones nos parezca algo demasiado duro e imposible de solucionar, en cada situación que enfrentamos, Dios está ahí, deseando que recibamos una lección objetiva para transformar nuestras actitudes y manera de pensar, Él moldea nuestro carácter y aprendemos a depender de Él, así Dios enrumba nuestra vida de acuerdo a su voluntad buena, agradable y perfecta donde al final vemos respuesta y salida para liberación y crecimiento integral. En medio de la angustia clamé al SEÑOR y Él me respondió y me dio libertad. Dios está conmigo, no tengo miedo; no tengo temor de lo que los simples mortales puedan hacer. Salmos 118:5-6.

Por momentos, y aparentemente vemos que todo nos sale mal, que las cosas no cuadran y en el peor de los casos se complican, hasta que entendemos que no podremos solucionarlo por nuestros propios medios, pero el SEÑOR actúa en el tiempo perfecto porque nos conoce y sabe cuál es realmente nuestra necesidad, Él tiene el gobierno de cada paso que damos por la vida, y cuando ve que no podemos más, que nos entregamos y nos rendimos totalmente en sus poderosas manos, el milagro ocurre. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que nos falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús, Filipenses 4:19.

Hace poco escuché el testimonio de un hombre que tuvo que sufrir para viajar de una país a otro en el fin de año, y para llegar a casa de su madre, había tenido que viajar muchas horas en bus de un país centroamericano a otro, luego debía conseguir la forma de viajar a su tierra natal pero no tenía dinero suficiente, además debía esperar más de una semana para lograr un vuelo, pues ya todos estaban cerrados para esas fechas, pero su deseo era llegar a la casa materna, lo cual lo llevó a orar y suplicar a Dios; en medio de su desgaste físico por los ayunos y su largo viaje, Dios estaba cuidando de él, una joven que había estado cerca durante las últimas horas en el aeropuerto fue el medio que Dios usó para bendecirlo con el pasaje y el horario preciso para volver a su casa, justo en la noche del 24 de diciembre.  Clama a Mí y YO te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces. Jeremías 33:3.

Así es como Dios nos sorprende, Él respinde, pero debemos hacer lo que nos corresponde, y cada uno lo sabe, por lo tanto, no tenemos porqué angustiarnos en medio de los grandes sin sabores en que el mundo nos envuelve, pues nuestro fiel Dios todopoderoso obrará en su momento y nos dará todo lo que necesitemos en conforme a la multitud de sus riquezas y sus piedades, así que cuando nos suceden coincidencias, en realidad son diocidencias porque el SEÑOR está a nuestro lado para dar respuesta y solución a nuestra sin salida, aunque pareciera que no veamos la puerta. Pero sucederá en aquel día, que YO responderé, declara el SEÑOR, responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. Oseas 2:21.

¿Cómo hacemos para lograr respuestas y milagros? ¿Cómo debemos hacer para que Dios se vuelva nuestra fortaleza, solución y provisión? Es sencillo, es algo así como cuando queremos construir algo, entonces buscamos un libro que nos provea las instrucciones que indiquen cómo construir o cómo armar lo que deseamos. Si deseamos saber cómo hacer para que Dios atienda nuestros ruegos, debemos ir al Manual y leer sus instrucciones, la Biblia nos enseña cómo acercarnos a Dios, qué requisitos debemos tener para hallar su gracia y su favor en el oportuno socorro. El Creador del universo es el máximo Maestro, guía y proveedor para su magna obra que somos tú y yo, Él creó al ser humano con el Manual de instrucciones incluido, así que se trata de oír a Dios a través de su palabra, cumpliendo los requerimientos que Dios no ordena en cada mandamiento, en cada instrucción y en cada promesa. Entonces, si me llamas, YO te responderé; si gritas pidiendo ayuda, YO te diré: Aquí estoy. Si haces desaparecer toda opresión, si no insultas a otros, ni le levantas calumnias a tu prójimo. Isaías 58:9.

Este maravilloso manual que yo tanto amo, nos enseña el lenguaje que debemos usar, la actitud que debemos tomar ante el Santo y los requisitos para tocar su corazón; el problema  es que muchos buscan sus manos pero no su rostro, y con su vida no cumplen los requisitos de Dios, la gran mayoría se limita a buscar al Dios bombero, y cuando Él no responde a sus exigencias, le dan la espalda y asumen que Dios no existe o que es malo y que ellos no le importan. Es como decir que yo no existo, porque no respondí el teléfono, o decir que el barbero no existe porque hay muchos hombres con grande barba y cabellos largos pero no van al peluquero. El manual es muy claro al afirmar: Sus iniquidades han hecho división entre ustedes y Dios, porque sus pecados han hecho ocultar de ustedes su rostro para no oírlos, Isaías 59:2.

