11 sept 2015

NO A LA GUERRA, SÍ A LA PAZ

PUEBLO DE DIOS LLAMADO A HACER LA PAZ, NUNCA APOYAR LA GUERRA, ORAR.

¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre los hombres? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en el interior del corazón humano…Santiago 4:1.

Que el SEÑOR les de paz y les conceda su gozo siempre y en todas las circunstancias. El SEÑOR esté con todos ustedes. 2 Tesalonicenses 3:16.

Dios guarda en completa paz a aquel cuyos pensamientos perseveran en Él, porque ha confiado en su SEÑOR. Isaías 26:3.

La guerra y el conflicto bélico armado son una realidad a través de toda la historia, es un flagelo mundial, el gran problema de muerte y desolación de la humanidad, un tema de opinión pública y politica, que se genera por diversas causas, los conflictos bélicos armados son polémicos y de discusión, pero la raíz de todo es el pecado, la falta de amor y temor a Dios. Vegecio, un escritor romano en temas militares dijo alrededor del año 390 d.C., Si vis pacem, para bellum, si quieres la paz, prepárate para la guerra, es como si se asegurara que la paz se obtiene a través de hacer la guerra, pero eso no es verdad, la realidad es que este fenómeno es debido a múltiples factores que todos conocemos. El que desea vida y gozar de días felices, refrena su lengua de hablar mal y sus labios de hacer engaño; que se aparten del mal y hagan el bien; que busquen la paz y la defiendan. 1 Pedro 3:10-11.

La guerra la provocan los hombres necios y sin afecto natural, las guerras son planeadas y premeditadas con malicia por sujetos sin escrúpulos, que desean eliminar mucha gente del planeta con genocidios brutales y con fines mezquinos para tomarse el poder y las tierras, y asi debilitar y menguar no solo las fuerzas humanas, sino el progreso y el avance de las naciones independientes y su bienestar de vida; la guerra no trae nada bueno, solo muerte, tristeza, dolor y orfandad; en un mundo pecador es inebitable la guerra y el conflicto; y aunque suene cruel, a veces la guerra es necesaria. Por eso en el AT, Dios ordenaba a los israelitas hacer la guerra contra los enemigos crueles, con el fin de destruir naciones paganas, implacables y perversas. Dios dijo a Saúl: Ve, pues, hiere a Amalec, destruye todo lo que tiene y no te apiades de él; elimina hombres, mujeres y niños, aun los de pecho, también vacas, ovejas, camellos y asnos. 1 Samuel 15:3.

Dios ordenaba a su pueblo ir a la guerra para destruir gente malvada e impia, como una forma de parar el daño y la destrucción de los inocentes; al ordenar hacer la guerra Dios estaba tratando de raer el mal de raíz de sobre la faz de la tierra para evitar el asedio, la aniquilación y contaminación de su pueblo, por eso su orden era destruir todo en las naciones paganas, violentas y perversas, destruyendo así a muchos pecadores sin remedio; la guerra que procede de Dios es porque Él conoce las intenciones íntimas y profundas del corazón humano, la guerra no es la voluntad de Dios, lo fue en el AT porque Dios quería establecer a su pueblo y limpiar los territorios de tanta oscuridad e iniquidad. Porque YO, el SEÑOR no cambio; ustedes no han sido destruidos completamente, porque mis misericordias permanecen para siempre. Malaquías 3:6.

Dios es SEÑOR de Paz y Él no cambia, Santiago 1:17; tristemente seguirán las guerras mientras haya gente impía e inicua en la tierra; es más, habrá guerra con la Segunda venida del SEÑOR Jesucristo, porque será algo violento, Apocalipsis 19:11-21; Dios es Varón de Guerra, el Capitán y Comandante conquistador, que juzga rectamente y hace la guerra con juicio y justicia; Él no tiene compasión de sus enemigos, a ellos conquistará completamente para finalmente enviarlos al lago de fuego. Apocalipsis 19:20.

Quizá la guerra que ocasiona el hombre, es permitida por Dios por diversas razones, evitando daños mayores, pero hay guerras que sólo son la pérdida de valiosas vidas humanas, cuando se persigue y se mata al pueblo de Dios que predica a Cristo y su palabra, pero se les persigue con fines maquiavélicos, asesinos y extremistas; esas son guerras que las hacen los grandes con riquezas y poder político y religioso; alguien dijo que la guerra la hacen los ricos para que los pobres mueran. La segunda guerra mundial fue para eliminar a Hitler y su imperio que pretendía acabar con odio al pueblo judío; con la guerra civil americana se freno la esclavitud afroamericana. ¿Joram envió a preguntar a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a la guerra contra Moab? 2 Reyes 3:7.

