9 oct 2015

EL COLOR DE MI VIDA ERES TU JESÚS


EL ARCO IRIS Y LOS COLORES SEGÚN LA BIBLIA

EL COLOR DE MI VIDA ERES TU SEÑOR JESÚS 

Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que todo era bueno en gran manera. Génesis 1:31.

 

Diles: esto dice el SEÑOR un águila enorme llegó al Líbano sus alas eran grande y de mucho alcance, cubiertas de plumas de muchos colores. Y agarró la punta de un cedro. Ezequiel 17:3.

 

Y los cimientos del muro de la ciudad estaba adornados con toda piedra preciosa; el primer cimiento era de jaspe; el segundo de zafiro; el tercero de cacedonia; y el cuarto de esmeralda; el quinto de sardónica; el sexto de sardio; el séptimo de crisólito; el octavo de berilio; el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa; el undécimo de jacinto; y el duodécimo de amatista. Apocalipsis 21:19-20.

 

La Biblia habla mucho de la naturaleza, el SEÑOR Jesús enseñaba tomando como ejemplo la naturaleza, animales, plantas y todo lo bello que Él creó; los colores son expresividad y simbología de situaciones y momentos dados por Dios para su pueblo y las naciones; su nación y todo habitante de la tierra debe tener en cuenta el contexto bíblico con las circunstancias que vivimos cada día en este mundo, porque así como los números, los colores tienen significado y sentido bíblico representativo en diversos momentos de la historia, su interpretación y entendimiento dependen del contexto, no podemos hacer caso omiso ni de los números ni de los colores que Dios nos ofrece en las historias y contenidos de la palabra, pero tampoco podemos hacer de ellos una doctrina, ni adivinación, ni juego ni interpretación personal. Los rebaños se apareaban junto a las varas, y las ovejas tenían crías, rayadas, moteadas y manchadas. Génesis 30:39.

 

El maravillo fundador del universo creó una gama interminable de formas y colores, para alegrar y hermosear su creación en la naturaleza y el espacio, dándole gozo al corazón del ser humano; de esta gran diversidad divina, Dios dio origen a la variedad de etnias, blancos, negros, amarillos, cobrizos, rubios, indígenas, albinos, cafés, azules, etc., todo bello en su esencia y hermoso como el Creador; de tal manera que no hay razón para discriminar, criticar, aburrirnos, ni menospreciar, Lo que lleva a la locura y el desorden humano es el pecado interno, no la apariencia externa conque fuimos creador. Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas a la luz, porque todo lo que se hace visible, viene de la luz. Efesios 5:13.

 

En contraste con la fealdad de la maldad, la belleza y perfección de Dios resaltan, sobre todo, así que nuestro color, posición social o nivel académico, ni absolutamente nada, nos impide vivir y disfrutar la variedad que existe entre los hijos de Dios, perteneciendo a su familia y siendo llenos de la gloria de su presencia y Él no tiene favoritismos ni hace acepción de persona para salvar; Dios hizo todo con sus características propias para darle valor a todo. Y nacieron los niños, el primero era pelirrojo, cubierto de vello, que parecía tener un abrigo, y lo llamaron Esaú. Génesis 25:25.

 

Dios es el SEÑOR de los colores y las formas que alegran mi vida y la tuya, aunque a veces el día esté gris, la noche negra y el camino parezca oscuro, porque si vas de la mano del SEÑOR Jesús, todo será hermoso a pesar de las circunstancias, así como el arco iris alegra una tarde fría y oscura después de la lluvia. Dios da color y frescura a nuestra existencia en este mundo lleno de oscura maldad, pues es Él quien calma la tempestad. Aunque pases por oscuros valles, no temerás al peligro, porque el SEÑOR como luz radiante está con nosotros, para inspirarnos, darnos confianza y seguridad. Salmos 23:4.

 

Aprendamos algo respecto a los colores según la Escritura:

1. EL AMARILLOLo llenarás de pedrería en cuatro hileras: una hilera de Sárdica, otra de topacio y otra de carbunclo. Éxodo 28:17. Aquí se menciona el topacio que es una piedra precios de color amarillo, al igual que el ámbar, anaranjado, dorado, que proclaman la prodigalidad de Dios a causa de la abundancia y multitud de sus bendiciones; así nos da fuerzas para trabajar y cosechar con nuestras manos; el amarillo representa abundancia y el color que se observa en las frutas de otoño, y el contraste de la hermosa puesta del sol.

