6 sept 2016

VIGILANTES GUARDADORES BAJO LA TÉCNICA DE DIOS


                       
VIGILANTES GUARDADORES BAJO LA TÉCNICA DE DIOS

Y aconteció que al cabo de siete días vino palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, YO te he puesto por atalaya a la casa de mi pueblo; oirás, pues, tú la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte, Ezequiel 3:16-17.

Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venza a este filisteo, y quitaré el oprobio de Israel? Porque quién es este filisteo incircunciso, para que provoqué a los escuadrones del Dios viviente? 1 Samuel 17:16.

En tiempos bíblicos habían personas que vigilaban no sólo los rebaños y las viñas, sino las ciudades amuralladas, los cuales se situaban en torres elevadas construidas con el propósito de avisar al rey, los soldados y la ciudad para protegerlos del peligro y del asecho de los enemigos invasores. De igual manera Dios ha establecido a su pueblo para ser vocero y centinela contra las fuerzas del rugiente enemigo..Levantad bandera sobre los muros, reforzad la guardia, poned centinelas, disponed celadas, Jeremías 51:12.

Así como los atalayas antiguos vigilaban como valientes soldados para la defensa y protección de las ciudades, hoy los hijos de Dios, nacidos de nuevo en Cristo Jesús han sido capacitados para alertar y prevenir contra las acciones enemigas dando aviso de los extraños que quieren hacer el mal; y estos son tiempos de estar alertas contra lo que se mueve sobre la tierra, debemos alzar la voz como trompeta contra la mentira, el engaño, la apostasía y contra todo lo que se opone a Dios. Con diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida. Proverbios 4:23.

En momentos de hostilidad bélica y peligros, los centinelas eran particularmente temidos por la fuerza del asedio con que atacaban los lugares fortificados, hoy vivimos la misma situación con diferentes personas en diferente época, pero seguimos bajo la misma cobertura espiritual que es Dios. Estén alerta, permanezcan firmes en la fe, pórtense varonilmente, sean fuertes. 1 Corintios 16:13.

Dios ha levantado atalayas cuidadores de su reino pero no solo en los profetas, pastores, evangelistas, apóstoles, maestros, sino a todos los miembros de su cuerpo, para anunciar su mensaje, alertar a los pecadores, llamar al arrepentimiento, levantar la voz como trompeta para evangelizar, discipular y hacer la obra de su Reino, así muchos nos rechacen, no quieran escucharnos y nos ignoren, y hasta nos agredan; hoy más que nunca nuestra responsabilidad es hablar y no callar, porque así dice el Señor Todopoderoso: Párense en los caminos y miren, pregunten por las sendas antiguas, ¿cuál es la buena senda? Tómenla y anden en ella, así encontrarán descanso para sus almas, pero ellos dijeron, no la tomaremos. Puse también sobre ustedes centinelas, atalayas, para dirigirlos: escuchen el sonido de la trompeta, pero han dicho, no escucharemos, Jeremías 6:16-17.

El centinela no puede exponer nada por emoción o sentimientos de su alma; él debe cuidar de sí mismo, cuando habla, advierte, exhorta y aconseja, debe hacerlo guiado por el Eterno. Debemos advertir las consecuencias del pecado y la falta de arrepentimiento para que las gentes busquen al Señor Creador, para que lo conozcan por la revelación de la palabra y sean salvos, porque Él ha dicho: YO te he puesto por atalaya en medio de mi pueblo; escucharás tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando YO diga al impío, de cierto morirás; y tú no lo amonestas ni le hablas, para que el impío se dé cuenta y se arrepienta de su mal camino, a fin de que transforme su vida y salve su alma, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano, Ezequiel 3:17-18. No hacer lo que Dios ha mandado es pecado y nos hace culpables del destino espiritual de otros.

El texto continua diciendo: Pero si tú amonestas al pecador, y él no se convierte de su impiedad, ni deja su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma, Ezequiel 3:19. Nuestra obligación es hablar la palabra, presentar a Cristo estemos donde estemos y a las personas que El Altísimo nos ponga en frente.

El atalaya no sólo exhorta y habla a los de afuera, también dentro del pueblo está su trabajo de la mies, porque Si el justo se aparta de sus justicia, y hace maldad, YO traeré reprensión delante de él y morirá; porque tú no lo amoneste; en su pecado morirá, y las obras de justicia que había hecho no serán recordadas; pero su sangre demandaré de tu mano, Ezequiel 3:20. Muchas veces vemos hermanos que están fríos espiritualmente, están enfermos y en pruebas, y nos hacemos los indiferentes, lo cual no agrada a Dios. Todo hijo de Dios está sellado con el Espíritu Santo, por lo tanto todos estamos en capacidad de ayudar, orar y bendecir a otros, pero sin intervenir ni frenar las disciplinas del Señor.