Santo Tomás de Aquino escribió condiciones para asegurar que la guerra fuera justa, asegurando que a veces es necesaria la fuerza; por su parte la palabra de Dios declara que hay tiempo para hacer la guerra y también tiempo para que haya paz, esto lo dice el predicador que era rey, pero durante su reinado hubo paz; hay guerra porque este mundo está dominado por el odio, el pecado, la maldad y el príncipe de este mundo. Romanos 3:10-18, de tal manera que la guerra es inevitable; algunas guerras son más "justas" que otras, pero las guerras son la última alternativa a causa de tanta maldad. Cuando el pueblo escogía nuevos dioses, la guerra estaba a las puertas; se veía escudo y lanza entre la gente de Israel. Jueces 5:8.

El pueblo de Dios jamás debe desear la guerra, pero tampoco oponerse a los gobiernos que Dios coloca con autoridad sobre los pueblos, a veces llegan tiranos al poder porque las gentes le vuelven la espalda a Dios y le sirven a satanás, el destructor, asesino, ladrón y homicida, todo lo que Dios permite, siempre es con un propósito superior. Romanos 13:1-4 y 1 Pedro 2:17. En tiempo de guerra tenemos que orar mucho, gemir y ayunar con arrepentimiento pidiendo perdón a Dios para que Él obre a favor de los justos y de sabiduría a los gobernantes; hsy que orar por las fuerzas militares y clamar por una pronta solución a los conflictos y que haya un mínimo de perdidas en vidas humanas, en ambos lados del conflicto. Por nada estén angustiados, sino den a conocer a Dios sus peticiones en oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobre pasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7.

La guerra que declaran las naciones refleja el cinismo de corazones crueles e impíos, y muchas veces no podemos aceptar lo que dice tal o cual nación, aludiendo la necesidad de una guerra preventiva o defensiva, esas palabras y acciones encubren una realidad maligna y oscura de mantener guerras por cuestiones de intereses particulares pero no de bien. Hubo larga guerra entre Saúl y la casa de David; pero David era fortalecido en Dios, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando. 2 Samuel 3:1.

Es encomiable y de admirar, la acción del músico y pianista argentino Daniel Beremnoim que se radicó en Israel y que está haciendo su orquesta con la mitad de músicos israelíes y la otra mitad de palestinos, mostrando así que puede haber entendimiento y reconciliación entre dos pueblos que a través de la historia se les ha tildado de ser enemigos, y aunque este músico se ha ganado el odio de los extremistas y fundamentalistas religiosos, él ofrece conciertos en Europa, Israel y Palestina. Dichosos los que procuran la paz, porque Dios los llamará sus hijos. Mateo 5:9.

El músico en mención, asegura que es necesario buscar la paz mediante la concordia, y es de aplaudir a este hombre que lucha sin armas, pero musicalmente para reconciliar dos naciones cuyo conflicto es profundo y de vieja data; a este pianista SÍ que le debieran reconocer el Premio Nobel de la Paz, es una persona que hace paz con su talento, sin armas ni poder político o militar, tiene desarmado el corazón, así practica las enseñanzas de Jesucristo, unir, y tender un puente de armonía y trabajo de equipo que contribuya a la paz; es un contraste inconcebible con el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a un mandatario americano que tiene su país en guerra y envía continuamente sus soldados a la guerra en distintas partes del mundo. Yo amo la paz, pero cuando se les habla a ellos, ellos hablan de guerra. Salmos 120:7.

Con corazón sincero, creo, que no podemos justificar la guerra desde ningún punto de vista, no existe ninguna guerra justa y mucho menos preventiva; con la guerra se pelean intereses unilaterales, las guerras solo traen dolor, muerte, destrucción, y ganancias muy grandes para los fabricantes de armas y los países oscurosby malvados ávídos por apoderarse de las riquezas minerales y vegetales del subsuelo de otras naciones. SEÑOR, ten misericordia, porque solo Tú haces cesar las guerras hasta los confines de la tierra; quiebra las fuerzas del mal, dispersa a los violentos y sus carros de guerra pon bajo fuego. Salmos 46:9.

No existe nada aprobado por Dios que se llame “guerra santa,” eso es extremismo y fanatismo religioso. Cristo dejó su ejemplo de amor, paz y reconciliación, mientras caminaba y enseñaba no solo a sus discípulos, sino a las multitudes, aun siendo apresado para ser llevado a la cruz, Él dijo: ¿Amigo a que vienes? Entonces se acercaron, le echaron mano a Jesús y lo prendieron. Pero uno de los que estaba con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, y le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que tomen espada, a espada parecerán, Mateo: 26:51-52.