Este color sobresale en el tabernáculo representando la divinidad de Dios y el sufrimiento de nuestro Salvador; el amarillo y el dorado representan sabiduría y claridad en las ideas y resalta la sacralidad de la excelencia y la gloria divina; amarillo representa unción en el aceite, y que nos eleva el espíritu para adorar y alabar; el amarillo también se relaciona con la fidelidad y perseverancia en Dios en tiempos de prueba, porque nos acercamos al trono de la gracia. El amarillo del oro tiene que ver con la ganancia y la recompensa por parte de Dios cuando soportamos el sufrimiento en su nombre; Ka sabiduría es mejor que las piedras preciosas, no se igualará a ella el, topacio de Etiopia, y no se podrá igualar al oro fino de Ofir. Job 28:18-19.

El amarillo irradia felicidad con la luz del sol alegrando la estancia y haciendo brillar más las flores; es la radiante luz del trópico que provoca vitalidad y actividad con inteligencia alegrándonos en nuestro Hacedor. Así que date gusto y disfruta el amarillo de los alimentos que elevan el calor y aporta buen oxigeno al cerebro., estimulando el apetito; el amarillo de frutas y verduras mejora la visión, nos proporciona piel sana y lozana y refuerza el sistema inmune; porque los amarillos y anaranjados son ricos en vitamina A y C, potasio y ácido fólico, ayudando en la cicatrización de heridas; conservan la juventud de la piel, reducen el riesgo de ciertos tipos de cáncer, tiene propiedades efectivas en la prevención de arterosclerosis y otras afecciones cardiovasculares. Pero también amarillo se relaciona con la pereza, la debilidad, las plagas, las enfermedades, la desnutrición severa y la letra. Levítico 13:20-30; el amarillo blancuzco de la piel denota miedo y muerte, Apocalipsis 6:8.

2. EL AZUL. Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies, un embaldosado de zafiro semejante al firmamento cuando está sereno. Éxodo 24:10. El color azul en la biblia se nombre como tal, con el zafiro y el berilo que poseen tonalidades de azul claro y lila; lo vemos en el firmamento y en las aguas representando salud llena de oxigeno, provocándonos calma y serenidad. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Salmos 19:1.

El color azul simboliza la realeza de Dios y es un color que predomina en el tabernáculo y en el vestuario de los sacerdotes, Éxodo 28, porque Dios se mueve en medio de la paz y la quietud, allí se revela y es exaltado en su grandeza y soberanía; también se nombra el azul en el azul del zafiro en el trono de Dios. Y sobre la expansión que había sobre su cabeza, se veía la figura de un trono que parecía pieza de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza de Hombre que estaba sentado sobre el trono. Ezequiel 1:16 y 10:1.

El azul representa la confianza, fidelidad y seguridad: el azul púrpura o violeta, simboliza lo espiritual que no podemos ver ni tocar, porque representa la presencia invisible de Dios y de Jesucristo en su esplendor; en el tabernáculo el azul representaba al Hijo de Dios como SEÑOR que gobierna en el templo de Sión, que es la nueva Jerusalén. Este es el color preferido de Dios, por eso para un judío de la antigüedad, mirar el firmamento era recordar la gloria de Dios reinando y mirando desde la bóveda celeste; Jesucristo es la puerta del atrio, el camino a la presencia del Padre, el único Fiel y Verdadero, digno de confianza y admiración que provee vida abundante, eternidad y paz. Juan 14:6.

El azul claro representa al Espíritu Santo como Aliento de vida, majestuoso y muy puro; representa la realeza del Gran Sumo Sacerdotal que salva, perdona y une a su pueblo; el azul en el zafiro tiene que ver con la revelación divina en cuanto a poder y dominio; el azul violeta y lila denotan la sobrenatural, inmutable e invisible presencia de Dios entre sus pueblo; el azul turquesa evoca la fuerza y poderío del Varón de guerra en defensa de su pueblo. El azul tornasol simboliza inteligencia para conquistar, y enojo sin pecado para pelear y luchar por los tesoros del cielo. Éxodo 15:.3.

