23 mar 2016

ARREPIÉNTETE Y COMIENZA DE NUEVO



ARREPIÉNTETE Y COMIENZA DE NUEVO
CON CRISTO EN TU CORAZÓN

Les digo que si no se arrepienten, todos perecerán igualmente, Lucas, 13:5.

Así que, arrepiéntanse y conviértanse para que sean borrados sus pecados; para que vengan de la presencia del SEÑOR tiempos de refrigerio, Hechos 3:19.

Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 4:12.

Nuestro Dios Creador y Salvador, es el Dios de nuevas oportunidades, aunque hayas sido un prodigo en medio de su pueblo, vuelve a Cristo que aún hay tiempo de comenzar de nuevo con Cristo como el centro de tu vida, Si confesamos nuestros pecados, Dios que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad, 1 Juan 1.9.

El arrepentimiento genuino es nuestro punto de partida para ponerle fin a nuestra vida de pecado, desubicación y confusión que causa el mundo, cuando reconocemos que necesitamos a Dios, podemos también confesarle nuestros pecados a Dios y nos apartamos de esa vida, hay transformación real en cada uno de nosotros. Arrepentirnos nos renueva la mente, libera la conciencia, provee paz al espíritu y hace que regresemos al camino correcto; si hay arrepentimiento verdadero, podremos abandonar la vida licenciosa del mundo y los asuntos viciados de la carne, para empezar a caminar Con Pasos firmes en Dios, del camino angosto que lleva a la vida moralmente aceptable y aprobada por Dios, echemos fuera la vieja levadura, 1 Corintios 5:7.

Cuando una persona se arrepiente de corazón es como aquel hijo pródigo que el buen Padre acoge de nuevo, es como la oveja que estaba perdida y el Buen Pastor la atrae de vuelta al redil para amarla y cuidarla, arrepentirnos nos permite corregir el comportamiento, la actitud y la conducta; hay un visible cambio, una transformación manifiesta y una renovación mental maravillosa; el arrepentimiento es la puerta abierta que rompe con maneras amañadas de vivir, ayudándonos a retractar sincera y profundamente de malas obras, es un verdadero nuevo comienzo a la manera de Dios, YO les quitará ese corazón duro como la piedra, y les daré un nuevo corazón y un nuevo espíritu, Ezequiel 11:19.

Cuando nos arrepentimos nos humillamos para pedir perdón de corazón, nuestra mirada se hace limpia y sincera porque nos duele haberle fallado al Santo, queremos levantarnos del piso para remontarnos a la alturas y abrazar a Dios para no salir de su presencia; deseamos regresar en la dirección correcta y al estándar moral establecido originalmente por Él para alegrar su corazón, y al mismo tiempo, Él nos hará reír de nuevo con gritos de júbilo, Job 8:21.

Al arrepentirnos delante de Dios restablecemos, restauramos y renovamos nuestra amistad con Jesús, y Él nos da la recompensa del gozo con su precioso Espíritu Santo. Es hermoso arrepentirnos de verdad porque hay determinación en nuestro interior, tenemos fuerzas para romper con mañas, costumbres y hábitos propios del mundo; esa renovación nos permite destruir mapas mentales aprendidos mientras estuvimos sin Cristo, el arrepentimiento nos refresca la imagen y el concepto de Dios, Por eso, deben ustedes renunciar a sus antigua manera de vivir y despojarse de la que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. Deben renovarse en el espíritu de su entendimiento y sus actitudes, Efesios 4:22

Poder arrepentirnos es un verdadero privilegio, porque nos permite darnos cuenta que hemos fallado, que somos pecadores altamente necesitados de Dios, deseamos volver a saciarnos del bien de su casa y estar unidos para nunca separarnos de su inmenso amor y prodigalidad, oiremos la voz alegre del Padre diciendo; éste mi hijo era muerto, y ha revivido; se había perdido y ha sido hallado, y nos regocijaremos juntamente, Lucas 15:22-24.

No arrepentirse es una tragedia, es pecado, es necedad de alguien que quiere seguir viviendo como mejor le parece sin tener en cuenta a su Hacedor, ignorando que es Dios mismo quien en muchas ocasiones lo ha librado de la muerte, queriendo darle una oportunidad de salvación, y que es Dios quien nos proporciona momentos y circunstancias para que podamos arrepentirnos para volver a casa, ¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, misericordia y paciencia, ignorando que la gracia de Dios te guía al arrepentimiento? Romanos 2:4.

Dios es el único que produce en nosotros la oportunidad de arrepentirnos cuando hay voluntad y disposición en nuestro corazón, Vuélvenos, Oh Jehová, a Ti, y nos volveremos; renueva nuestros días como al principio, Lamentaciones 5:21. Él nos ayuda a dejar el pecado para regresar a sus principios, Él desea ardientemente que seamos felices. Así dice el Señor: Párense en los caminos, miren y pregunten por los senderos antiguos, ¿cuál es el buen camino? Y anden por él; y hallarán descanso para sus almas, Jeremías 6:16.