Somos torres y columnas en la casa de Dios ayudando a sostener el cuerpo de Cristo, mostrando su amor, anunciando sus misericordias y su justicia. El atalaya pone delante de la gente los mandamientos, fundamentos y principios de la palabra de Dios, que cambia vidas, impacta corazones y transforma el pensamiento de las gentes, tenemos que exponerla con claridad, sin dejar de advertir ni ocultar nada de lo que está escrito en la Biblia, No descuides el don que hay en ti…se diligente con tu trabajo en la obra del Señor, métete de corazón en las cosas del reino, para que tu progreso sea manifiesto y aproveche a todos. Cuida de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo estas cosas te salvarás a ti mismo, a los que conocen y te escuchan, 1 Timoteo 4:16.

El rol y mensaje del atalaya ha disminuido gradualmente desde hace muchos años, se ha ido perdiendo a través del tiempo, debido a que se ha dejado de enseñar y exhortar a la manera de Dios, los hombres ahora temen, les da vergüenza y se intimidan creyendo que pueden perturbar al otro y hacerse su enemigo en vez de ganarlo para Dios, pero por haber olvidado el trabajo del atalaya, hoy vemos las consecuencias. Sean de espíritu sobrio, estén alerta; su adversario el diablo, anda al acecho, y como león rugiente, busca a quien devorar. 1 Pedro 5:8.

El atalaya es un cristiano santo e íntegro, puesto por Dios como su sacerdote, soldado de Cristo y ,lleno del fruto del Espíritu Santo, es entregado, comprometido y dispuesto a dar la vida por la obra salvadora a favor de todos, se interesa en el despertar espiritual de la humanidad. Se goza con los que se salvan y sufre por los que están perdidos, porque les digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento, Lucas 15:17.

Un atalaya atrae avivamiento con su estilo de vida, con su comportamiento, con su manera de hablar y se esfuerza por agradar al Dueño de todo, por lo tanto se solidariza con las necesidades del cielo, lo entrega todo y es servidor desde su lugar secreto, es irreprensible, fiel a un solo cónyuge, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no es borracho, no es problemático, ni codicioso, por lo tanto no ama al dinero; más bien debe ser bondadoso y amable. Que posee la verdad de la fe…con limpia conciencia, 1 Timoteo 3:7 y 9.

Los atalayas son ungidos con la investidura del poder en la presencia de Dios, visible en sus vida, Él otorga por su gracia y amor a los escogidos que claman a Él día y noche, Tú cuando ores, entra a tu habitación y cierra la puerta, ora a tu Padre en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público, Mateo 6:6.

No tomar en serio y no poner en práctica el llamado de ir a hacer discípulos, ha hecho que el libertinaje y la maldad hayan crecido, con el pretexto de los “derechos” y el “respeto” el libre albedrio, la libre expresión, la exclusión, la censura, etc; los valores son relativos, es muy cierto, porque fueron inventados por el hombre; pero los mandamientos, principios y fundamentos son inalterables, son eternos y no se negocian, porque fueron dados por Dios. Hijo de hombre, ye he puesto por centinela de la casa de Israel; cuando oigas la palabra de mi boca, adviértles de m i parte. Ezequiel 3:17.

La gente joven de hoy es grosera en su manera de hablar, son descorteses con los mayores y desobedientes a la autoridad, no acatan las leyes ni las reglas mínimas, y si un padre reprende y corrige a sus hijos, lo llevan a la corte, si los hijos de Dios predican la palabra, los sancionan y cierran las iglesias porque según ellos no se cumple con la norma, pero nada de eso nos debe intimidar, ahora más que nunca debemos ser las trompetas de Dios, señalar el pecado y llevar su palabra a todo rincón de la tierra, con valentía y seguridad de quien es El que nos guarda y respalda, Proclama la palabra; mantenla a mano, sea el momento propicio o no; exhorta a tiempo y fuera de tiempo, muestra el pecado, reprende, exhorta con enseñanza y paciencia inagotable, 2 Timoteo 4:2.