El azul posee efecto calmante y relajante, benéfico para el reposo del cuerpo y la mente, porque opera en el retardo del metabolismo, todo lo cual encontramos en Cristo, pues solo él nos da la paz verdadera en mente, cuerpo y conciencia frente a una fe firme en el Buen Pastor que cuida sus ovejas; el azul también representa el amor incondicional y sacrificial que restaura. Harás el mando del efod, todo de color azul. Éxodo 28:3…su vestido es de violeta y púrpura; todo ello, obra de peritos. Jeremías 10:8.

Los alimentos de tonalidad azul, violeta, morado y púrpura ayudan a combatir el envejecimiento, disminuyen el riesgo de algunos tipos de cáncer, mantienen sano el tracto urinario, y contribuyen a mantener sana la memoria.

3. EL ROJO. Vengan ahora, y póngase a cuentas, dice el SEÑOR; aunque sus pecados sean negros como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18. El rojo se nombra en la biblia como tal y en las piedras preciosas de jaspe, sardónica y jacinto, en la escarlata y carmesí. El más grande valor del rojo, está en la sangre del Cordero de Dios, derramada para limpiarnos del pecado y salvarnos en el eterno pacto de vida.

Es así como el SEÑOR Jesús nos enamora y nos provoca rendición total del corazón lleno de pasión y romance por Él, consagrando nuestra vida a su servicio y adoración. Lo digo desde mi propia experiencia, porque solo Cristo le da color a mi vida, le da sabor a los sin sabores del mundo, y sentido a nuestra existencia, el rojo carmesí de su amor le da razón de ser a lo que lo vivo y hago cada día para Dios. Su sacrificio era tipo en las pieles de carnero teñidas de rojo del tabernáculo. Éxodo 35:23, 36:19 y 39:34.

El rojo hace referencia al poder de la sangre para dar vida, Génesis 9;4-5, Levítico 17:11; es símbolo de amor sacrificial, Éxodo 12:13; de remisión de pecados, Hebreos 9:22; El rojo es símbolo de nuevo pacto en su sangre, Mateo 26:28; también el rojo simboliza el fuego del Espíritu Santo y la batalla espiritual, 1 Reyes 2:5 y 1 Crónicas 22:8. El rojo atrae, llama la atención, evoca emociones fuertes e incrementa el apetito, y se asocia con la intensidad del amor. También representa la vestimenta y mobiliario de nobles en una vida palaciega, pues el rojo denota lujo, sobriedad, fiesta y alegría. Éxodo 39:8 y 2 Samuel 1:24.

Estudios demuestran que el color rojo puede afectar el rendimiento académico al momento de hacer tareas que requieran concentración, como en el caso de resolver exámenes y tomar decisiones, ya que el rojo se asocia con el peligro; y según el medio que lo contenga, el rojo anaranjado simboliza maldad, injusticia y lujuria. Apocalipsis 17:3, Jeremías 22:13-14 y Ezequiel 23:14.

El rojo como bronce bruñido simboliza fuerza para proteger, Números 4:8, también autoridad y conocimiento, Apocalipsis 2:18. También el rojo es símbolo de fecundidad, productividad y cosecha, 2 Crónicas 2:7. El rojo intenso de la roja simboliza hermandad y buenas relaciones entre los hermanos en comunión y unidad del cuerpo de Cristo y comunidad de YHWH. 2 Crónicas 2:14; el rojo vino, simboliza acuerdo, compromiso, pacto, comunión y gozo; el rojo fucsia del jacinto y la magenta, simboliza espiritualidad asociada a la compasión y bondad en ayuda al prójimo, Éxodo 36:35-37 e Isaías 1:18. En tanto que el violeta rosáceo provee el sentir de apartarse del mundo para evitar tentaciones. Lamentaciones 4:5.

4. EL VERDE. El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito, Ezequiel 1:16. El verde es mencionado en la biblia con las piedras de jade, crisoprasa, amatista y esmeralda, y mencionada en la visión de la gloria de Dios al profeta Ezequiel. El color verde es símbolo de vida nueva, eternidad, esperanza, vigor, prosperidad, hermosura y crecimiento espiritual para nuevos comienzos…Y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda…Apocalipsis 4:3.