Jesucristo pagó por el pecado de todo el mundo, pero para que aprovechemos los beneficios de su sacrificio debemos amarlo, creerle y cumplir sus demandas, porque el favor y la gracia de Dios no son automáticas, Dios mira la verdad de nuestro corazón y nuestra fe obediente: Así que arrepiéntanse y conviértanse a Dios, para que sus pecados sean borrados, y para que vengan de la presencia del SEÑOR tiempos de refrigerio, Hechos 3:19. Reconocer nuestras debilidades y arrepentirnos es el primer paso, decidirse a abandonar el pecado, creer a Dios y tirar la falsa piedad religiosa para seguir el Camino Cristo, pidiendo su perdón y su ayuda para ser santos, y si no has nacido de nuevo, debes pedir a Cristo que se entrone en tu corazón y tome el gobierno de tu vida, porque si no somos hijos, ¿cómo obedeceremos al Padre? Sabemos que el SEÑOR salva a sus ungidos; nos responderá desde su santo cielo, con la potencia salvadora de  su diestra. Salmos 20:6.

Acudir a Dios exige humildad, reverencia, temor respetuoso y sinceridad, y si seguimos al pie de la letra estos sencillos pasos, la sangre de Cristo nos limpiará de toda maldad y el Espíritu Santo vivirá en nuestro interior, porque nosotros no vivimos según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en nosotros, Romanos 8:9. Pues vivimos como hijos de Dios y herederos en Cristo, Juan 1:12. Porque es el Espíritu el que da testimonio que somos hijos de Dios. Romanos 8:16-17.

Todos podemos hallar respuesta a nuestra necesidad y nuestras oraciones, es cuestión de comunión y amistad con Dios, Y sucederá que antes que ellos clamen, YO responderé, aún estarán hablando, y YO habré oído. Isaías 65:24. Muchos dicen ser hijos de Dios y creen que Él es su Padre pero sus hechos dicen otra cosa, pero pregúntese: ¿Dios te considera verdaderamente su hijo? Porque los hijos se someten a su Padre, y si nos cobijamos bajo las leyes de Dios y Cristo reina en nuestro corazón como SEÑOR y Salvador, entonces nos ocupamos en santificamos, abandonamos el pecado y renunciamos a la vieja naturaleza del ego rebelde y desobediente, así seremos rescatados en el momento de angustia. Dios tiene medios invisibles de sustento, salvación y respuesta para cada necesidad, y nosotros debemos creer y confesar su palabra, poniéndonos de acuerdo con Él al actuar y vivir como Cristo loharia en nuestro lugar. El SEÑOR está lejos de los impíos, pero escucha la oración de los justos. Proverbios 15:29.

Así como los aviones parecen romper la ley de la gravedad, pero en realidad funcionan de acuerdo a la ley de la suspensión, de igual manera debemos funcionar espiritualmente en las leyes sobrenaturales de Dios, pero en la naturalidad de la vida que trascienda barreras del mundo, asi que crucemos de lo ordinario a lo extraordinario, porque solo las leyes espirituales de Dios trascienden las leyes naturales del hombre. Dios es el que está sentado sobre la redondez de la tierra, cuyos habitantes son como langostas; Él es el que extiende los cielos como una cortina y los despliega como una tienda para vivir. Isaias 40:22.

Necesitamos dimensionar la grandeza y el poder de Dios para creer, hablar, vivir y confesar su palabra, así, lo que digamos y pidamos será hecho en el nombre de Jesucristo y en el poder de su Espíritu. No es necesario saber la ley de la gravedad ni la ley de la suspensión para viajar en avión, tampoco necesitamos saber cómo es que las cosas van a suceder, es suficiente confiar en Dios, creer lo que Él dice, hablar y vivir por fe. Así como por naturaleza aprendemos a caminar sin ser derribados por la ley de la gravedad, también debemos aprender a manejar las leyes espirituales sin ser derribados por las leyes naturales ni las de la oscuridad. Y todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán. Mateo 21:22.

Yo digo: Al determe a mirar la naturaleza, puedo ver al Creador en su grandeza, adornando la vida humana con el esplendor de su celestial belleza. Ahora veamos algunos puntos para obtener respuesta de Dios en tiempos de necesidad.

1. Hacer lo que agrada a DiosPorque YO hago siempre lo que a mi Padre le agrada, Juan 8:29. Que sea la fuerza que impulse nuestro caminar cristiano, agradar al Padre haciendo todo lo que satisface y complace su corazón, así como Abel halló gracia con su manera de vivir y actuar para Dios, dando lo mejor de su vida, no importa si despertamos envidias o celos, Dios siempre ocupa el primer lugar en nuestro corazón y vivimos para Él.

