22 oct 2015

INVOQUEMOS A DIOS EN ADORACIÓN, SALMOS 33


QUE NUESTRA VIDA SEA UNA CONTINUA ADORACIÓN A DIOS. 
Basado en Salmos 33. 

Alégrense los justos en el SEÑOR; porque en los íntegros es hermosa la alabanza. Salmos 33:1.

Aclamen al SEÑOR con arpa; cántenle con salterio y decacordio, cántenle cantico nuevo; háganlo bien tocando con arte al aclamarlo. Salmos 33:2-3.

Honren al SEÑOR todos en la tierra; ¡Hónrenlo todos los habitantes del mundo. Salmos 33:8.

Invocamos su nombre clamando, adorando y orando porque así viene su revelación, si estamos en obediencia a su palabra, Dios nos responderá, porque reconocemos su grandeza, su poder y Él ve nuestra dependencia a Él, por eso toda la Escritura nos insta a adorar a Dios con todo nuestro ser, en espíritu y verdad, para que la alabanza se convierta en poder para la vida todo tiempo; adoramos a Dios y Él nos revela su poder transformador con las verdades eternas de su palabra, pues es allí es donde Él se da a conocer; así que clamemos invocando su nombre, pidiendo revelación e inspiración del Espíritu Santo para adorar al Todopoderoso cada vez que nos oye, nos responde y nos revela sus secretos, Jeremías 33:3. Así que ofrezcamos alabanzas al SEÑOR continuamente, por medio del SEÑOR Jesucristo; un continuo sacrificio de alabanzas, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre. Hebreos 13:15.

Les comparto esta inspiración en Salmos 33 que mi Amado Eterno puso en mi corazón, haciéndome saltar de dicha cuando fui a la palabra en mi tiempo devocional en el Salmo del día; al empezar a deleitarme en esta palabra, experimenté la gloria del cielo, sentí en lo profundo de mi ser, su dulce y poderosa presencia y el deseo de compartir este manjar celestial que fortalece la fe y da fuerzas nuevas a nuestro cuerpo, revitalizando el espíritu humano para unirnos al corazón del Rey contemplando su hermosura y su poder. La palabra del SEÑOR es verdadera; sus obras demuestran su fidelidad. Salmos 33:4.

Exaltamos a Aquel que hemos conocido, hemos oído y de Él hemos aprendido; proclamamos de Aquel en quien hemos creído y confiamos a cada paso, para que muchos escuchen y conozcan acerca del Alto, Sublime y extraordinario Rey de amor, bondad, perdón y salvación. ¿Cómo, pues, invocarán a Aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Romanos 10:14; El SEÑOR ama lo justo y lo recto; ¡su amor llena toda la tierra! Salmos 33:5.

Por todo cantemos y alabemos, para luego sumergimos en adoración ante la gloria de Dios, que es su misma presencia obrando sobre nuestras vidas y manifestando su voluntad en nuestro ser, siempre con propósitos específicos y claros a la luz de lo que vemos y leemos en la palabra; ¡qué gran forma de crecer paso a paso! porque Dios nos unge con su Espíritu, mientras su voz nos instruye, y sentimos que comemos su palabra como miel dulce que llega al paladar y se hace nuestro deleite, a medida que vamos escudriñando la biblia con gran gozo, apreciando así la majestad del Eterno Santo. Porque el SEÑOR es Espíritu, y donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17; Por la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, por el soplo de su boca, todos los astros. Salmos 33:6. 

Y esto no solo me ha pasado con Salmos 33, sino con muchos Salmos y textos de la palabra, cuando decidimos disponernos para recibir de Dios y buscamos el rostro de Cristo con pasión, hambre y sed de su presencia; entonces sus palabras en la Biblia pareciera que se clavaran en nuestra mente y corazón y comenzamos a adorar y alabar con ella al Rey, lo hacemos porque emana desde el vientre, para deleitarnos en los gloriosos pensamientos de Dios y sus suculentas expresiones de poder. Honremos al SEÑOR todos en la tierra; ¡Honrémosle todos los habitantes del mundo! Pues Él habló y todo fue hecho; Él ordenó y todo quedó firme. Salmos 33:8-9.