Todos somos cómplices cuando callamos ante el pecado, la injusticia y el error de la sociedad, muchos dicen, no es mi asunto, que hagan lo que quieran con tal que no se metan conmigo, relájate, deja así, no te metas en problemas, déjalos ser felices. Pero Dios no es indiferente, Él sigue interesado en la salvación de las almas y la transformación de las vidas, Él sigue hablando a través de atalayas rendidos, sensibles, santos y humillados a sus pies, porque un día vendrá la destrucción y la muerte, contendamos ardientemente por la fe, Judas 3.

La técnica de Dios es única y efectiva; el ser humano está impresionado con lo que ven sus ojos y oyen sus oídos en el mundo exterior, pero Dios es diferente, Él se impresiona cuando ve los corazones, Él no juzga por las apariencias, la inteligencia o el poder humano. El rey Saúl era como muchos hoy, no había aprendido porque no había conocido al Todopoderoso de cerca como David, por eso cuando vio al gigante se asustó, y ante el pequeño pastor de ovejas lo menospreció, lo reprendió y le dijo que era apenas un niño, lo incriminó diciendo: ¿Acaso no ves allá al gigante? Tú no puedes hacer nada ante él porque es hombre de guerra. Miren que nadie los engñe, porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo que son el Cristo, y engañarán a muchos. Mateo 24:4-5.

Pero David pensaba: ¡Cuál gigante! ¡Aquí el único gigante es mi Dios! ¡Ese Goliat es un simple enano ante la grandeza de mi Señor que es Omnipotente! Y Él está de nuestro lado, a mí siempre me ha ayudado a vencer al oso y el león para salvar a las ovejas; yo sé quién es el Dios de mi pueblo, conozco su poderío y su majestad. Ese Goliat, no me intimida, porque yo sé quién pela por mí. Mi Dios no pierde nunca.YHW es mi guardador; YHWH es mi sombra a mi mano derecha. El sol no me fatiga de día, ni la luna de noche, El SEÑOR me guadará de todo mal; Él guardará mi alma. Salmos 121:5-8..

Muy a menudo cuando nos enfrentamos a nuestros propios gigantes, y vemos lo que está moviéndose en el mundo y en los aires, nos olvidamos de quien es nuestro Dios, el Gran YO SOY, el Eterno, el Creador, Él que no pierde ninguna batalla, pues ya ganó la guerra para sus redimidos. David recordó las victorias que el SEÑOR le dio muchas veces en las vigilas de la noche, siendo centinela de las ovejas en las frías madrugadas del desierto. No traigamos a memoria las derrotas del pasado, no permitamos que las apariencias de los momentos que estemos pasando nos intimiden, avancemos hacia lo que el Todopoderoso nos ha prometido y ya nos ha dado, Cuidemos de hacer como el SEÑOR nos ha ordenado; cuidemos de no dsviernos ni a la derecha ni a la izquierda. Deuteronomio 5:32.

El mundo podrá recitar sus fracasos de memoria y con detalle, pero nosotros, el pueblo del Altísimo, no nos afanemos, no nos angustiemos, no escuchemos por aquí y por allí, no corramos de aquí para allá. Hagamos como David, tomemos la piedra de la palabra, de la alabanza y la adoración y derribemos al gigante. Llenémonos de su presencia, soportemos la táctica divina de la prueba y la crisis, avancemos en oración unida, así venceremos. Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, mantengámonos firmes, y no nos sometamos nuevamente al yugo de la esclavitud. Gálatas 5:1.

Sabes por qué no venció Saúl y se llenó de temor? Su problema fue que no era adiestrado en las batallas, no fue formado en las crisis, no tuvo que luchar contra osos ni leones, ni fue probado en oscuras noches de vigilia, por lo tanto, no conocía al Dador de las victorias, pasó de hijo de papá a rey, el problema de Saúl era que no tenía su confianza en Dios, David SÏ. Porque es Dios quien nos sostiene y nos liberta de los leones y los osos, su palabra está escrita no solo en la Biblia, sino también en nuestros corazones, tenemos el potencial de su ADN. Bueno es el SEÑOR, Él es refugio en el día de la angustia, y protector de los queconfían en Él. Hanum 1:7.

La técnica de Dios es hacernos valientes y esforzados guerreros adiestrados en medio de las luchas y las batallas de la vida. Allí nos usa, y con su mano apunta, con certeza directo a la cabeza del gigante para echarlo por tierra dejándolo inerte. Hagamos lo que corresponde, dejémonos guiar por su gloria, a la hora de actuar a nuestro favor, el Eterno Señor nos dejará ver la victoria a su estilo en el poderío de su majestad. SEÑOR, muéstrame tu camino; guíame portus sendas a causa de los enemigos. Salmos 27:11. Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.