La fe en Jesús y el amor al Padre es lo que nos lleva a proyectar un cambio integral para rendirnos y volver a las instrucciones limpias y santas dadas desde la antigüedad para nuestro bien; con el arrepentimiento damos la espalda al pecado y nos unimos a Jesucristo, así Él provoca nuevas prácticas de vida ejemplarizantes y virtuosas que brotan de nuestro ser, y que no es algo de nosotros mismos, Filipenses 2:13 y Efesios 2:8-9.

El arrepentimiento nos ayuda de dejar de pecar deliberadamente, nos liberamos de la carga condenatoria del pasado, por algo que hicimos o dejamos de hacer, es hermoso porque podemos experimentar la verdadera paz de Dios, que es la paz de Cristo, Juan 14:27.

Si nos unimos a Dios, Él nos ayudará para no fallar fácilmente, nos impulsará de inmediato a la reflexión para que hagamos un alto en el camino. Con Dios de nuestra parte, se alinea nuestra mente, voluntad y corazón con su Espíritu para que podamos permanecer agradándole, es por eso que tan pronto fallamos un ápice, el Espíritu de Dios nos confronta y muestra el pecado para llevarnos al arrepentimiento y ponernos en paz mientras vamos de camino, porque si sabemos hacer lo bueno y no lo hacemos, ya es pecado, Santiago 4:17.

El cambio con el arrepentimiento implica dejar de hacer esos pequeños actos de deshonestidad, olvidar el mal genio, la falta de respeto a los padres, el hablar mal de los demás, el incumplimiento de una tarea asignada, dejar la crítica, el chisme, la mentira, etc., todas esas zorras pequeñas que debilitan el carácter y opacan la pureza impidiéndonos disfrutar a plenitud la compañía del Espíritu Santo, pero que sí estanca nuestro crecimiento en Cristo, porque obstaculiza nuestra comunión con el Padre, privándonos de una espiritualidad real y dichosa, Cantares 2:15.

A través de la historia Dios siempre ha llamado a todos los pueblos al arrepentimiento, Jeremías 18:7-8 y 11; Cristo llamó a las multitudes al arrepentimiento, Lucas 13:1-5; Juan Bautista llamó a los judíos al arrepentimiento, Mateo 3:2; los apóstoles de Jesús y la iglesia primitiva llamaron la gente al arrepentimiento, Hechos 2:38, así también, hoy todos somos llamados a arrepentirnos y ser ejemplo de vida mostrando a Cristo con un testimonio de rectitud y verdad, Lucas 24:46-48.

Con el arrepentimiento salimos de la ignorancia, frialdad y tibieza espiritual y moral para arder en fuego santo de Dios, brota la pasión por tomar el modelo de vida de Jesús, queremos saber más de Él y persistimos intensamente en morir a las obras infructuosas del viejo hombre, gastado y equivocado, anhelamos hacer la voluntad de Dios para alegrar su corazón. Pero Dios habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.” Hechos 17:30. 

El arrepentimiento es algo grandioso porque nos proporciona el privilegio de reconciliarnos a tiempo con Dios, pues lamentablemente, hay muchos que mueren sin lograrlo y se pierden eternamente. Hebreos 12:17.

Arrepiéntete para que se te modifique el punto de apoyo y la dirección de tus pies, y así empieces a caminar Con pasos firmes en Dios. Si te arrepientes de verdad, considera estos aspectos: 

a) Reconoce tu pecado y acepta que sólo Dios puede sacarte del hoyo. Salmos 51:3-4 y 1 Juan 1:8.  b) Confiesa tus pecados a Dios en un acto de humildad y honestidad 1 Juan 1:9. c) Que te duela el corazón y haya tristeza por haber pecado, fallado a Dios y engañado a ti mismo. 2 Corintios 7:9-11 d) Aborrece el pecado y la sensualidad para apártate de todo eso, Proverbios 28:13e) Abandona tu viejo estilo de vida y resiste todo demonio que te haya influenciado, obsesionado, engañado y controlado, Santiago 4:7f) Rompe con la maldición y las ataduras que pudieron venir por ceder a tus pasiones y ser esclavo del pecado, Números 32:23 y  g) Restituye y repara el daño causado a las personas que agraviaste si es posible, comprométete con tu pureza y mantén tu compañerismo con Cristo,  bajo el fuego purificador del Espíritu Santo. Levítico 6:4 y Lucas 19:8.

Que nuestro misericordioso SEÑOR Jesucristo nos ayude a estar limpios y en paz con Él, todo el tiempo hasta su venida. Así sea, amén.

Lic. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.