El verde es el color de la naturaleza, de la hierba frondosa, de las grandes selvas, de los altos árboles en el campo y en los bosques, representado el esplendor de la vida, estímulo a la esperanza y fuerza de la fe, todo lo cual nos inspira vivir, Bendito el que confía en YHWH, y cuya confianza es Dios. Será como árbol plantado junto a las aguas, sus hojas estarán verdes y en el año de sequía, no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Jeremías 17:7-8.

El crisólito es verde y procede de la roca volcánica, estaba en el pectoral del vestido del sacerdote, simbolizando juicio y sentencia, Éxodo 28:2, 20:21 y 39:13; pero también el verde también simboliza justicia y consolación, Daniel 10:5-7, el profeta hace mención al oro de Ufaz, en una mezcla de colores verde, amarillo y rojo, representando el fuego de Dios en el Espíritu Santo.

Los frutos y alimentos verdes poseen maravillosas propiedades antioxidantes que ayudan a combatir el cáncer, contribuyen al balance hormonal, brindan protección a los ojos, alivian la tensión y la ansiedad.

5. EL BLANCO. Seguí mirando hasta que se establecieron tronos, y el Anciano de días se sentó. Sus vestiduras eran blancas como la nieve, el cabello de su cabeza como lana pura, su trono llamas de fuego y sus ruedas, fuego abrasador. Daniel 7:9 y Apocalipsis 1:14. El color blanco es el que más resalta los atributos de Dios y su requerimiento de santidad entre su pueblo. Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignos, Apocalipsis 3:4.

Cada vez que la Biblia nombra el color blanco, por lo general, hace referencia a la pureza y limpieza del alma; cuando se menciona que Cristo en su Segunda venida vendrá con vestiduras blancas, habla se santidad, junto con sus ejércitos celestiales vestidos de lino finísimos, blanco y limpio, simbolizando la majestad de Dios en su reino celestial. Apocalipsis 19:13-14. La luz blanca de la gloria de Dios representa la esencia de sus carácter santo, limpio y trascendente a su pueblo. Mateo 16:27

Las Escrituras nos describen con lujo de detalles que Jesús vendrá vestido de luz y gloria resplandeciente, que es la gloria del Padre. Mateo habla del color blanco en la transfiguración del SEÑOR en la luz que lo rodeó. Y aunque la Biblia habla del color blanco, no es posible atribuir el color blanco solo al color en sí mismo, sino que va unido al destello de muchos colores en la grandeza y majestad de Dios, Marcos 9:2-3, Entrando ellas al sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido con ropaje blanco; y ellos se asustaron, y ellas se asustaron. Marcos 16:5.

El blanco también representa inocencia a la luz de Dios alumbrando a los santificados, y a niños y niñas vírgenes, pero el pecado rompió con la pureza de la inocencia, hasta aquí mi estudio de los colores y la Biblia; me he limitado a los colores primarios de los cuales se desprenden los demás; los colores y las formas fueron creados para nuestro permanente gozo y descanso en Dios, teniendo ida en medio de un mundo enmarañado de oscura maldad y negro pecado que produce suciedad y conflicto. Todo lo bello que el Creador nos ha dado, ha siempre penando en nuestro bienestar y que podamos disfrutar esta corta vida, a pesar de todo, por eso la vida es como un bello arco iris llena de colores. Amén

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino. 







NACER DE NUEVO TRAE PAZ

 NACER DE NUEVO ES GANAR LA VERDADERA PAZ DEL CORAZÓN, LA QUE DIOS DA AL CREYENTE EN CRISTO JESÚS.

Al de carácter firme Dios lo guardará en su perfecta paz, porque en el SEÑOR ha confiado. Isaias 26:3.

No se inquieten por nada; mejor aprovechen toda ocasión para orar y rogar, presentando a Dios sus peticiones y dándole gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7.

Que el SEÑOR de paz les conceda siempre su paz en todas las circunstancias...2 Tesalonicenses 3:16. Y que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fuímos llamados en un solo cuerpo, para ser agradecidos. Colosenses 3:15.