2. Obedecer los mandamientos, Cualquier cosa que pidamos la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él, 1 Juan 3:22. La respuesta a nuestras oraciones está sujeta a nuestra fe obediente a los mandatos del Eterno. Y si mis oraciones no hallan respuesta, debo examinarme y que el Espíritu Santo nos redarguya para aprender a obedecer al máximo, porque somos conscientes que los ojos de Dios siempre están sobre cada uno de nosotros. 2 Crónicas 16:9 

3. Dar testimonio de vida santa, Abraham tuvo testimonio de haber agradado a Dios, Hebreos 11:5. Debemos ser valientes y esforzados para ser santos e íntegros en toda nuestra manera de vivir, servir a Dios y bendecir a los que nos rodean, ejercer los dones, talentos, capacidad, y bienes para gloria de Dios, en todo lo que somos y tenemos. Presentando nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, Romanos 12:1. La santidad es una muestra de confianza en Dios y visible a sus ojos y al mismo tiempo permite que seamos amorosos y misericordiosos con los demás mostrando a Cristo, 1 Juan 5:14.

4. Desarrollar una fe genuina, Porque sin fe es imposible agradar a Dios, Hebreos 11:6. La fe nos hace gratos ante Dios, así podemos confesar las cosas que aún no vemos como si ya fueran una realidad, Romanos 4:17. Movernos en la dimensión de la fe es creer a Dios y estar seguros en su poder y soberanía, entonces damos pasos de fe y actuamos o esperamos según la dirección de Dios que nos da convicción y certeza, Porque cerca de ti está la palabra, en tu boca y tu corazón, Romanos 10:8 

5. Complacer a Dios, no al ser humano¿Busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres no sería siervo de Cristo, Gálatas 1:10. No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar y congraciarse con los otros seres humanos, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón, la voluntad de Dios, Efesios 6:6. Esto es rendición total a Dios.

6. Soportar la flaqueza de los débiles, Los que somos fuertes, debemos soportar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos. Yo diría: no enojarnos ni molestarnos por las debilidades de los otros. Cada uno agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Porque ni aún Cristo vivió para agradarse a sí mismo, Romanos 15:1-3.

Esto implica soportarnos unos a otros, algo que no es fácil sino con la ayuda del Espíritu Santo y su fruto obrando en nosotros, para lograr ser integrales. Los que somos fuertes en la fe, somos responsables de aceptar nuestras debilidades y de los que son débiles sin gastarnos en críticas inútiles, censuras o quejas unos contra otros, porque no buscamos nuestra propia complacencia sino la de Dios con un espíritu comprensivo y misericordioso con el prójimo, pensando en el beneficio mutuo y que todos crezcamos en fe por la palabra de Dios. Si observo iniquidad en mi corazón, el SEÑOR no me escuchará. Salmos 66:18.

Sigamos el ejemplo de Jesús que tampoco buscó agradarse a sí mismo, sino que cumplió la voluntad del Padre haciendo lo que dice la Escritura. Las ofensas de los que están contra nosotros debemos tomarlas como parte del crecimiento que el Padre permite para sus hijos, con el fin de aprender consolación y esperanza para luego ser de edificación y bendición para otros, ayudando a vivir unidos y en paz sobre la base del amor de Dios. Piden y no reciben, porque piden con malos propósitos y para gastarlo en sus placeres. Santiago 4:3.

7. Siempre dar gloria a Dios, Porque así dijo el SEÑOR…escojan lo que YO quiero, Isaías 56:4Siempre que ustedes coman o beban, o hagan cualquier cosa, háganlo para la honra y gloria de Dios 1 Corintios 10:31Y todo lo que hagan, sea de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del SEÑOR, dando gracias al Padre por medio de Cristo, Colosenses 3:17.

Vivamos en el orden y la santidad de Dios, y nuestras plegarias tendrán respuesta y nuestra necesidad suomida, hagamos todo como para el SEÑOR, porque de Él viene la recompensa y la herencia, porque es a Él a quien servimos y para quien vivimos, Colosenses 3:23-24. Nuestros medios de sustento son invisibles porque son espirituales pero reales en Dios, pero se materializan cuando cumplimos sus mandamientos, obedecemos sus decretos y nos ceñimos a sus instrucciones contenidas en el Manual del fabricante; sólo así se harán realidad nuestras peticiones, ruegos y clamores cuando oramos. Otra vez oró Elías, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo su fruto. Santiago 5:18.

Todo lo anterior se resume en: Morir a nosotros mismos, menguar para que Cristo crezca en nosotros y su vida se haga visible en nuestra manera de vivir, nuestro comportamiento, y la manera de pensar que expresamos con nuestras palabras y actitudes hacia Dios, el prójimo y las circunstancias. Te amo, oh SEÑOR, fortaleza mía, roca mía y mi castillo, Tú eres mi libertador y en Ti solo confío, porque eres mi escudo y mi salvación, mi alto refugio. Te invocaré porque eres digno de ser alabado y Tú me librarás de los enemigos, Escudríñame oh Dios, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón, Salmos 26:2. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno. Salmos 139:23-24. Amen.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y  servidora de su reino.