Deleitarnos en lo que registra la palabra, especialmente en Salmos, es una forma de adorar, porque los salmos en su momento, aunque ahora los vemos como un escrito, fueron inspirados como una canción, un cántico nuevo de alabanza y adoración a Dios; al leer los Salmos en adoracion, tratando de buscarles la música, ahí, experimentamos alegría y libertad en el alma, el cuerpo y el espíritu, hay liberación de opresión y de influencia de las tinieblas, nada nos impide adorar, no tenemos necesidad de reprender ni echar fuera al malo, Dios se hace suficiente en su luz que lo invade todo, hasta el mínimo rincón de aclara y se ilumina para que permanezcamos rendidos en la gloria de su presencia y rodeados de su resplandor. Por lo tanto, nosotros todos mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria de Dios, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del SEÑOR. 2 Corintios 3:18. El SEÑOR hace fracasar por completo los proyectos de los pueblos paganos, pero los proyectos de Dios permanecen firmes para siempre. Salmos 33:11.

La honra, la alabanza, el loor y la adoración le pertenecen solo al Rey de gloria, pues Él mora en asombrosa majestad; y si adoramos y alabamos en su atmósfera de gloria, nuestro ser se prepara para que Él se manifieste poderosamente, pues le estamos dando el reconocimiento a su grandeza con cántico nuevo expresado con nuestras palabras de sabiduría que brotan desde el trono de Dios y nuestra boca lo expresa, proclamando su majestad, de tal manera que los demonios huyen, ellos no soportan la luz y el fuego purificador de la santa presencia del SEÑOR. Hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría escondida que Dios predestino antes de los siglos para nuestro gozo, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al SEÑOR de gloria. 1 Corintios 2:7-8. Feliz el pueblo cuyo Dios es YHWH, el pueblo que Él ha escogido como suyo. Salmos 3312.

Así que cuando alabamos y adoramos a Dios, la atmósfera se limpia y se purifica, para que la persona del SEÑOR Jesucristo se revele en su gloria, porque a Él le agrada nuestra humillación postrados a sus pies; adorar es disfrutar la realidad de su presencia, cuando su gloria llena el lugar donde estamos; y ningún intruso adversario podrá estar ahí, las tinieblas son disipadas porque no resisten la luz de su gloria que se agiganta y se hace palpable y real, en la medida que nos abandonamos a la oración y nos sumergimos en su presencia; fluyen cantos en lenguas con libertad, profetizando según la ministración de Dios y asi le servimos al SEÑOR como instrumentos de honra. El SEÑOR mira desde el cielo y ve a todos los hombres; desde el lugar donde vive observa a los que habitan en la tierra; Él es quien formó nuestros corazones y que vigila todo lo que hacemos. Salmos 33:13-15.

Muchos imaginan que servir al SEÑOR es solo proclamar la palabra por las calles y hablar de Cristo en las rutas del servicio público, pero servir al SEÑOR también es ministrar al corazón de Dios mediante la adoración y la alabanza con acciones de gracias, cantando y alabando sea en público o en la privacidad de la casa; también adoramos con el silencio delante de Dios, cuando meditamos en lo que leemos en la Biblia, y es como un murmullo de admiración desde nuestro interior; también si cantamos y alguien nos escucha es una buena forma de predicar y dar testimonio desde un corazón alegre, sensible y agradecido con el Dios invisible, pero que está presente y muy real en el corazón que adora con gozo y espíritu sereno; esto debería ser nuestra forma de vida diaria en continua adoración. Siete veces al día te alabo, a causa de tu justicia y tus justos juicios. Salmos 119:164. El SEÑOR cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en época de hambre. Salmos 33:18-19.

Qué hermoso saber cuánto nos cuida y protege el SEÑOR, por eso son muchas cosas por las cuales adoramos, alabamos y damos graciad al Altísimo, proclamando su grandeza y su potencia; cuando mostramos un corazón agradecido por todo, también adoramos, porque la gratitud y el contentamiento son reconocimiento de la fidelidad de Dios, sea por lo mucho o por lo poco, por la abundancia o por la escasez; un corazón agradecido, reconoce el favor del Buen Padre y lo exalta por quitar los obstáculos, permitiendo que nuestras necesidades lleguen y sean provistas. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que nos falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19. Nosotros confiamos en el SEÑOR; ¡Él nos ayuda y nos protege! Salmos 33:20.