Somos seres espirituales, no mera materia que dura un tiempo y luego perece, fuimos hechos a imagen y semejanza del Creador fuente de paz que nos acercó y elevó hasta Él para que permanezcamos como ramas vivas arraigadas al Árbol de la vida que es Cristo Jesús, SEÑOR nuestro; Dios nos creó en paz y para paz por Él y para Él, pero los primeros humanos se dejaron engañar por la serpiente antigua, así perdimos el gozo y la paz porque se rompió la unión humana con su Creador, y se abrió un abismo espiritual que separa a la criatura de su Creador; esa es la razón por la cual requerimos nacer de nuevo, y por lo cual el Padre juró salvar a la humanidad de las garras del engañador, diciendo: Haré que tú (diablo) y la mujer, sean enemigos; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un hijo de la mujer te aplastará la cabeza, y tú le morderás el calcañar. Génesis 3:15.

 

En mi caso, yo era una persona huraña, iracunda y de vocabulario soez, peleaba con todas las personas y pocos me querían, vivía amargada, a la ofensiva y a la defensiva, tenía rencor y dolor en mi corazón porque desde muy pequeña sufrí como si fuera un mujer adulta ayudado a criar a mis nueve hermanos, de los cuales debía dar cuenta a mis padres, razón por la cual desde mi temprana juventud, doce años, ya pensaba en encontrar esposo para salir corriendo de mi casa paterna, así viví por muchos años, y con noviós abusadores y agresivos; a los 26 tuve mi primer hijo y hasta ese momento nunca gocé de paz, buen ambiente ni felicidad, hasta que Jesucristo salió a mi encuentro. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29:13.


La verdad, es que desde mi niñez buscaba al SEÑOR Jesús, pero no sabía cómo hallarlo, a mis 34 años alguien me invitó a una congregación el 27 de julio de 1988, allí escuché por primera vez, el Evangelio de las Buenas Nuevas de salvación; desde que entré a la iglesia y hasta el final no deje de llorar durante toda la reunión; al final cuando el pastor hizo el llamado, salí corriendo de mí asiento y dije levantando la mano: yo quiero recibir a Jesús, oré con todos los que estaban al frente y nací de nuevo, ni yo misma me di cuenta lo que sucedió en mi corazón, hasta que pasado un mes, la gente que me conocía empezó a decir, ¿qué le pasó a usted que ya no es la misma? Ya no está enojada ni responde mal, se ve feliz y en paz, ¿por qué? Ahí supe que Cristo vivía en mi corazón y que su paz había llenado mi alma y brotaba desde mí interior hacia afuera. Porque la paz de Cristo reina en nuestros corazones, pues con ese propósito nos llamó Dios a formar parte de su cuerpo y ser agradecidos. Colosenses 3:15.

 

Nunca más volví a estar triste, enojada ni amargada, Jesucristo sació todo mí ser con su la paz de su presencia que fluía como río desde mi ser hacia la gente, esto es algo que sigue sucediendo hasta hoy; supe que haber nacido de nuevo era la clave de paz con Dios y con la gente, en la seguridad de ser salva en Jesús; es por eso que todo ser humano debe tener dos nacimientos: el humano y físico cuando venimos al mundo a través de una madre que nos da a luz, pero también tenemos que nacer espiritualmente, para no seguir muertos para Dios a causa del pecado; Jesucristo hace renacer nuestro espíritu al salvar nuestra alma lavándonos con su sangre, allí también se hace realidad nuestra sanidad del cuerpo; cuando nací de nuevo no somo me llené de paz, también fui sanada de varias enfermedades y disfunciones que atormentaban mi cuerpo cada año, ahora disfruto la paz de Dios en la presencia del SEÑOR. Él fue herido y traspasado por causa de nuestros pecados. La culpa que nos robaba la paz y el abismo que nos separaba del Padre, cayó sobre Cristo, y por sus heridas alcanzamos la sanidadIsaías 53:5.