No es como han querido hacernos creer que hay guerras justas, ni mucho menos derecho a la guerra, no existe ninguna justificación de parte de Dios, ni aplicación normativa para el hombre que respalde la guerra genocida. No es suficiente la finalidad del derecho internacional humanitario con pretexto de limitar el sufrimiento ocasionado por las guerras, ni el querer proteger y asistir a las víctimas; a simple vista parece bueno, pero lo que SÍ es conveniente, segurovy pacífico, es ELIMINAR LAS PASIONES MEZQUINAS, VIOLENTAS Y MALSANAS que se debaten en el corazón de todos aquellos que ocasionan y son causa del conflicto armado. Desarmemos el corazón y desenmascaremos el alma para que descanse la conciencia con la Paz de Cristo. ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre los hombres? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en el interior del corazón humano. Santiago 4:1.

Es urgente y apremiante repensar y replantear el problema de la guerra que masivamente acaba con el derecho a la vida y el valor de las personas, en ello, además de orar y pedir la intervención divina para que se acabe la industria armamentista, debemos empezar a vivir en paz en el hogar, sea como esposos, padres, hijos, familia, amigos y vecinos, para que se extienda y se fortalezca un ambiente de amor, amabilidad, respeto, aceptación y comprensión pacífica entre seres humanos que saben razonar a favor del bienestar común. En cuanto dependa de nosotros, estemos en paz con todas las personas. No se venguen ustedes mismos, dejen lugar a la ira de Dios; de Él es el juicio y El  paga a cada uno rectamente. Romanos 12:18-19.

Las marcas que deja la guerra en el corazón y el alma de las personas son profundas y difíciles de sanar, solo el toque de Dios, hace que un alma deje de llorar la pérdida de sus seres queridos; guerra es destrucción familiar, social, personal y psicológica por lo horrendo que se vive y se ve en medio del conflicto, aún hasta siendo ya ancianos, las víctimas de la guerra, lloran de dolor con profunda tristeza. Es Dios quien hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra; Él quiebra el arco, parte en dos las lanzas y quema los carros de guerra en el fuego...Salmos 46:9-10.

Cuando hay una persona que manipula las masas y las conduce a la muerte en la guerra, es a causa de su soberbia, seres se creen dioses, con poder para quitar la vida a sus semejantes, y responderles con la misma violencia, sería darle gusto a un corazón homicida, LA FE EN CRISTO NO APRUEBA LA GUERRA bajo ninguna forma, ni por ningún concepto, en casos extremos sería una defensa personal ante una agresión directa, como una forma de defensa personal ante la agresión violenta para asegurar la vida y la integridad personal. Bendito sea el SEÑOR mi Dios, que adiestra mis manos para la batalla y me prepara para combatir en la guerra. Salmos 144:1.

La guerra es más que destrucción material y física, lo peor, es la destrucción emocional y psicológica de muchas victimas inocentes. San Agustín hablando de si la guerra es justa o no, asegura que siempre tiene que ser defensiva para poner límites a la destrucción que hace el enemigo, que nunca hay que hacer más mal que el que se ha recibido, sino que el amor tiene que primar frente a la guerra, aquí empiezan las polémicas y las contradicciones, porque si un enemigo sale a destruir, destruye sin piedad, ¿cómo le podremos ofrecer amor en tal caso? El SEÑOR ha redimido con paz mi alma de la guerra...Salmos 55:18.

La guerra no es sólo entre militares, la población civil queda en medio, hay guerra, porque el ser humano ha perdido el norte, la capacidad del diálogo, la concordia y el acuerdo razonable, pues no existe la reconciliación serena ni amable que se debiera. La guerra inicia cuando se acaba la diplomacia y las buenas relaciones de un estado, por eso, empiezan a atacarse y matarse unos otros sin discriminacion ni medir las consecuencias; las guerras que se originan son por las concupiscencias de los amigos del mundo y enemigos de Dios. Y hubo guerra continua entre Jeroboan y Roboan. 1 Reyes 14:30.

No existen principios ni reglas para la guerra, guerra es guerra, porque cuando alguien sabe que tiene la fuerza y el poder para pelear, deja de lado los principios morales, importándole cinco el valor de la vida y la dignidad de las personas, es un ser desbocado y sin reglas, que su único objetivo es destruir hasta doblegar a quien cree su enemigo, imaginando que a través de la violencia y el odio será reconocido, pero ignora que solo labra su propia destruccion, no solo terrenal, sino eterna. El originador de la guerra ha fracasado en su  diplomacia, por eso fuerza las circunstancias para obtener lo que quiere y satisfacer sus caprichos, cueste lo que cueste...Dios dispersa a los pueblos que se complacen en la guerra...Salmos 68:30.