Adorar y alabar es tener a Dios presente para no pecar y aferrarnos a su santidad, dando a conocer su hermosura y su bondad para con sus hijos, esto hace que el rostro se nos ilumine con la luz de su Espíritu que aviva nuestro ser; una boca adora cuando bendice y pone el nombre de Dios en alto; somos conscientes de que el SEÑOR es omnipresente Espíritu, pero verdadero y real, prodigando su amor y fidelidad con maravillas y proezas a nuestro favor, aunque no lo merecemos,  solo por su gracia y misericordia, que pasa por alto nuestras frecuentes fallas. Nuestro corazón se alegra en el SEÑOR; confiamos plenamente en su santo nombre. Que tu amor, SEÑOR, nos acompañe, tal como esperamos en Ti. Salmos 33:22.

Cantamos, alabamos y adoramos no por lo que Dios da, sino por lo que Él es y representa para cada uno de nosotros, criaturas vulnerables y pequeñas ante la inmensidad del universo y el poderío de Dios, Él es nuestra fortaleza y pronto auxilio; su palabra nos llena de vida y nos transforma, porque es la voz de Dios en su palabra, con el poder que cambia vidas, renovando mentes y salvando almas; Él nos sana y nos levanta con el aliento de su boca cuando esramos tristes y caídos. Por todas partes se pueden ver sus grandes obras de bondad; ¡Díganme, ¡Acaso esto no merece alabanza al SEÑOR? Ningún gobernante o nación se salva por su mucho ejército, ni se salvan los valientes por su mucha fuerza; los caballos en la guerra no salvan a nadie; aunque son fuertes, no pueden salvar. Salmos 33:16-17.

Todos lo que respira tiene la orden de alabar y adorar al Creador, toda persona, animal y planta que tienen vida, tenemos la obligación de honrarlo, amarlo y darle honor obedeciendo con fe  y mostrando reverencia en adoración; Cristo nos amó hasta la muerte, rescatando el orden y recobrando vida, porque poderoso es el SEÑOR, y NO dejará que los gobernantes de las naciones se salgan con las suyas; Él frustrará los planes de los malvados, porque nuestro Dios es bueno y justo, Él nos guarda y nos defenderá si andamos en pureza; ¡Eso merece alabanza y canto de gloria al Rey! YHWH hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos; pero el consejo del SEÑOR permanece para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones. Salmos 33:10-11.

Es revitalizador y esperanzador saber que tenemos a Elohim como Dios y SEÑOR, y que, a pesar de las guerras y nuestros yerros, nos perdona para que su paz nos envuelve; el SEÑOR bendice al pueblo que lo reconoce, que lo tiene en cuenta, que no se avergüenza de contar sus maravillas y de testificar sus extraordinarios hechos; nuestro Dios Eterno es guardador y defensor de los que lo honran y lo adoran, ¡santo, qué maravilla! Bienaventurada la nación cuyo Dios es YHWH, el pueblo que Él escogió para que sea su heredad. Salmos 33:12.

Tan glorioso es, que está sentado arriba en su trono mirando a los hombres en la tierra desde las alturas de su grandeza; fija sus poderosos y santos ojos sobre cada habitante del planeta azul, Él se fija en toda la gente, mira y detalla cuidadosamente a cada quien, y vigila toda la tierra, nada se puede ocultar de los ojos escrutadores del Eterno, ¡que extraordinario poderío! Desde los cielos miró el SEÑOR; vio a todos los hijos de los hombres; Él miró desde el lugar de su morada, miró sobre todos los moradores de la tierra. Salmos 33:13-14.

Fuimos creados para adorar al que creó todo para su gloria, y si no adoramos nos secamos por dentro y por fuera; adoremos compartiendo a la gente nuestras experiencias con el Amado, y dejemos escritos que todos puedan encontrar y leer, asi, aunque ya no estemos aquí, nuestra adoracion se seguirá oyendo en la eternidad; participemos de las grandes obras del SEÑOR y démosle gloria a su nombre con supremo gozo en el espíritu. SEÑOR, Tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros. Isaías 25:1. Aleluya!

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.