 

Todos los humanos somos víctimas del engaño desde del Edén donde perdimos la inocencia y la cercanía amistosa con nuestro Creador, fue así como perdimos la paz, la vida, la justicia y la eternidad porque morimos a lo espiritualmente santo, y todo pecador se hizo semejante a satanas, constituyéndose en enemigos de Dios; gente que imita al padre de mentira, es mezquina y como dioses viven para complacerse así mismos, porque la naturaleza santa, humilde y mansa de Dios en nosotros, se convirtió en rebeldia y desobediencia; por eso es imperativo nacer de nuevo para ser salvos y recuperar el shalóm en la plenitud de la paz de Dios; con el nuevo nacimiento Dios otorgó la oportunidad de retornar al diseño original no solo para esta vida, sino para que cuando muramos vayamos en paz al Padre y vivamos con Cristo en armonía eterna. En efecto,  el que ama la vida y goza de días felices, refrena su lengua de hablar maldad y sus labios no profieren engaño. Se aparta del mal y hace el bien, busca la paz y la promueve. 1 Pedro 3:10-11.

 

Con Cristo nacemos de nuevo, a causa de su sacrificio y resurrección, y Él como Príncipe de paz, Isáias 9:6 nos transforma, nos satisface, nos sacia y nos sana, pruduciendo en nosotros su paz, mediante el proceso renovador que permitimos a Dios, haciendo su voluntad y NO la nuestra, es así que descansamos placidamente en el ragazo del Padre. Este proceso dura toda la vida, desde el momento que reconocemos, aceptamos y recibimos a Jesucristo como único Salvador y Mediador entre Dios y nuestra vida, entronándolo en todo nuestro ser, Él nos da un nuevo corazón quitando el prepucio del pecado, porque no solo confesamos con nuestra boca a Cristo, sino que nos entregamos a Él y lo reflejamos con pureza de intenciones en nuestra vida entera por medio de su Espíritu Santo que nos habita. El fruto de la justicia se siembra en paz para los que aman y hacen la paz. Santiago 3:18 


El inquebrantable vínculo de la paz de Dios reside en los redimidos en Cristo, en Él recobramos una conciencia limpia y una mentalidad pacífica producida por el Espíritu, Hebreos 10:22, ya no nos abruma la culpa ni nos atormenta el maligno y su pecado, todo fue puesto en la cruz cuando creímos en el Hijo de Dios; al nacer de nuevo ya no somos esclavos del miedo a la muerte, ahora estamos gozosos para emanar la paz de Cristo como hijos y familia de Dios, pues dejamos de estar a merced del maligno, lo cual es resultado de haber encontrado salvación y tenemos paz por la certeza de estar vivos para Dios, protegidos, cuidados, sanos y libres para amar al SEÑOR y llevar su paz a donde vamos, Cuando entren en una casa, saluden primero diciendo: Paz a esta casa, y si allí hay gente de paz, su paz reposará sobre ellos; pero si no, la paz volverá a ustedes...Lucas 10:5-6. El SEÑOR fortalece a su pueblo; el SEÑOR bendice a su pueblo con paz. Salmos 29:11.

 

Cuando recibimos a Cristo somos salvos, sanos y libres, teniendo acceso a su paz única e inagotable que permanece aún en las circunstancias adversas y las dificultades porque es una paz basada en la fe y conviccion de que Dios gobierna y tiene el control, Él sabe lo que hace y permite, eso nos llena de paz y fortaleza ; así que tú debes nacer de nuevo, si quieres vivir en paz con Dios, en armonía con la gente y con el gozo interior que no hace sentir seguros en Dios; nacemos de nuevo y nos hacemos espirituales al estilo de Dios; ya no seguimos viviendo de manera natural en nuestra propia voluntad ni la del mundo, vivimos en el propósito del Padre, muertos al pecado, asi lo natural y lo visceral, quedan sepultados en la vieja naturaleza del viejo hombre que renació en el poder del Santo Espíritu. Por lo tanto, el que está unido a Jesucristo, es una nueva persona. Ha dejado las cosas viejas y se ha convertido en un nuevo hijo de Dios. 2 Corintios 5:1.

 

Así como pertenecemos a una familia terrenal, ahora en Jesucristo somos familia espiritual del Padre celestial, eso es causa de gran gozo y paz, y hay gran fiesta en el cielo por cada pecador que se arrepiente y recibe a Jesús; ya no pertenecemos a la cultura del mundo, sino a la del reino de Dios, estábamos muertos, pero hemos revivido desde adentro con demostraciones puras hacia afuera. Este es solo el comienzo del proceso santificador, regenerador, restaurador y transformador que Dios hace en cada uno de los nacidos de nuevo, hijos de Dios reconciliados con su Creador, que van rumbo al crecimiento integral que durará mientras peregrinemos por la vida hasta llegar a nuestro destino eterno junto a Dios. YHWH te bendiga y teguarde; el SEÑOR te mire con agrado y te extienda su amor; Dios te muestre su favor y te conceda la paz. Números 6:24-26.