Jesús habló con respecto a la ley del Talión: Ustedes han oído que es ojo por ojo, y diente por diente. Pero YO les digo. No resistan al que es malo, antes, a cualquiera que los hiera en la mejilla, pónganle también la otra, al que quiera ponerles pleito, y quitarles la túnica, déjenle también la capa, y a cualquiera que los obligue a llevar carga por una milla, vayan con él dos, Mateo 5:38-41.

Aquí el SEÑOR Jesús está diciendo que no podemos devolver ofensa con ofensa ni hacer venganza, y mucho menos hacer guerra, porque el ser humano no está en capacidad de hacer verdadera justicia, el ser humano tiene una naturaleza visceral, por eso muchas personas son vengativas, faltas de perdón y cordura, pero Cristo nos enseñó y mostró lo que es el amor, el perdón y la reconciliación, pero la gente tiende a incurrir en excesos, por eso muchas veces, se han visto casos de querer linchar no solo a una persona, sino familias enteras; Cristo ordena que seamos imitadores de Él, que apliquemos la bondad a pesar de todo, porque en una guerra no hay equidad, razon, ni piedad y mucho menos justicia. Porque la guerra no es nuestra, sino de Dios. 2 Crónicas 20:15.

Dietrich Nonhoefler, pastor protestante y teólogo luterano se arriesgó a decir que cuando hay gente que mata en masa, como lo hizo Hitler en los campos de concentración, en tal caso debería existir el derecho de quitarle la vida a ese sujeto con tal de que no siga matando más personas, esto es discutible, pero el trasfondo de la verdad, es que la fe bíblica no aprueba ni participa de la guerra en ninguna de sus formas, como personas de bien no consideramos hacer el mal, que en algunos casos se haría necesario, pero si hacemos defensa personal cuando nos ataquen frontalmente, esta es la única excepción que tenemos para llegar a agredir a otro...Pero hay estruendo grande en la tierra y gran quebrantamiento. Jeremías 50:22.

Sin lugar a dudas, LA GUERRA ES UNA MALDICIÓN, UN VIRUS Y UNA BACTERIA LETAL, porque el enemigo de las almas está detrás de todo conflicto bélico para destruir y matar; de ninguna manera compartimos el uso de las armas ofensivas y letales que nunca proveen bendición ni absolutamente nada bueno; las armas han sido creadas solo para destruir vidas, así como lo hacen contra los creyentes que Dios ha llamado a sembrar paz predicando a Cristo y su Evangelio, porque nuestro Rey Jesucristo es el Príncipe de Paz, su mensaje es vida, orden y libertad, así que ninguna guerra es justificable, y mucho menos la tal "guerra santa," que de santa no tiene nada, solo es diabólica, porque con fanatismo asesino invocan el nombre de Dios; no existe razón alguna para hacer la guerra, y cualquiera que llamándose creyente haga la guerra, es digno de toda censura y condena...Porque a paz nos llamó el SEÑOR...1 Corintios 7:15 

Nuestro SEÑOR Jesucristo dijo: Mi paz les dejo, mi paz les doy, no como el mundo la da, el ser humano llama paz a una simple acción no beligerante, pero las tensiones están latentes y el volcán casí explota desde el interior de los corazones conflictivos. El pueblo de Dios es mensajero de paz, somos pacificadores con el ministerio de la reconciliación, porque la paz verdadera viene de Cristo que con su Espíritu nos llena del fruto de la paz auténtica que acepta al prójimo, cada uno con sus diferencias. Dichosos los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios. Mateo 5:9.

TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE VIVIR EN PAZ y velar por ella, proclamando el mensaje de las Buenas Nuevas del Evangelio de la Cruz de Cristo. Dios sigue siendo el SEÑOR de la Buenas Noticias para todos los hombres, y hasta hoy nos sigue llamando a hacer la paz, y trabajar por la reconciliación y la concordia, Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo en Cristo, y nos dio el Ministerio de la Reconciliación. 2 Corintios 5:18.

La guerra no tiene nada de positivo, oremos, perdonemos, reconciliemonos, HAGAMOS PAZ, desarmemos el alma y el corazón de todo odio, rencor, resentimiento y deseo de venganza, ésta le pertenece solo a Dios porque su sabiduría y estrategias son superiores a las nuestras. EL ES PODEROSO PARA CAMBIAR VIDAS. Tengan paz los unos con los otros...Marcos 9:50.

Si traes tu ofrenda al altar, y te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda en el altar y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces, ven y presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, Mateo 5:23-25.

¿Estás dispuesto a perdonar a los violentos de la nación y a quienes te han herido? ¿Qué harás para que sea realidad el perdón, la vida y la paz?


Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.