 

Requisito inquebrantable es nacer de nuevo porque humanamente es imposible vencer las tinieblas, abandonar el pecado y vivir con pureza en el mundo, tampoco podemos vencer las pasiones que batallan en el cuerpo por el sólo hecho de quererlo y poner buena voluntad personal, única y exclusivamente es factible vencer todo eso entronando a Cristo en el corazón, haciéndolo SEÑOR y Dios de nuestra existencia. El reino de Dios no es cuestión de comida ni bebida, sino de vivir en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. El que así sirve a Cristo agrada al Padre y es aprobado por sus semejantes. Así que, esforcémonos por hacer todo lo que conduce a la paz y a la mutua edificación. Romanos 14:17-19. 

 

Decidirse a nacer de nuevo implica reconocer los pecados, arrepentirnos y confesar todo a Dios mientras haya oportunidad de vida para recibir su perdón y su gracia salvadora de paz y vida abundante viviendo en la ley divina, Porque mucha paz tienen los que aman la palabra de Dios, y para ellos no hay tropiezo, Salmos 119:165. Nacer de nuevo es hacernos genuinos creyentes de fe obediente y seguidores de Jesús en el deleita de su palabra que ponemos por obra. La biblia habla del Reino de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis, llamando toda nuestra atención al mensaje redentor en Cristo Jesús, quien es el centro de toda la Escritura y la fuente de la paz verdadera. En consecuencia, a que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro SEÑOR Jesucristo. Romanos 5:1. 


Nacer de nuevo para conocer a Cristo es el más hermoso comienzo de vida nueva. Él es nuestra máxima y única oportunidad de rescate, para rescatar el estilo de vida santo al cual el hombre fue diseñado desde la creación, una vida que se identifica con el Dios que ama, acepta, perdona y protege en la profundidad de la grandeza que entraña el milagro de la cruz, llegando a ser coherederos del Reino de Dios en Cristo Jesús,  para proclamar el Evangelio de la paz, Efesios 6:15Porque cuando estábamos muertos en nuestros delitos y en la incircuncisión de nuestra carne, El Padre nos dio vida juntamente con Cristo, y nos perdonó de todos nuestros pecados. Colosenses 2:13.

 

Nacer de nuevo requiere creer en Dios y creerle a Dios, y su palabra; la persona que nace de nuevo experimenta el mayor milagro de la vida al tener paz y línea directa con el SEÑOR del universo, mediante la fe salvadora que permite al Espíritu de Dios hacer morada en nuestro corazón humano desde el mismo momento que recibimos a Cristo y le permitimos que Él reine, gobierne y dirija toda nuestra existencia desde adentro hacia afuera. Porque de tal manera amó el Padre a los seres humanos, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en ël, no sea condenado, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16.

 

Una vez nacemos de nuevo tenemos que mantenernos firmes en el Camino de Dios y en el trato vitalicio del Padre que irá enrumbado nuestros pasos para experimentar la vida extraordinaria en medio de un mundo ordinario y natural, donde somos diferentes al común de la gente, Así que ahora ya no hay condenación para los que permanecen unidos a Cristo Jesús, Romanos 8:1, vamos tomando el carácter del Hijo y pareciéndonos cada día más a Él, esto viene a ser nuestra prioridad máxima porque Dios ocupa el primer lugar en nuestra vidaAmando al SEÑOR nuestro Dios con todo el corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas. Deuteronomio 6:5.

 

Creer en un Cristo histórico no produce cambio de vida ni salva a nadie, pero nacer de nuevo por la fe, aceptando a Cristo y creyendo lo que hizo en la cruz y la tumba vacía, nos proporciona una vida de paz genuina, Romanos 6:1-4; nacer de nuevo, además de paz, nos da un nuevo corazón, Ezequiel 36:25-28; nos hace nuevos seres humanos, 2 Corintios 5:17, Colosenses 3:5-17; nos introduce en una nueva familia, Efesios 2: 15 -19; encontramos el camino nuevo que lleva al Padre, Hebreos 10:19-25; empezamos a ser parte activa del pacto de la gracia, Hebreos 8:13, y obtenemos una nueva esperanza de vida eterna. 1 Pedro 1:3.

 

Nacer de nuevo también nos permite vivir con gozo el nuevo mandamiento del amor, Juan 13:34,1 Juan 2:8; adquirimos la nueva ciudadanía e identidad espiritual para llegar un día a la ciudad celestial; viviremos en tierra nueva y cielo nuevo, 2 Pedro 3:13Apocalipsis 21:1-18; ¡qué increíble! tenemos vida de paz y seguridad de protección en Cristo, mientras entonamos un cántico nuevo que adorando al SEÑOR, Salmos 33:1-12; también obtenemos un nombre nuevo, Apocalipsis 2:17, viviendo felices con Cristo, un nuevo amanecer cada día, Lamentaciones 3:22-24; gozamos la paz de un nuevo presente en el consejo y la dirección del Espíritu Santo, Isaías 43:18-19.

 

Sin el nuevo nacimiento no hay esperanza alguna de salvación, pero también nacidos de nuevo surge la sabiduría y el entendimiento a las cosas sobrenaturales de Dios, para asimilar y discernir lo santo de lo profano, la luz de las tinieblas, lo bueno de lo malo, para participar en su momento de la primera resurrección de los muertos, Juan 11:25-26. Sin nuevo nacimiento no hay pertenencia ni identidad con el reino de Dios, por eso Jesús le dijo a Nicodemo que era necesario nacer de nuevo para entrar al reino de Dios, pues tener a Cristo como SEÑOR nos abre los sentidos espirituales que comprenden y viven las Escrituras, 1 Pedro 1:23, de ahí que quienes andan sin Cristo, no entienden la Biblia, sino que la tergiversan, la atacan, la polemizan y la evitan.

 

El nuevo nacimiento arranca el endurecimiento del corazón humano para dejar de ser indiferentes a Dios, ni vivimos bajo la manipulación de los sentidos ni los sentimientos engañosos del corazón que esclavizan a la raza caída. Ya no vivimos como los que no conocen a Dios, gente ignorante y terca que hace lo que le place su ego, por eso no pueden disfrutar la vida en la paz que Él Eterno ofrece. La gente sin Cristo, ha perdido totalmente la vergüenza y se han entregado a los vicios, la maldad, toda injusticia y toda clase de indecencias que el Santo condena, Efesios 4:17-19.

 

La persona que no ha nacido de nuevo, vive inquieta, insegura y con zozobras; por eso la gente es emotiva, religiosa e incapaz de tener una verdadera amistad con Dios sin disfrutar de relaciones personales amables y pacíficas. 1 Corintios 2:14Juan 15: 4-7. Aunque muchos sean humanamente morales y éticos en su comportamiento social y crean en un dios, están condenados irremediablemente si Cristo no es su salvador. Santiago 2:19. El Padre envío a Jesús para recuperar las ovejas perdidas y hacerlas volver al redil de su amor y su verdad en la justicia de su reino, Juan 1: 11-13. Los que realmente han nacido de nuevo, se reconocen por la manera de vivir, de hablar y por la calidad de su amor con Dios y sus semejantes. Efesios 4: 17-32.  

Los humanos fuímos creados para vivir en paz con Dios, pero el pecado destruye esa paz, y quienes rechazan a Jesucristo y su oferta de salvación, no tienen ni viven paz. ¿Ya naciste de nuevo en Cristo?  Esta es la oportunidad que el Padre ha puesto para ti, no la desprecies, porque mañana podría ser demasiado tarde. Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado, llámenlo ahora que está cerca. Que el impío abandone su camino, y el hombre inicue deje sus pensamientos, para que se vuelvan al SEÑOR, porque Él tendrá compasión, pues nuestro Dios es amplio para perdonar. Isaías 55:6-8.

No soy lo que debo ser, tampoco lo que quiero ser, pero por la Gracia de Dios, no soy lo que solía ser.— John Newton.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.